1. Aborda la sostenibilidad de manera integral
La sostenibilidad debe abordarse desde sus cinco áreas: buen gobierno, laboral, ambiental, social y económico. Eso quiere decir que no vale sólo en ser una marca local o trabajar con materiales sostenibles (orgánicos o procedentes de materiales reciclados) para considerarse sostenible. Estas prácticas aisladas son buenas prácticas y tienen valor, pero no implican que puedas decir que eres sostenible, ojo que podrías caer en el greenwashing. Pero calma. Si este es tu caso, podemos afirmar que estas buenas prácticas que ya llevas a cabo pueden ser la semilla para ser sostenible, sin duda son fortalezas de tu modelo de negocio.2. Implica a toda la organización
Es importante tener claro que la sostenibilidad o la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) es transversal, debes implicar a toda la organización y tener en cuenta toda la cadena de valor: todos los departamentos deben alinearse con la estrategia de sostenibilidad que se implantará progresivamente.Para empezar, es recomendable crear la comisión de RSC representativa de las áreas de gestión de la organización y valorar si serán necesarios expertos externos. La comisión de RSC tendrá la misión de asegurar la implantación de la RSC en la estrategia de la organización a través de las acciones que se programaran en un plan de acción en RSC.
3. Conoce a tus stakeholders
Es esencial identificar los grupos de interés de tu organización, los internos y los externos. Es decir, aquellas personas o grupos de personas con las que se relaciona tu organización y que pueden condicionar la estrategia. Identifícalos y averigua cuáles son sus necesidades y sus expectativas. Las debes tener en cuenta para definir tu propuesta de valor.4. Analiza tu situación actual
Antes de elaborar un plan de acción es imprescindible saber cómo está la situación actual en materia de RSC de tu empresa. Esto te permitirá identificar tus fortalezas, seguro que tienes buenas prácticas implementadas, pero no les estás dando el valor suficiente. La diagnosis te permitirá también identificar qué parte de la gestión puedes mejorar y por dónde puedes empezar a trabajar.5. Dibuja tu primer plan de RSC
Estas oportunidades de mejora identificadas, serán la base para definir las acciones de tu Plan de Acción en RSC. Cuando tengas las acciones definidas debes programarlas en el calendario: te recomiendo que definas un calendario realista, que no te ahogue pero que tampoco sea demasiado largo (los planes se implementan normalmente entre 2 y 3 años), piensa si necesita inversión y cuando podrás hacerla.6. Asigna responsables
Es importante también que cada acción tenga asignada una persona responsable (de la comisión de RSC, por ejemplo). Alguien que comprenda los objetivos que persigue la implementación de la acción y que disponga de los recursos materiales y humanos para implementarla. Finalmente, define indicadores de seguimiento de las acciones para asegurar que se obtendrán los resultados esperados, por ejemplo, si has definido una acción en el ámbito ambiental orientada a ahorrar energía, debes definir los indicadores necesarios para monitorizar el consumo de energía y el ahorro obtenido.7. Implementa
Cuando el Plan de Acción ya está redactado, empieza la fase de implementación en base al calendario definido. Para asegurar esta implementación es recomendable programar reuniones periódicas (al menos semestrales) para seguir la correcta evolución y valorar si deben posponerse acciones o volcar más recursos de los que se habían previsto inicialmente.Tips que te pueden ayudar
Ya para acabar te queremos hacer unas recomendaciones:Analiza toda tu cadena de valor e identifica procesos y materias primas. Debes ser coherente en toda la cadena y que tus empresas proveedoras estén alineadas con tus valores, así conseguimos extender la sostenibilidad.
Valora integrar la economía circular. La industria de la moda es la segunda industria más contaminante del mundo o sea que no podemos esperar, hay que reducir residuos o convertirlos en materia prima. También reducir el consumo de energía y agua.
Diseña tus piezas pensando en su ciclo de vida y cómo pueden reciclarse cuando lleguen a su fin.
Reduce el packaging, etiquetas y que sean de materiales reciclados y reciclables.
Analiza tu equipo con perspectiva de género, si dispone de beneficios sociales y asegúrate que los derechos humanos se respetan en toda la cadena de valor.
Potencia la contratación local.
Plantéate si en la plantilla puedes incorporar personas con discapacidad o en riesgo de exclusión social.
Revisa si con tu propuesta de valor puedes generar valor social o ambiental o piensa en generar alianzas con organizaciones no lucrativas.