¿Cómo afectará la Covid-19 al futuro inmediato de la moda?¿Cómo será la experiencia de compra de ropa? ¿Volveremos a lo de antes o se primará la calidad de la ropa y principios de las marcas? Y a los y las diseñadoras, ¿cómo les afectará todo esto?¿Desaparecerán las temporadas? ¿Crecerá el interés por la moda sostenible?
Sobre estos temas y mucho otros hablé el otro día con Carol, la propietaria de GreenLifeStyle, la primera tienda de moda sostenible de toda España. De la conversación y la lectura de artículos y entrevistas con expertas en la materia, imagino un escenario parecido al que te describo a continuación. Me encantará que en comentarios nos cuentes si estás de acuerdo con él.
1.Nadie sabe nada
La conclusión principal sería que nadie sabe nada, no nos vamos a engañar.2. No está claro que el gasto en moda vaya a descender
El sentido común hace prever que debido a la crisis económica global que se va a producir, el consumo en general (y de moda en particular) descienda. El informe El estado de la moda tras el covid-19, de Bussiness of Fashion (BOF) afirma que en Europa y Estados Unidos, más del 65% de las personas encuestadas han asegurado que gastarán menos en moda. Pero si nos fijamos en lo que está pasando en los países que están desconfiando, la población no está reaccionando exactamente como imaginábamos. Hermès confiesa haber facturado 2,7 millones de dólares el primer día de reapertura de su tienda más emblemática de Guangzhou (China). Además, muchas personas, ante la falta de recursos y de ocupación, recurren a la compra compulsiva de cosas baratas para saciar su ansiedad. Y aquí, la industria fast fashion tiene mucho a ganar.3. Se consolidan nuevos modelos de consumo de moda
Sea como sea, creo que esta crisis sanitaria que nos está manteniendo encerrados en casa tanto tiempo nos está mostrando el valor de los metros cuadrados y está poniendo en práctica métodos como el de Marie Kondo y la filosofía del minimalismo. En este sentido hay quienes pensamos que esto servirá para que muchas personas decidan apostar por los armarios cápsula (poca ropa, de calidad y que nos permita hacer muchas combinaciones distintas) y el alquiler de ropa en detrimento de la posesión, entre otros nuevos modelos de consumo que caminan hacia una moda más sostenible.4. La venta online crece y se sofistica
El confinamiento ha provocado que las últimas reticencias que había en comprar a través de Internet hayan caído y que muchas personas se hayan estrenado en este modelo transaccional. Este hecho, sumado a las incomodidades que supondrá comprar en la tienda física, hará que la venta online aumente y se perfeccione. Carol nos contaba que crecerá mucho la figura de la asesora virtual, que no es más que la transformación de las personas que nos atendían en la tienda física y que ahora lo harán a través de videollamadas en el universo online. Precisamente hace unos días leíamos en Moda.es que “start ups como Pompeii están introduciendo en sus plataformas online conexiones de vídeo con un asesor para ayudar en el proceso de compra”.Aplicación de realidad virtual Meepl
5. Las tiendas físicas deben invertir en seguridad
Naturalmente, las tiendas físicas seguirán existiendo, pero como comentaba, la experiencia de compra de ropa en ellas va a transformarse sustancialmente. Tendremos que acostumbrarnos, como ya lo estamos haciendo con la compra de productos de higiene y alimentación, a medidas de seguridad que quizás a la hora de comprar ropa son aún más engorrosas, como el tener que llevar mascarilla, guantes y mantener la distancia social. Además, para los y las propietarias el hecho de tener que limitar el aforo también puede provocar alguna pérdida de venta compulsiva, pero todo se andará. En este sentido dicen que próximamente muchas tiendas ya contarán con una especie de semáforo en la puerta que nos dirá si, por aforo, podemos entrar o no. En el caso específico de las tiendas de ropa, se tendrán que incorporar medidas añadidas de seguridad, como el hecho de tener un modelo de cada artículo dedicado exclusivamente a ser probado y que deberá ser desinfectado cada vez. En este sentido Carol nos hablaba de unas máquinas de desinfección de ropa por por ozono que se convertirán en imprescindible en las tiendas de moda ecológica, ya que no tendría sentido utilizar químicos para desinfectar este tipo de prendas. Por lo que respecta a los probadores, estos tendrán que ser mucho mas amplios y desinfectarse con frecuencia. O quizás acabamos haciendo como en Irán que no los tiene. En definitiva, las y los consumidores querremos sentirnos seguros cuando vayamos a comprar ropa, lo que seguramente, como comenta Javier Vello, especialista en retail de Ernest&Young, acabará apareciendo una certificación del estilo “sitio seguro”6. Crece la moda de proximidad y el interés en la trazabilidad
Una cosa que sí parece estar clara es que abrirán antes las tiendas de bario que las grandes superficies. En Alemania, por ejemplo, ya se ha dado permiso para abrir comercios inferiores a 400m2, lo que de alguna manera fomenta el consumo de proximidad y el apoyo a pymes y autónomas. De la misma manera, voces de la propia industria, como el diseñador de la firma de alta costura de Barcelona Ze García, José María García, afirman que la moda apostará por la producción local, la experiencia y la sostenibilidad. En este sentido, yo lo tengo clarísimo, y es que ya son muchos los movimientos que están surgiendo para dar apoyo al pequeño emprendedor, única manera entre que todos y todas haremos posible salir de esta crisis de alguna manera. Además, me atrevo a pensar que la situación vivida por la Covid-19 está despertando muchas conciencias que se han dado cuenta que no podemos seguir construyendo nuestra vida a costa del sufrimiento de la de otras personas que confeccionan nuestra ropa en condiciones de semiesclavitud. Incluso el controvertido artículo que acaba de publicar Moda.es en el que se asegura que la sostenibilidad en moda va a ir de capa caída, se habla de “sostenibilidad social obligada”, y de un aumento de la trazabilidad de las prendas por exigencia del propio consumidor.App de trazabilidad Provenance
7. ¿Menos inversión en sostenibilidad?
Continuando con el artículo de Moda.es que mencionaba en el apartado anterior, leemos que la caída en la facturación de las grandes firmas de moda provocará que su apuesta por la investigación y desarrollo de materiales orgánicos y nuevos materiales sostenibles caiga en picado. Visto así, quizás es cierto, pero por otra parte también leo en la prensa como más de 180 responsables políticos, directivos de grandes multinacionales, sindicatos, ONG y expertos, unidos en la recién creada Alianza Europea para una Recuperación Verde, han pedido a la Comisión Europea que la lucha contra el cambio climático sea el núcleo de la estrategia económica que ponga en marcha la Unión Europea para salir de la crisis de la Covid-19 y que las inversiones masivas que se realicen se asocien a los principios ecológicos. Además, y también relacionado con el apartado anterior, creo que este periodo de confinamiento está ayudando a que más personas lleguen a la conclusión que si seguimos maltratando al planeta, esta pandemia será ridícula con lo que nos vendrá encima. En el mismo artículo de Moda.es, podemos leer las declaraciones del director de relaciones institucionales de Mango, Guillermo Corominas, asegurando que hay más colecciones sostenibles y mayor interés por consumir roba de este estilo,8. La industria de la moda evoluciona
Finalmente, y para no alargar más este texto, mencionar cómo también creo que diseñadoras y diseñadores cambiarán su manera de trabajar. Y es que emociona leer estos días declaraciones como las del diseñador Giorgio Armani en WWD asegurando: “Yo no quiero seguir trabajando así, es inmoral”, en referencia a la locura del ritmo de la moda y de la creación de necesidades no reales que ésta crea al consumidor. En este sentido afirmó estarse planteando muy seriamente crear solo dos colecciones al año y adaptarse mejor a las necesidades reales de su clientela: “No tiene sentido que una chaqueta o un traje mío esté en la tienda durante tres semanas, que se vuelva inmediatamente obsoleto y sea reemplazado por una nueva mercancía, no demasiado diferente de la anterior”. En esta misma línea, y como mencionaba en el artículo de la semana pasada sobre Fashion Revolution, varias firmas de moda sostenible europeas ya se han unido en el movimiento #FashionSolidarity, que persigue una industria de la moda más solidaria entre ella con el objetivo de salir de esta crisis de la mejor manera posible. Esperemos que movimientos como éste transciendan más allá de los días postpandemia.¿Cómo lo ves? Yo creo que va a costar, pero que esta crisis es un punto de inflexión en la industria de la moda. Como dijo la diseñadora de moda María Sellart en el directo que mantuvimos con GreenLifeStyleBCN: “Con la Covid-19, hemos pasado de la fast fashion a la stop fashion. Esperemos que éste nuevo arranque nos permita instalarnos en la slow fashion”. Que así sea.
A falta de poder colgar el directo con Carol completo en ninguna plataforma, aquí te dejo un resumen de la convesación que tuvimos en Instagram el otro día hablando sobre el futuro de la moda tras la Covid-19 . En cuanto pueda publicar el video completo, te lo comparto por nuestras redes sociales sociales (Instagram, Twitter, Facebook, y el recién estrenado Linkedin de Sogoodsocute al que te invito te unas).
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un directo donde juntamente con @sogoodsocute tratamos la crisis de la moda Post esta crisis COVID19
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Foto de portada: Reuters / Evgenia Novozhenina