Lo reconocemos. Las luces del Raval nos han ganado.
Primero, porque son muy del barrio. Las luces representan las siluetas de más de 60 vecinos, trabajadores y comerciantes de las calles de Joaquim Costa y Hospital, fotografiados por la artista Maria Espeus. Puedes ver las fotos que inspiraron cada una de ellas en los establecimientos de los comerciantes que las protagonizan.
Segundo, porque tienen un enfoque social. Las luces del Raval han servido para crear oportunidades de autoocupación para vecinos sin trabajo, a través de la formación en técnicas artesanales. Además, ocho de ellos han podido aplicar todo lo que han aprendido en el curso accediendo a un contrato laboral para la decoración navideña del barrio.
Tercero, porque han conseguido transformar una celebración cristiana en una fiesta no religiosa, colaborativa, inclusiva y abierta hacia todas las culturas. Y este es nuestro punto preferido porque refleja el carácter del barrio que siempre nos ha enamorado. El Raval es de todos y para todos. Aquí se demuestra cada día que, por encima de nuestras pintas, culturas e idiomas, podemos convivir y dar lo mejor de nosotros en una misma comunidad. Y, como ya hemos dicho en anteriores posts, creemos firmemente en el poder de la colaboración.
Cuarto, porque se han realizado con criterios sostenibles. En su elaboración se han priorizado los productos de proximidad, con materiales vinculados a oficios tradicionales o bombillas LED de bajo consumo. Además, su diseño es minimalista, con lo que no se necesita una gran cantidad de las mismas.
Cinco, porque son extremadamente bonitas y delicadas ;)
Durante estos días hemos estado hablando con varios comerciantes de Joaquim Costa y la verdad es que están orgullosos y encantados con el resultado. Este ya es el segundo año en que se lleva a cabo la iniciativa RavalKm0, que trata de fomentar la dinamización comercial y social del Raval, a la vez que genera oportunidades formativas y ocupacionales en el barrio.
El diseño de las luces ha estado a cargo del industrial Curro Claret, con la colaboración y asesoramiento de Maria Güell, que cuenta con una amplia experiencia en la iluminación de espacios públicos. El proyecto ha contado también con la implicación de Citelum Ibérica, que se ha encargado de la instalación de las luces.
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