Se introdujeron en la agricultura hace unos años sin ningún estudio que avalara su seguridad alimentaria y con la falsa promesa de acabar con el hambre en el mundo y facilitar la vida de los agricultores, pero la verdad es que no han supuesto ninguna mejora en la vida de los mismos, ni se ha acabado el hambre en el mundo y cada vez es más cuestionada su seguridad.
El impacto medioambiental de los cultivos transgénicos es enorme, el uso de agrotóxicos cada vez es mayor debido a la resistencia que están presentando algunas malezas y plagas a sus efectos, pero a su vez está acabado con la pureza genética de muchas especies vegetales silvestres, está menguando las poblaciones de insectos beneficiosos para el campo y terminando con la biodiversidad.
Aunque en un principio los organismos transgénicos fueron creados para ser estériles ,al poco tiempo se modificaron para asegurar su fertilidad y propagación simplemente buscando beneficios económicos, contaminando así los cultivos tradicionales y menguando su diversidad genética con efectos irreversibles.
En relación a su seguridad como alimentos no hay ningún estudio que avale la misma, sin embargo cada vez son más cuestionados por la aparición de nuevas alergias, resistencia a ciertos antibióticos y la proliferación de enfermedades graves en la población agrícola por el manejo de los agrotóxicos utilizados en su cultivos.
Aparecieron en el mundo agrícola con la promesa de acabar con el hambre en el mundo, pero la realidad es que la mayoría de los cultivos de transgénicos están destinados a la alimentación animal y la producción de biodiesel, a su vez se ha comprobado que no son más productivos que un cultivo tradicional y ni mucho menos más nutritivos, además de haber empobrecido a miles de agricultores al ser obligados por contrato a volver a comprar semillas año tras año aunque su cosecha y beneficios económicos hayan sido escasos.
La normativa obliga a etiquetar los organismos transgénicos destinados a la alimentación humana, pero permite que haya un 0,9% de contaminación por transgénicos en los alimentos sin ser obligatorio el indicarlo en la etiqueta. A su vez tampoco es obligatorio indicar en las etiquetas de los alimentos como huevos, leche o carne que los animales de los que provienen hayan sido alimentados con productos transgénicos.
Nosotros como consumidores tenemos difícil ejercer nuestro derecho de consumir alimentos sanos y libres se transgénicos, sin embargo podemos tomar ciertas precauciones a la hora de comprar ,evitaremos los alimentos en cuya etiqueta aparezcan las palabras soja o maíz modificados genéticamente como margarinas o mayonesas. Los alimentos precocinados frecuentemente llevan harinas u almidones provenientes de cultivos de transgénicos.
Para más información aquí tenéis un listado de alimentos que llevan transgénicos.
La alternativa al consumo de alimentos transgénicos es comprar y cultivar alimentos provenientes de la agricultura ecológica, en la cual se utilizan métodos de cultivo sostenibles, se fomenta la biodiversidad y la producción de alimentos saludables.
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