Gracias a que la FAO viene promoviendo iniciativas para erradicar el hambre en el mundo entero, podemos pensar o “soñar con un mundo mejor”. El año pasado, por eso el 2013 fue proclamado el año internacional de la quinoa y este 2014, ha sido nombrado como el Año Internacional de la Agricultura Familiar. Otra iniciativa que sigue resaltando la importancia de los alimentos, la manera de producción y los protagonistas del sector que hacen posible que la comida llegue a nuestra mesa.
¿Qué es la agricultura familiar?
Agricultura campesina (Cortesía: radiodelmar.cl)
Se puede decir que la agricultura familiar es principalmente el trabajo de la tierra y actividades relacionadas con ella, a pequeña escala. Es la agricultura que puede dar de comer a millones de familias en el mundo entero, no solo por ofrecer la oportunidad de autoabastecimiento a aquellas personas que la practiquen, sino por la oportunidad a estos pequeños y medianos agricultores de vender sus productos en el mercado, llegando a otros consumidores y así mejorar sus condiciones de vida. La agricultura familiar está muy relacionada con la agricultura de subsistencia, pero no siempre los agricultores viven o se alimentan de lo que cultivan o recogen (hay que aclarar que dentro de esta agricultura, entra también la ganadería, avicultura, acuicultura y en general todas aquellas actividades que giran alrededor del trabajo en las zonas rurales).
¿Cómo puedo apoyar a la agricultura familiar?
(Mercado azteca, Fotografía: Wolfgang Sauber)
Muchas veces no somos conscientes de la responsabilidad que tenemos como consumidores, pues cada vez que compramos; estamos apoyando empresas, productores, distribuidores y métodos de producción que hacen posible que disfrutemos de cada uno de los productos que adquirimos día tras día. Cada uno de nosotros es un eslabón que hace posible que la cadena continúe y debemos tomar consciencia de este hecho. Se apoya la agricultura familiar comprando a los pequeños productores, aquellos que con sus pequeñas parcelas ofrecen en el mercado productos y cosechas más reducidas, sin emplear sistemas de producción masivo. Los sistemas de producción a pequeña escala, ofrecen una producción más sostenible (respetando el medio ambiente y las condiciones de trabajo).
Los beneficios de la agricultura familiar
Sembrado de lechuga (Cortesía: miprv.com)
La agricultura familiar, además de beneficiar a los pequeños agricultores y productores, nos beneficia a nosotros más de lo que podamos creer. Este tipo de agricultura:
Favorece y da sustento a pequeños agricultores y productores
Mejora la calidad de vida de comunidades locales rurales
Ofrece una producción más controlada
Ofrece productos más limpios (de pesticidas y químicos)
Ofrece mejores condiciones de trabajo para los agricultores y pequeños distribuidores
Ofrece productos más respetables con el medio ambiente
Ofrece productos más responsables a favor de nuestra salud
Ofrece una oportunidad de trabajo a mujeres (conciliando la vida familiar y laboral)
Podemos conocer de dónde viene lo que comemos
Es una manera más sustentable de aumentar la demanda de alimentos en el futuro
Potencia zonas rurales sin explotar
Ofrece una mejor distribución de los alimentos
Disminuye el monopolio de multinacionales que en la mayoría de veces, realizan prácticas de producción que van en contra de procesos sostenibles
Recupera las semillas y otros alimentos ancestrales y en esto, Latinoamérica es una fuente extraordinaria
Promueve una dieta sana y equilibrada
Preserva la biodiversidad agrícola
Preserva el uso sostenible del patrimonio natural
La agricultura familiar promueve la agricultura verde
Agricultor cafetero (Fotografía: Gustavo Alegrías)
La agricultura familiar promueve una agricultura verde, ya que las producciones a pequeña escala favorecen una producción más encaminada a cultivos ecológicos. Los cultivos ecológicos son bajos en emisiones, van en armonía con el clima y los requerimientos naturales de los cultivos, los productos y del ser humano. La agricultura ecológica ayuda a frenar los desórdenes climáticos que ha ido sufriendo el mundo entero y por supuesto, América Latina; en donde sequías y lluvias torrenciales han perjudicado a millones de personas. Los cultivos sostenibles también disminuyen el riesgo de incendios forestales causados por las altas temperaturas del entorno y la propagación de enfermedades tropicales (ya que ciertas especies de insectos – como el que transmite el dengue – se han propagado por culpa de los cambios en el medio ambiente).
Impacto agricultura vs. clima (Cortesía: wri.org)
El cuadro de arriba muestra el impacto de la agricultura (de izquierda a derecha) en:
El pronóstico de la demanda de alimentos a nivel mundial para el año 2050
El porcentaje de personas a nivel mundial que intervienen en la agricultura (de manera directa o indirecta)
El porcentaje de emisión de gases efecto invernadero, ocasionados a través de la agricultura
Además, en este otro cuadro podemos ver la emisión de gases efecto invernadero de cada país (2010); en donde Brasil, lleva la delantera a toda Latinoamérica, un dato más para ser conscientes de los cambios que está sufriendo nuestro querido planeta, en el cual vivimos. Por eso es importante resaltar, que muchos de los cultivos ecológicos y el uso de la agricultura familiar disminuyen el uso de electricidad en los sistemas de producción y recolección (otra de las causas del cambio climático).
Emisiones de GEI por sector 2005 (Cortesía: cepal.org)
A pesar de que el cuadro de arriba muestra datos del 2005, me pareció interesante compartirlo en Gustolatino Gastronomía como una fuente interesante de reflexión acerca de como en América Latina y en el mundo entero se producen las emisiones de gases efecto invernadero (GEI).
¿Y tú, has meditado sobre la importancia de apoyar a la agricultura familiar?, te invitamos a que reflexiones y nos cuentes cómo apoyas o cómo crees que puedes apoyar esta iniciativa.
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