En un país como España, donde tenemos muchas horas de sol y un clima mediterráneo ideal para aprovechar energías renovables, no solo estamos despreciando el poder solar, sino que estamos obstaculizando su aprovechamiento. Los intereses económicos están por encima de los esfuerzos medioambientales, y las leyes favorecen la contaminación y la inversión en energías sucias como el carbón o el petróleo.
Tristemente, nuestro país se encuentra entre los últimos de la lista en cuanto a acciones sostenibles, complicando innecesariamente alternativas que respetan el medio ambiente y nos ayudan a ahorrar dinero y energía. ¿Desde cuándo poner un impuesto al sol es beneficioso para el planeta? ¿Por qué se castiga a aquellas personas que quieren ahorrar energía?
Está demostrado que apostar por plantas solares es la forma más asequible –medio ambiental y económicamente- de producir energía en muchas partes del mundo. De hecho, la gran mayoría de países en vías de desarrollo son capaces de vender energía solar por la mitad del coste que tendrían en generar electricidad a partir de carbón.
Por otro lado, en Amigos de la Tierra cuentan que sobre un 85% de la energía consumida en España proviene del gas y del petróleo, a pesar de existir tecnología suficientemente madura para cubrir prácticamente el 100% de la demanda eléctrica con renovables.
Foto de We Are Wakanda: Cómo las lámparas solares están empoderando a la gente
La razón por la que no se aprovecha este recurso ilimitado y sostenible tiene que ver con política y lucro, algo que no trataré aquí –de momento-. Lo que está claro, no obstante, es que en nuestra situación actual debemos hacer algo al respecto.
Algunas pequeñas acciones que puedes realizar para ahorrar energía, por ejemplo, son pasarte a las bombillas LED de bajo consumo, apagar los dispositivos eléctricos que están en Stand By (os aseguro que gastan más de lo que creemos), apostar por electrodomésticos eficientes, hacer una auditoría energética de tu casa para saber cómo ahorrar en tu consumo energético particular… entre otras cosas.
Un gran paso sería cambiarte a un proveedor energético renovable. Existen varias iniciativas que no solo apuestan por energías limpias, sino que son completamente transparentes, administradas por ciudadanos comprometidos y de trámites fáciles. ¡Ah! Y no son más caras; sencillamente, el dinero de tu factura pasa a generar energía limpia. Algunos ejemplos de cooperativas son Som Energia, EnergÉtica, EnerPlus, Zencer, o Solabria renovables.
Lámpara y cargador solar de Little Sun
También resultaría importante el empezar a utilizar energía limpia de manera independiente. Es decir, apostar por lámparas y cargadores solares (como Little Sun), por electrodomésticos que aprovechen la luz del sol, el poder del viento o el calor residual, o poner placas solares en tu tejado o terraza. ¡Conviértete en tu propio proveedor de energía!
Lo cierto es que nos encontramos en un momento decisivo para el planeta. Se lleva diciendo desde hace años, y se repitió enfáticamente en la cumbre de Paris y en la reunión organizada en Marruecos: o actuamos hoy mismo, o nuestro futuro desvanecerá como lo han hecho miles de especies. Tanto nosotros, como individuos, como nuestros gobiernos debemos tomar medidas reales para enfrentarnos al cambio climático, a la deforestación, y a un estilo de vida completamente destructivo.
Te invito a informarte más sobre el tema y a emprender acción, tanto en pequeños cambios como en presión política y movilización ciudadana a gran escala. Solamente consiguiendo que un 30% de la energía española venga de renovables, estaremos dejando de emitir el mismo dióxido de carbono que absorben todos los bosques del país.
¡No te quedes quieto!