Hace unas semanas, tuve una conversación con Almu, aka la Ecominimalista, sobre lagunas de información en la lucha contra el testado en animales. Una marca en la que ella había confiado, que lucía el sello cruelty-free de PETA, había resultado vender sus productos en China (donde algunos productos deben ser testados en animales por ley). Algo frustrada, me preguntaba que por qué estaba en una lista de productos libres de crueldad animal, si realmente no era el caso.
La verdad es que yo misma me encontré en su misma situación hace unos meses. Y, por experiencia, sé que muchas personas que cada día se interesan más por el tema se dan de bruces a diario con información contradictoria y situaciones confusas. Es por eso que hoy me gustaría compartir lo que he aprendido tras meses de investigación y experimentación. Espero que sea de utilidad a todos aquellos que quieran hacer de este mundo un lugar mejor para los animales.
Estado 1: Confusión.
Una vez estés convencido de que quieres dejar de apoyar el testado en animales, sea de forma directa o indirecta, seguramente habrás empezado a investigar qué puedes hacer tú como individuo y, sobre todo, qué marcas de cosméticos puedes o no puedes comprar. Es aquí cuando te das de bruces con una gran situación de confusión.
¡Y es que cada lista o página web parece decir algo distinto! Cuando empecé a concienciarme sobre el tema, por ejemplo, compré alegremente una sombra de ojos de Astor porque había leído en un par de listas que era una marca cruelty-free. Enorme fue mi desilusión cuando descubrí que no era así. ¿Me habían mentido? No exactamente.
Cada una de las listas que existe en Internet responde a criterios distintos; criterios de los propios creadores (que son, evidentemente, subjetivos). Para algunas personas, una marca o producto es libre de crueldad aunque venda en China, o aunque pertenezca a empresas matrices que sí testan. Para otras, estos son hechos que les excluye del término cruelty-free, aunque ellos mismos no lleven a cabo la experimentación en sí.
Es muy importante tener claro esta realidad, puesto que implica que no hay ninguna lista oficial, segura u objetiva al 100%.
¿Es The Body Shop cruelty-free? ¡La respuesta depende de tus propios criterios!
Estado 2: Desaliento
Esta situación puede parecer un poco desalentadora. ¿Es que acaso no puedo confiar en ninguna lista? ¡Por supuesto! Pero no todas. La mismísima lista de PETA, una de las más famosas y populares, no es completamente fiable, por ejemplo. Resulta que sus requisitos para otorgar el sello cruelty-free no son demasiado estrictos (podéis comprobarlo en su página web) y, en muchas ocasiones, las marcas que aparecen en su lista venden sus productos en China o pertenecen a empresas o trabajan con proveedores que sí testan en animales.
Como en todo, no existe una fórmula de la perfección. Sin embargo, para ti, puede haber algo que se le acerque bastante. Antes de frustrarte y darte por vencido, reflexiona sobre quésignifica el término cruelty-free para ti, qué apoyarías y qué no. Una vez lo tengas claro, solo tienes que mirar qué criterios se han utilizado para crear un directorio o lista de marcas cruelty-free. Así, serás capaz de encontrar qué marcas y productos se ajustan a tus propias necesidades personales.
Estado 3: Remontada
Una vez sepas qué buscar, qué criterios sigues personalmente, verás que es mucho más fácil encontrar listados y páginas web que sean fiables para ti. Personalmente, me gusta mucho la lista creada por la organización Cruelty Free International, responsable del sello Leaping Bunny, ya que tienen un proceso de otorgación del certificado cruelty-free bastante completo y estricto.
De blogs cruelty-free, también encontrarás muchos. Busca aquellos con los que tengas afinidad en cuestión de requisitos personales (personalmente consulto mucho los de Ethical Elephant y Cruelty Free Kitty). Si no lo pone en el mismo blog, no dudes en preguntar qué criterios se siguen a la hora de reseñar, categorizar productos o crear listas.
¿Sabías que los conejos son de los animales más usados en un laboratorio? Al no poder llorar, sus ojos no expulsan las sustancias irritantes a las que son sometidos..
Estado 4: Cruelty-Free Police
Tras haber pasado por estos pasos, verás que tienes las ideas claras, que sabes de qué productos te puedes fiar, y que tienes tus propias páginas web y directorios favoritos. ¡Enhorabuena! Pero, inevitablemente, te encontrarás con algunos productos cuya información no aparece ni aquí, ni allá, ni en ninguna parte. Es entonces cuando estás listo para dar el siguiente paso, y convertirte en tu propio investigador.
¡Dejen paso al Cruelty-Free Police! No hay nada más fiable que contactar con la propia empresa cuando te encuentras con falta de información o con datos contradictorios. Desde mi propia experiencia, he comprobado que, aunque pueda resultar en un proceso largo (aunque no siempre), merece la pena, tanto por la seguridad como por la transparenciadel contacto directo y personal que se establece entre marca y consumidor.
Lo mejor es contactar con una empresa por correo electrónico, ya que así te atenderá una persona encargada de la atención a los consumidores, y no de las redes sociales, por lo que podrá responder tus dudas y preguntas sobre asuntos como el testado en animales.
Estas preguntas deben ser muy específicas y concisas:
¿La compañía testa sus productos en animales en algún momento de la producción de sus productos? Esto incluye los productos finales y cada uno de los ingredientes usados.
¿Alguno de los ingredientes utilizados han sido testados por parte de los proveedores? Aquí es donde normalmente una marca deja de ser cruelty-free. Si su respuesta es no, es importante que sea capaz de demostrarlo con certificados.
¿La compañía encarga a terceras personas el testar sus productos o ingredientes en animales? Esta es una situación que podría darse, especialmente el contratar a otras empresas extranjeras para comprobar la seguridad de ciertos productos mediante el testado en animales.
¿La compañía vende sus productos en países en los que el testado en animales es obligatorio por ley? Hace referencia, mayormente, a China. Algunas marcas cumplen con todos los requisitos menos con este. Es bastante importante, no obstante, ya que una marca comprometida con la lucha contra el testado en animales no debe desentenderse del maltrato animal una vez traspasadas las fronteras internacionales.
También es importante saber si una marca pertenece a una compañía mayor que teste o no en animales. Como ya comenté en otra ocasión, este es un requisito muy personal, pero siempre es importante saber si tu dinero puede ir a parar o no a la financiación de experimentación animal.
A pesar del título de este último paso, no hace falta ser estricto y maleducado a la hora de investigar. La comunicación entre empresa y consumidor/bloggero/investigador/loquesea será mucho más fácil y agradable si eres respetuoso y simpático y si hacer preguntas con mera curiosidad –y no con acusaciones. También considero muy importante el hacerles saber tu opinión y el asegurarles que te gustaría mucho apoyarles como consumidor si en el futuro se comprometen a ser cruelty-free.
Estés en el paso que estés, no te agobies. Lo importante es tener tus propias ideas claras, hablar con las distintas marcas y ser activo en cuanto a compartir tu opinión y conocimiento. ¡A cambiar el mundo, se ha dicho!