El proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) que empezará a debatirse próximamente es de importancia capital para el archipiélago, puesto que las islas se juegan consolidarse como un paraíso tributario real para las grandes empresas debido a la baja fiscalidad aplicada en Canarias.
La razón es el tipo mínimo introducido por el Gobierno en el impuesto sobre sociedades para garantizar que las empresas abonan el equivalente a un 15% de su base imponible, o del 18% para las petroleras y la banca.
Ninguna bonificación ni deducción permitirá a las empresas sobrepasar este umbral. Solamente las ventajas fiscales del archipiélago permiten realizarlo, lo que incrementa el atractivo de la comunidad para inversiones futuras.
Concretamente, el artículo 64 del Proyecto de Ley de PGE, en su segundo apartado, precisa que la Zona Especial Canaria (ZEC) conservará sus privilegios actuales con un tipo nominal del 4% para aquellas empresas acogidas.
El articulado de la ley señala que “la base imponible positiva sobre la que se aplique el porcentaje [el tipo mínimo] no incluirá la parte de la misma correspondiente a las operaciones realizadas en el ámbito geográfico de la Zona Especial Canaria”.
Canarias como “paraíso tributario”
Los PGE no están aún aprobados y afrontan un importante examen con las enmiendas a la totalidad. No obstante, exhiben meridianamente la voluntad del Gobierno de proteger los beneficios fiscales de las islas.
Frente a la inquietud del futuro normativo del tributo, lo que resulta evidente es que Canarias conservará su estatus de “paraíso tributario” para aquellas empresas con un tipo nominal del 4%, el menor de toda la Unión Europea.
El archipiélago cuenta con este tratamiento especial por su particular característica de región insular y ultraperiférico. Dicho sistema promovido por la Comisión Europea para incitar la actividad económica en este tipo de territorios mediante la atracción de inversión exterior.
Hoy en día existen alrededor de 660 empresas inscritas en la ZEC, por lo que se benefician de todas sus ventajas fiscales. Sin embargo, no todas las empresas pueden inscribirse en la ZEC, puesto que hay ciertos requisitos para dirigir la inversión hacia sectores productivos.
De esta forma, aquellas empresas que deseen disfrutar de dichos beneficios fiscales han de invertir en sectores que diversifiquen la economía isleña (no pueden ser inversiones financieras ni empresas turísticas), hacer una inversión mínima de 100.000 euros y deben crear un mínimo de cinco empleos.
Ventajas fiscales muy atractivas
Los beneficios fiscales de la ZEC no se limitan solamente a la rebaja en el tipo nominal en el impuesto sobre sociedades, ya que las islas tienen otras ventajas fiscales, como las bonificaciones de productos corporales elaborados en el archipiélago, las deducciones por inversión o la dotación de reservas para inversiones.
El Gobierno ha presupuestado, en total, unos beneficios fiscales para las empresas que rebasan los 500 millones de euros solo con estas figuras. Las especiales condiciones de la comunidad han posibilitado la creación de 7.000 empleos y la atracción de 1.000 millones de euros en inversiones.
El fin de la ZEC es mejorar la lista de actividades aprobadas para beneficiarse de dichas ventajas fiscales y aumentar su dotación presupuestaria para extender la comunicación de sus ventajas fiscales.
Aunque Canarias ha logrado un gran desarrollo económico en las dos últimas décadas, el crecimiento ha sido bastante lento y complicado por la dificultad de poder atraer inversión foránea.
Las ventajas de la ZEC han permitido la atracción de inversión en sectores poco desarrollados en la comunidad, como por ejemplo el rodaje de películas o series, la programación informática o la intermediación comercial con el continente africano.