Metaverso, NFT y moda sostenible

Si algo nos ha confirmado la pandemia es que Internet es un gran invento: nos ha permitido seguir trabajando, seguir formándonos, seguir relacionándonos y, por supuesto, seguir consumiendo. En el caso del consumo de moda, y según leemos en el recién publicado Informe del Sector de la Moda de Tatiana Valoira para EAE: “A nivel mundial, en 2020 en un lapso de ocho meses las ventas de moda online se incrementaron de un 16% a un 29%, adelantando así un crecimiento de seis años”. En el caso de España, en “el año 2020 el e-commerce representó el 19,4% del total de las ventas de moda totales con un crecimiento de 10,1 puntos porcentuales respecto del peso que tenía en 2019 (9,3%)”. Es decir, comprar ropa por Internet nos ha resultado fácil y atractivo. 

Seguramente por ello -y porque se ha detectado un comportamiento muy parecido en la mayoría de sectores-, a finales del 2021 Mark Zuckerberg, propietario de Facebook, Instagram y Wahstapp, lanzó unas declaraciones en las que aseguraba que el entorno digital iba hacia el Metaverso y, a la vez, rebautizaba su conglomerado de empresas con el nombre de Meta



¿Qué es esto del metaverso y los NFT?

Pero, ¿qué es exactamente el Metaverso? Para explicarlo de una manera llana y clara, el metaverso vendría ser la interconexión entre todas las plataformas y espacios virtuales habidos y por haber convirtiendo incluso nuestra persona en una avatar, nuestro alter ego virtual. El objetivo es que este muñequito virtual sea nuestra extensión en el entorno digital y podamos movernos en este universo paralelo en tiempo real, utilizando una única identificación digital para relacionarnos y comprando bienes de consumo reales o virtuales (los famosos NFT- non fungible tokens). En palabras de la investigadora Janet Murray en la web del Institute of Network Cultures:Un encuentro mágico de Zoom con toda la versión lúdica de Animal Crossing. En realidad el metaverso, tal y como nos recuerdan en Domestika, ya existe desde hace años a pequeña escala (¿te acuerdas de Second Life?). Lo único es que la apuesta ahora es interconectarlo todo y a todas. 

Una vez ubicada -más o menos- ¿imaginas qué significa el metaverso para la industria de la moda? Ya te lo digo yo: una auténtica locura. Y es que en este universo paralelo, con un alterego también pararelo, querremos comprarnos ropa -virtual claro está- para vestir bien también en esta nueva dimensión.  Y quizás, luego, querremos la misma prenda en versión física para utilizarla en el mundo real. Y aquí empieza en lío. Yno, no estoy hablando de un futuro distópico, estoy hablando de ahora. 

Videojuegos como Fornite, League of Legends, Roblox o Animal Crossing ya cuentan con colecciones de firmas como Louis Vuitton, Ganni, Benetton, Balenciaga o Adidas. Y es que ahora ya no solo nos importa tener las mejores armas o herramientas para ganar el juego, si no que lo que quieren los centenials es lucir lookazo en ellos. Increíble pero cierto. 



Pero esto no solo va de gamers apasionados por la moda. Esto va de la industria en mayúsculas. Según leemos en Harpers Baazar: “Se estima que la inversión en el metaverso se multiplicará por diez este año 2022, dando forma a un mercado de más de 800.000 millones de dólares”. Y resulta que el segundo sector que más está apostando por ello, después de el de los videojuegos, es el de la moda. Tal y como leemos en Vogue: “ Los juegos Metaverso y los NFT podrían representar el 10 % del mercado accesible de artículos de lujo para 2030, ofreciendo 50.000 millones de euros en ingresos y un aumento estimado del 25 % en las ganancias de la industria, según estimaciones de Morgan Stanley”.  Tal y como muy bien resume el consultor experto en lujo y transformación digital, Javier Plaza: “Para el lujo, es una nueva categoría de producto que permite microtransacciones, igual que los perfumes o la cosmética”. 

Los juegos Metaverso y los NFT podrían representar el 10 % del mercado accesible de artículos de lujo para 2030, ofreciendo 50.000 millones de euros en ingresos y un aumento estimado del 25 % en las ganancias de la industria

Incluso para los más puristas, deciros que a finales de este mes de marzo ya está prevista La primera Semana de la Moda del Metaverso en Decentraland, en la que las “personas” asistentes podrán ver los desfiles, comprar las prendas para sus avatares y también acudir a las fiestas posteriores. Locura nivel máximo. Pero también pensábamos que era de locos encerrarse dos meses y medio en casa. Y mira. 

Calling all designers, brands and fashionistas.
Decentraland x @UNXD_NFT presents Metaverse Fashion Week.
A week of Catwalk shows, pop up shops, after parties and immersive experiences 24th – 27th March 2022
have your collections ready! pic.twitter.com/BXkpAV1TOJ

— Decentraland (@decentraland) December 26, 2021

¿Qué aporta el Metaverso a la industria de la moda?

Toda esta distopía o utopía (según se mire), aporta, obviamente, grandes novedades a muchos sectores y, naturalmente también al de la moda. Y es que a parte de los nuevos nichos de mercado que ya hemos comentado, alguien tendrá que diseñar todas estas nuevas prendas y accesorios virtuales y hacer que queden bien a tu avatar. En este sentido el diseño de moda en entornos virtuales se vislumbra como una nueva profesión de la que ya se pueden cursar estudios específicos. Y también, claro está, ya están despuntando gurús del diseño de moda 3D. Un caso muy mediático a finales del año pasado fue el de Monica Louise, una joven canadiense de 28 años conocida como Monica Quin, que se ha hecho rica  diseñando y vendiendo ropa en el mundo virtual Zepeto. Un caso más extremo aún es el que nos brinda The Fabricant Studio, el proyecto creado por Kerry Murphy con el que pretende democratizar el diseño de moda y posibilitar que cualquier desde su casa pueda crear sus prendas y ponerlas a la venta. 



Naturalmente, el Metaverso y los NFT también están desarrollando nuevas oportunidades para los departamentos de marketing y fidelización de las firmas de moda, ya que permiten múltiples formas de venta cruzada en el mundo virtual y físico, personalización de prendas, etc. Y, por supuesto, a los departamentos jurídicos y despachos de abogados, que están viendo cómo la legislación al respecto se construye sobre la marcha y se va adaptando en tiempo real a las necesidades emergentes sobre propiedad intelectual, etc. 

Monica Louise y su avatar en Zepeto.

¿Es el metaverso y los NFT realmente más sostenibles para la industria de la moda?

 Y llegados a este punto, la pregunta del millón: ¿es el metaverso y los NFT una opción sostenible para la industria de la moda? 

Mucho se ha hablado del gasto energético que supone la construcción y mantenimiento de este mundo paralelo, pero creo que no hace falta realizar un análisis del ciclo de vida de las cada producto fabricado y cada NFT creado para determinar que fabricar, vender y consumir prendas virtuales es mucho más sostenible que hacerlo con prendas físicas: no cultivamos ni creamos materia prima; no generamos tejidos ni prendas físicas que se convierten en un residuo preconsmuo o postconsumo; no transportamos nada físicamente; no construimos centros comerciales ni flag ships físicas; no generamos gasto energético con el mantenimiento de la prenda; no desaguamos microplásticos debido al lavado. E incluso no realizamos eventos físicos porque, como en el caso de la presentación de esta colección sostenible de H&M, los desfiles los hacemos en el metaverso . 

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Pero cuidado: este universo paralelo, este metaverso en el que todo es mágico, fantástico y divino, se está construyendo sobre unos cimientos que, al menos a mi entender, lo que más fomentan es el consumo, la apariencia y la competición. Y eso, no pinta nada bien.  Y es que si seguimos así, muchas personas -y sobre todo las más jóvenes- preferirán vivir en este mundo virtual representados por un avatar mucho más atractivo, mucho más simpático, mucho más seguro, mucho más fribrado y, por supuesto, mucho mejor vestido, que su yo real. Y que ello, inevitablemente, generará problemas de salud mental cuyo coste, seguro, será mucho más elevado que el evitado. Además, y centrándonos estrictamente en la industria de la moda, no olvidemos que, por más sostenibles que vistamos en el metaverso, también necesitaremos ropa para el mundo real. Y ésta también deberá ser sostenible. 

Como asegura Livia Firth, abanderada de la moda sostenible y quien desde su empresa Eco-age acaba de lanzar Eco-Verse, un servicio para asesorar a los clientes sobre cómo ingresar al NFT y mundo del metaverso asegurándose de que respeten los estándares ambientales y sociales: “Esta época promete muchos cambios. Pero si esto es bienvenido o no depende de cómo dirigimos un curso a través del cambio. Se trata de tomar decisiones basadas en la justicia social y la ética […]  Hoy tenemos marcos sólidos en el ‘mundo físico’ como los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible o marcos de información como SASB y GRI y esta nueva revolución tecnológica no está exenta de gobernanza, aunque actualmente nadie está hablando de ello o incluso pensando sobre eso”. 

Totalmente de acuerdo. Que el metaverso, los NFT y las tecnologías en general nos sirvan para minimizar el impacto ambiental negativo, para poder sociabilizar y conectar cuando las pandemias, nuestra ubicación geográfica o nuestra condición social nos lo impide; y por supuesto para poder desarrollar herramientas y técnicas que mejoren la vida. Pero, por favor, que todo ello no sirva de excusa ni de muro para alienarnos todavía más unos de otras; para coartar nuestra empatía; y para desconectarnos de lo que realmente -cuyo origen etimológico es la palabra “real”- importa. Como en casi todo, la educación de las nuevas generaciones es la clave. 

Tienda Gucci en el Metaverso

Colaboración de Nike y RTFKT Studios para el diseño de prendas para el metaverso.

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