Desafortunadamente, él nunca escribió un libro. Sin embargo, gracias a las palabras de mi madre, yo pude estar allí.
Hoy, 15 días y 31 años después, 31 de enero, cumplo 31 años. Y esta es la historia de este blog o, al menos, una de ellas.
Por aquel entonces no había casi luz en la aldea, ni tele. Me imagino reuniones alrededor del fuego. Fuera, la niebla, la lluvia y la oscuridad dibujaban un mundo donde todo es posible. Y, en verano, atardeceres eternos de niños sentados en las escaleras del patio soñando cuentos con efectos especiales hechos de luciérnagas y grillos.
Mi bisabuelo era el narrador y el protagonista de todas ellas. Los escenarios, los caminos, los bosques y los ríos, que de noche rompen las reglas de la realidad. Algunas eran divertidas, otras conmovedoras y, las más, terroríficas.
Después llegué yo. Me gustaban tanto los cuentos que exigía que me los volvieran a contar una y otra vez. Cuando por fin aprendí a leer, los límites se expandieron hasta el infinito. Quizás ya intuía otra historia que se extendía ante mis pies como una alfombra de hojas en blanco donde yo podría escribir lo que quisiera.
Más adelante, el giro inesperado, la publicidad. Tan pegada al suelo. Con alivio aprendí que la buena publicidad es saber encontrar y contar la historia que todos tenemos detrás, cada marca, cada persona. Además, llegó acompañada de nuevos amigos, nuevos viajes y nuevas y buenas historias.
Mis personajes favoritos siempre han sido los héroes. Personas que escogen el camino más difícil para mejorar la vida de todos los habitantes de la Tierra. Con sueños más grandes que sus limitaciones, defectos y debilidades.
Un día descubrí con preocupación que los héroes de la realidad a menudo están ocultos. Son los villanos los que acaparan las portadas de los periódicos y la mayoría de conversaciones sobre actualidad. Pero los héroes son más y están aquí al lado, más pequeños pero más valientes.
Entonces nació este blog. Un espacio dedicado a todos ellos. Artífices de la magia que necesitamos para que nuestro planeta todavía siga siendo el mejor escenario de todas las buenas historias.
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