El pasado 5 de septiembre tendría que haber sido un día festivo en Brasil, pues se celebraba como cada año el día del Amazonas. Desgraciadamente, este año los incendios forestales en el Amazonas que están asolando gran parte de este gran bosque tropical han eclipsado esta festividad.
Como seguramente sabrás, no sólo en Brasil se están viviendo momentos trágicos, pues la Amazonia abarca grandes extensiones de tierra de Perú, Colombia, Bolivia, Paraguay, Venezuela, Ecuador, Guyana y Surinam. Se trata de reservas naturales que en mayor o menor medida se están viendo afectadas por los incendios.
Los incendios forestales en el Amazonas, que han ocupado titulares en la prensa durante este verano, están provocando terribles daños en flora y fauna de estas regiones. La deforestación derivada de las pérdidas de vegetación genera a su vez sequías, pues al haber menos superficie de bosque se reducen la humedad y la cantidad de lluvia. Esta, además, no es absorbida debidamente, llegando a provocar la desertización y la extinción de especies autóctonas.
Pero eso no es todo, pues se sabe que los incendios forestales en el Amazonas están obligando a desplazarse a comunidades enteras de pueblos indígenas, quienes ven sus tierras y posesiones desaparecer entre las llamas. El patrimonio ecológico perdido y también el humano y cultural, nos hacen pensar en que afrontamos una grave crisis.
Un paraíso en peligro
La Amazonia ostenta desde hace años el título de pulmón del planeta. Se calcula que emite más del 20% del oxígeno que respiramos y absorbe al año más de 2.000 millones de toneladas de CO2 de la atmósfera. Sabemos que estos datos están cambiando negativamente y necesitábamos hacértelo saber.¿Los incendios en el Amazonas son un fenómeno nuevo? La verdad es que no. Cada año se pierden enormes extensiones de selva, pero este año ha cambiado la tendencia de disminución de incendios. Se estima que en lo que va de año se han quemado más de 4500 km2 de vegetación; para que te hagas una idea más clara, la misma superficie de La Rioja.
Según informa el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil, entre enero y agosto de este año se han localizado más de 72.000 focos de incendio, aproximadamente un 83% más que en el mismo periodo del año pasado. Sabemos que el origen de estos incendios es debido en su totalidad al factor humano, y además de forma deliberada. La laxitud de la legislación en cada uno de los países afectados, no ayuda a prevenir esta situación. Es común que los terrenos talados sean quemados para ser posteriormente utilizados en la agricultura y la ganadería. Además, en muchos casos la falta de prevención hace que el fuego se extienda a zonas no deseadas.
El imperativo de actuar contra el cambio climático
Debemos considerar lo que está sucediendo como una auténtica crisis climática, ya que no se limita al entorno del Amazonas. El incremento de las emisiones de CO2 a la atmósfera afecta al cambio climático a nivel global. En el contexto de la reciente Cumbre sobre el cambio climático de la ONU, es importante que todos los gobiernos, agentes sociales y cada una de las personas tomemos conciencia sobre la protección de nuestro patrimonio natural, para garantizar la pervivencia de un planeta donde sea saludable vivir, y donde no queden afectadas o desplazadas las comunidades más vulnerables como son las afectadas por la pobreza, o los pueblos indígenas.Si te ha interesado este artículo, puede que también quieras leer: ‘La tierra o la vida’
Fotografía: Hans Schwarzkopf