Hace casi 50 años que salvar el Amazonas es un objetivo mundial de gran importancia, objeto de debate de muchos científicos, políticos y activistas. Y la verdad es que, gracias a muchas campañas medio ambientales, se ha observado un progreso significativo en ralentizar la destrucción de algunas áreas.
Sin embargo, la deforestación sigue siendo enorme y demasiado rápida –pues más de un millón de hectáreas desaparecen cada año. Y es que es una gran mina para las industrias de la soja, el aceite de palma y la ternera –entre otras-, que se hacen con enormes terrenos para sus propias plantaciones o ranchos.
La selva amazónica, o los bosques tropicales, se conocen como los grandes pulmones de la Tierra, ya que son hogar de más de diez millones de especies animales y vegetales. ¡Es uno de los hábitats más importantes del planeta!
Por no mencionar que el Amazonas regula el clima, produce oxígeno y absorbe el dióxido de carbono. Es por eso que muchos países y empresas se están comprometiendo a cortar menos árboles y a plantar más. Y es que un solo árbol esconde toda una cadena de beneficios: desarrollo social y económico de comunidades locales, independencia cultural, mayores tasas de escolarización, menores niveles de contaminación, protección de las especies nativas…
Hace un par de años se llegó al acuerdo de que se reduciría significativamente la deforestación para el 2030. Sin embargo, ante la urgencia de la situación, algunos países, como Colombia o Perú, han decidido marcarse el objetivo de conseguir una ‘deforestación neta cero’ en 2020. Esto quiere decir que, para ese año, toda deforestación inevitable será compensada con la plantación de nuevos árboles, que absorberán el dióxido de carbono generado por esa tala de árboles.
Campaña publicitaria contra la deforestación de WWF
Y aquí viene la gran pregunta: ¿acaso eso es posible? Un equipo de científicos de Conservation International ha identificado un plan que lo haría factible. Este consiste en fortalecer y expandir la zona verde del Amazonas, es decir, la que está oficialmente protegida o pertenece a tierras indígenas; en evitar a toda costa la tala de árboles en las zonas no protegidas, y en promover una producción sostenible en el terreno que ya ha sido convertido en tierra de agricultura, reduciendo así el impacto negativo de la deforestación que no puede ser evitada.
Todo esto comportaría la formación de comunidades y gobiernos, el compromiso del sector privado, objetivos ambiciosos de deforestación neta cero, la monitorización del terreno con drones, el fácil acceso al eco-turismo y a las organizaciones benéficas por parte de las comunidades locales… Parece un poco utópico, pero algunos científicos afirman que es más probable conseguir este objetivo ahora que hace unos años, en parte gracias al acuerdo de París.
Más que una buena noticia, es una esperanza de que lo que hagamos hoy servirá mañana; no todo está perdido. Y aunque esto concierna mayormente a gobiernos, empresas y organizaciones, nosotros también podemos poner nuestro granito de arena en este gran proyecto de deforestación cero.
Algunas cosas que podemos hacer son:
· Reducir nuestro consumo de papel (y comprometernos con el papel reciclado)
· Comprometernos con los muebles o la madera sostenible
· Comprometernos con el aceite de palma sostenible(y evitar el que no lo es)
· Reducir y, si es posible, eliminar, nuestroconsumo de carne
· Invertir en comercio justo
· Comprar productos locales y de temporada
· Apoyar a organizaciones que luchan contra la deforestación
· Escribir sobre el tema: cartas a empresas o a políticos, en el periódico local, en tu blog…
· Usar Ecosia como buscador para plantar árboles con tus búsquedas en Google
¿Se te ocurre algo más que hacer para ayudar a re-forestar el Amazonas? ¿Qué te parece el gran objetivo de ‘deforestación neta cero’? ¡Deja tu opinión en los comentarios!