La avena ayuda a controlar los niveles de azúcar y colesterol, dos parámetros fundamentales para una buena salud cerebral
El cerebro es el órgano encargado de comandar las funciones vitales del organismo, por tanto es el eje central del sistema nervioso. Para que nuestro cerebro y neuronas lleven a cabo su labor, requieren energía de calidad, proveniente de los nutrientes que el sistema digestivo logre absorber.
Los alimentos con alto contenido de carbohidratos serán la principal fuente de dicha energía y su calidad dependerá de cuáles decidamos consumir. La avena es un cereal ecológico y sustentable, fuente de carbohidratos complejos, capaz de suministrar energía sostenible y de calidad a nuestro cerebro, contribuyendo así con la salud del sistema nervioso.
Nuestro cerebro funciona por la actividad de múltiples células y estas solo logran activarse adecuadamente con la energía que obtienen de los carbohidratos. Para que las células conserven esta energía, y la puedan usar de forma efectiva, la misma debe ser aportada por alimentos naturales que tengan un excelente balance nutricional y que no sean procesados.
La avena cumple con las características de un alimento natural y por lo tanto sostenible, siempre que sea obtenida de una agricultura consciente. Es recomendable adquirir la avena a granel en herbolarios, y en caso de obtenerla en un supermercado, asegurarse de leer su etiquetado nutricional. Este debe indicar solo un ingrediente, «hojuelas de avena». Si tenéis dudas de como leer e interpretar el etiquetado nutricional de los alimentos, le sugerimos leer:
Composición y beneficios de la avena:
Por cada 100 gramos, la avena le aportará:
348 calorías.
Entre 9 y 10 gramos de proteína.
7,3 gramos de grasa.
71 gramos de carbohidratos, de los cuales 10 gramos son de fibra soluble e insoluble.
Esto convierte la avena en un alimento ideal para balancear los niveles de colesterol en sangre, además de regular la función intestinal, evitando el estreñimiento.
¿Qué sucede si consumo frecuentemente una ración de avena?
Ayuda a nivelar los valores de glucosa (azúcar) en sangre, previniendo el riesgo de padecer diabetes.
Aporta una cantidad significativa de proteínas.
Una taza de avena aporta vitamina B1, que le permitirá al cerebro transformar sus carbohidratos en energía de forma rápida y efectiva.
Ayuda a combatir el cansancio y mejorar la habilidad mental, gracias a su aporte de hierro y ácido fólico.
Su contenido de vitamina E le otorga propiedades antioxidantes.
Avena y descanso nocturno
La energía suministrada por los carbohidratos contenidos en la avena se metabolizan lentamente en la sangre. Gracias a esto, las células nerviosas pueden usar esta energía, para trabajar efectivamente mientras dormimos. Esto permite mejorar la calidad del sueño. Consumir avena también nos brindará un efecto de saciedad para no perturbar el descanso. Os dejamos dos recetas con avena para preparar en casa:
Croquetas de lenteja y avena:
Ingredientes: 2 tazas de lentejas, 2 cebollas medianas, 4 dientes de ajo, un perejil fresco, harina de avena, aceite, sal y pimienta.
Preparación:
Un día previo se colocan las lentejas en remojo.
El día de la preparación, cambiar el agua y cocinar las lentejas. Agregar la cebolla picadita, perejil y el ajo. Añadir sal y pimienta al gusto. Esperar que enfríe la mezcla y licuar.
Colocar la mezcla en un tazón, añadir poco a poco la harina de avena y mezclar, hasta conseguir una consistencia homogénea.
Paralelo a esto, se coloca aceite de oliva especial para freír.
Luego de conseguir la consistencia moldeable, se preparan formas de croqueta o bolitas y se procede a freír.
La temperatura del aceite debe ser adecuada para garantizar que se cocinen bien por dentro y por fuera.
Galletas de avena y espinaca
Ingredientes: Un plátano grande, media taza de avena en hojuelas, un cuarto de taza de espinaca cocida, stevia, un cuarto de cacahuates y canela o vainilla.
Preparación:
Mezcla 1: Licuar la espinaca cocida con los cacahuetes y un poco de agua para facilitarle el trabajo a su procesador, luego licuar hasta obtener una crema.
Mezcla 2: Pelar el plátano y triturarlo en un tazón con un tenedor. Incorporar la avena y revolver hasta tener una mezcla compacta.
Unir la mezcla 1 con la mezcla 2, luego agregar stevia, vainilla y/o canela y posteriormente revolver todos los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea y compacta.
Untar con aceite y enharinar con la avena una bandeja, para evitar que se peguen las galletas. Con una cuchara ir colocando la mezcla en forma de galletas. Hornear de 20 a 45 minutos a 180º C o dependiendo de la potencia de su horno hasta obtener la textura deseada. Sacar del horno, dejar enfriar y disfrutar.
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Luisa Flores l Redactor Especialista