Los principales emulsionantes caseros
Estos son creados a partir de materia prima vegetal y son usados en la industria cosmética natural. Entre ellos podemos nombrar el ester de sucre, que está indicado para todo tipo de piel, sobre todo la más sensible. Hidrata mucho la piel y configura su humedad. Se aprecia en las cremas anti edad, cremas hidratantes corporales, lociones para el contorno de los ojos y productos para niños.
Por otro lado, entre los principales emulsionantes caseros tenemos el alcohol cetílico compuesto de aceite en agua. Entre sus propiedades está mejorar la textura de las cremas y fomentar una buena absorción del producto por parte de la piel. Se encuentra en champús, acondicionadores para el cabello y cremas especiales para la piel seca.
Asimismo, la leticina fluida se destaca en la sección de emulsionantes caseros. Se emplea tanto fría como caliente y funciona también como antioxidante y humectante. Trata la piel sensible como mucha delicadeza. Notamos su presencia en lociones, cremas, geles, aceites de baño y leches corporales.
Por añadidura, el Olivem 100 se extrae del aceite de oliva, por lo que se caracteriza por lucir una sueva textura. Es hipoalérgenico, por lo que si sufres de alergias, no tendrás ningún inconveniente. Por ende, funciona en pieles de bebes y de personas mayores. Lo conseguimos en maquillaje, mascarillas, lociones y productos indicados para exposición solar.
Bondades de los emulsionantes caseros
Elegir el camino natural hace que la naturaleza nos recompense con beneficios para nuestro cuerpo. Los emulsionantes caseros hidratan efectivamente la piel, la regeneran retrasando su envejecimiento y le brindan una suavidad sin parangón ya que disponen nutrientes en la piel. De igual forma, son muy versátiles porque se ajustan a todo tipo de cutis.