En concreto estuvimos hablando de algo que nos ha ocurrido a muchas usuarias de productos menstruales reutilizables: cuando los usas te das cuenta muy rápido de lo incómoda que habías estado hasta ese momento. Nos decidimos a utilizar los productos menstruales reutilizables por razones ambientales y acabamos convenciéndonos por motivos de salud y de comodidad.
La regla duele y mancha. Estamos más cómodas en los días en que no tenemos la regla que en los días en que estamos con la regla. Mirar hacia otro lado no hace que nada de lo anterior cambie. Pintarla de azul, tampoco.
La menstruación, además, es una inmensa fuente de residuos. Si calculamos que una mujer tendrá de media 470 reglas a lo largo de su vida, solo tenemos que hacer una multiplicación muy sencilla para calcular la cantidad de tampones, compresas y salvaslips que acabarán en un vertedero (ese sitio que, por desgracia, todavía no tiene el poder de hacer que desaparezca mágicamente la basura).
Pero es que, además de contaminantes,
la mayor parte de productos menstruales desechables
no son ni tan cómodos, ni tan suaves, ni tan saludables
como nos han vendido.
Más bien todo lo contrario.
Mientras tanto, están los mensajes publicitarios, vendiéndonos la regla como si fuera una fiesta o algo que no existe. Al fin y al cabo, en eso consiste el temible invento de la súper woman. Trabajar, hacer la compra, limpiar la casa, ser madres perfectas, hacer deporte, arreglarse, hacer dieta, estar siempre jóvenes y contentas, tener un cuerpazo y jamás de los jamases emitir una queja.
¿Y por qué la higiene menstrual sostenible nos liberará
de una buena parte de todo esto?
En primer lugar, porque nos obliga a replantearnos las “bondades” de los productos convencionales. De repente, surgen interesantísimas conversaciones entre amigas , artículos honestos y sin eufemismos y muchas preguntas a empresas que llevaban demasiado tiempo siendo incuestionables.
Si ya has experimentado por ti misma la revelación de la copa menstrual, de los salvaslips reutilizables y compresas reutilizables de algodón orgánico o de las bragas menstruales. Si alguna vez has dicho aquello de ¡no me vuelvo a poner un tampón en mi vida! Si ya eres una usuaria de los productos de higiene menstrual reutilizables, todo esto te sonará muy familiar.
¡Sí! Las compresas reutilizables y la copa menstrual son rotundamente más cómodas que cualquier otro producto de usar y tirar. Sus materiales no son dañinos para la piel, de hecho, una vez las tienes puestas te das cuenta de lo incómoda que habías estado hasta ahora con los productos convencionales.
Lo que parecía un sacrificio acaba
convirtiéndose en una liberación.
Los productos menstruales reutilizables también son empoderadores porque los compras una vez y te puedes despreocupar durante años. Puedes viajar a donde sea durante el tiempo que sea, olvidándote de tener que comprar y de la basura que generarías con los productos tradicionales.
Además, te permitirán ahorrar y dejarás de fomentar una industria millonaria y agresiva muy centrada en el sector femenino, que nos vende como comodidades y necesidades productos que, no solo no son mejores para nuestra vida, sino que pueden acabar perjudicando nuestra salud: segun qué maquillaje, según qué depilación, según qué anticonceptivos, según que ropa, según que complementos,…
Nos vemos en la mani y en los comentarios ;)