Porque la llegada de estas olas polares, granizos y noches de tormenta están coincidiendo con las últimas semanas de mi embarazo, en las que mi mayor prioridad es ponerme la oxitocina alegre a base de chocolate y paseos. Bueno, y hacerme a la idea de que un ser humano nuevo nuevito con su catálogo de necesidades y un millón de cambios bajo el brazo va a llegar a nuestras vidas como un huracán (de amor, pero huracán al fin y al cabo).
Con lo que me vas a perdonar un tiempo lector/a mío/a, que sabes que te quiero mucho y me cuesta abandonarte. Pero sé que durante los próximos meses esta criaturilla va a necesitar del 100% de mi atención y yo tengo mil millones de ganas de dársela completa y exprimir estos primeros momentos hasta la última gota.
Al fin y al cabo, sería muy raro por mi parte tener un blog para hablar de las cosas que realmente importan, esas que no tienen nada que ver con el dinero, el estatus o las propiedades, y disfrutar sólo a medias de una de las experiencias más intensas que puede vivir un ser humano.
Por eso este blog se va a quedar en stand-by durante los próximos meses. Concretamente hasta esta primavera, cuando (espero) que nos volvamos a leer las caras con la misma alegría de siempre.
¿Mientras tanto? No te creas que Una Vida Simple desaparece del mapa. Si me sigues en Facebook, verás que todas las semanas he programado uno o varios de mis post favoritos, esos que más me gustan y de los que me siento más orgullosa. Lo mismo en Twitter. Y en Instagram seguiré posteando alguna foto de vez en cuando.
Así que ¡deséame suerte con esta nueva etapa! O al menos, deséame buenas horas de sueño, que las voy a necesitar
Mil gracias por leer. Nos vemos con las flores.
Alba
P.D. Durante este tiempo la moderación de comentarios en blog y redes y las respuestas a mails tendrán que esperar. Para asuntos urgentes, contacta con Una Vida Simple por mensaje directo de Facebook ¡Gracias por la paciencia!