Estos moldes los solemos hacer a menudo porque son baratos y dan para muchos jabones. Además se pueden fabricar de diferentes tamaños según las medidas del jabón que quieras conseguir, la cantidad de jabón que vayas a elaborar, o la técnica que vayas a emplear (marmolado, dibujos, degradados, rayas, etc).
Éste que hemos fabricado es para un lote de jabón de peso total de 1 kg, y las medidas de las pastillas serán de 5,5 centímetros de ancho por 7 (como máximo) de alto.
Los materiales necesarios son:
1 lámina de cartón pluma de 30 x 40 cms. Cuanto más gruesa mejor.
1 lámina de goma eva del mismo tamaño o aproximado.
Pegamento o silicona líquida.
1 cuerda o gomas elásticas.
Herramientas necesarias:
1 regla, 1 cúter y 1 lápiz.
¿Cómo se hace?
1. Primero, con la ayuda de una regla trazamos las medidas sobre el cartón pluma. Para este molde hemos utilizado las siguientes: alto 7, ancho 5,5 y fondo 26 centímetros. La tapa la hemos puesto un poquito más ancha para que sobresalga un poco (6 cms en vez de 5,5).
2. Con el cúter recortamos las partes que no vamos a necesitar del cartón pluma, presionando fuerte para cortar bien.
3. Una vez recortado del cartón las partes innecesarias marcamos con el cúter (sin llegar a cortar) el resto de líneas. De forma que se puedan doblar perfectamente por esas marcas pero sin romperse.
4. Situamos el cartón pluma encima de la goma eva y dibujamos la silueta con un lápiz. Ahora podemos después recortarlo con las tijeras o bien con el cúter y la ayuda de una regla.
5. Por último los pegamos bien, poniendo pegamento o silicona por todos los sitios y sobre todo por los extremos.
Ya lo tenemos listo. Cuando lo vayamos a utilizar lo doblamos en forma de cubo y lo cerramos y presionamos bien con un par de cuerdas o gomillas elásticas, para asegurarnos de que no quede ningún hueco por dónde pueda salir el jabón una vez vertido.
Nota: una vez que el jabón está completamente sólido se desmolda fácilmente (sólo quitando la cuerda o gomilla y presionando un poco) y para reutilizarlo sólo tienes que quitarle los restos de jabón con una espátula o instrumento liso y ya lo tienes listo para la próxima vez. Con algodón impregnado en un poco de alcohol también salen bien los restos de jabón.