Dos de las diferencias entre los plásticos derivan directamente el reciclaje: estas son los términos reciclables y reciclados.
El primero indica que un producto fue fabricado con un material plástico el cual después de cumplir su finalidad inicial puede pasar por un nuevo proceso de transformación originando nuevos productos, mientras que reciclado indica que el producto fue fabricado con una materia prima recuperada.
Cómo si este tipo de enredos no fuese suficiente ahora tenemos nuevos plásticos que entran en juego.
Los convencionales son de origen fósil y son derivados del petróleo; aproximadamente el 4% de la producción mundial de petróleo se destina a la industria del plástico.
Este plástico puede ser reciclado, es decir, después de su primera aplicación puede volver a la industria y convertirse en otro producto para los segmentos de construcción civil, automotriz, mobiliario, envases para productos de limpieza, bebidas, etc.
En cuanto a los nuevos tipos de plástico lo veremos uno a uno:
Bioplásticos:
El bioplástico tiene las mismas propiedades del plástico convencional, pero se diferencia por tener como materia prima fuentes renovables como la soja, almidón de arroz, maíz, patata o caña de azúcar entre otros. Aunque su fuente es de origen renovable, no necesariamente el bioplástico será biodegradable, aunque sea posible reciclarlo.
El gasto energético de su producción y reciclaje es similar al convencional y en definitiva contamina igual la unica diferencia es el origen renovable y vegetal de la materia prima.
Plástico biodegradable:
El plástico biodegradable es aquel que al término de su ciclo de vida sufre un proceso de compostaje de hasta 180 días por la acción de microorganismos, bajo condiciones específicas de calor, humedad, luz, oxígeno.
En general, este producto se deriva de fuentes vegetales como la celulosa, el almidón, etcétera.
Estos plásticos no se reciclan y suelen ser de un solo uso.
Plástico Oxi Biodegradable.
Es un plástico normal digamos pero que se le agregan aditivo que aceleran el proceso normal de degradacion haciendo que el proceso de degradacion pase de años a semanas o meses.
Recientes estudios alertan que los plásticos de este tipo si bien se degradan no lo hacen en residuos inofensivos, por lo que tampoco son muy buena solución. Por el contrario, como se fragmentan en pequeños trozos contribuyen a la contaminación microplástica, convirtiéndose en un riesgo para los océanos y otros ecosistemas.
No se reciclan o se hacen en menor medida y tampoco se pueden reutilizar por mucho tiempo, por lo que no son muy buena opción en casi ningún aspecto.
Prohibición de aditivos en productos plásticos:
Con el fin de evitar el riesgo medioambiental a gran escala, la Fundación Ellen MacArthur elaboró un documento en el que propone la prohibición de aditivos oxidados en envases y productos plásticos en todo el mundo. El documento, que fue firmado por más de 150 organizaciones de todo el planeta, como empresas líderes, asociaciones industriales, ONG, científicos y miembros del Parlamento Europeo .
El uso de materiales plásticos aditivados con pro-degradantes no son una solución, se debe educar a la gente en que son y como usar los distintos tipos de plástico, como se reciclan y como se descartan adecuadamente, también se debe hacer hincapié en buscar procesos de producción y reciclaje más sostenibles y normativa mas fuertes como la prohibición de los plásticos de un solo uso, buscando una economía más circular.
El plástico en la economía circular.
La versatilidad del plástico, tanto desde el punto de vista de la utilización como de la diversidad de materias primas, posibilita su total adaptación a los preceptos de la Economía Circular.
Para ello es fundamental que se trabaje la viabilidad económica de esas materias primas, principalmente de los materiales reciclados.
Actualmente el plástico podría dejar ser el grave problema ambiental que es, tan solo prohibiendo los plásticos llamados de un solo uso, como los cubiertos, vasos y platos desechables o las bolsas plásticas del super. Si a esto sumamos consumidores más conscientes y mejores sistemas de gestión e residuos que nos permitiesen acercarnos a reciclar la misma cantidad que se produce, sería posible una economía circular del plástico, de forma tal que dejase de ser el problema que hoy es.