Resulta que ya por fin, voy un poco tarde, lo sé, me he puesto con la huerta de primavera- verano. Y resulta que escondida entre un montón de margaritas, había una monísima coliflor esperando a que le hicieran caso. Así que pensando, pensando, hacia tiempo que tenía ganas de probar este pastel de coliflor sin gluten y vegano. También es verdad que ese mismo día coseche toneladas de cebollas y puerros, con lo que los acompañantes de la coliflor estaban bastante definidos.
Por supuesto la coliflor va acompañada de un buen puñado de cúrcuma, ya en la receta de la golden soup van de la mano. Y es que parece que se complementan de maravilla y encima la cúrcuma aporta ese color doradito tan mono.
La Cúrcuma o también conocida como azufre de indias, es una planta procedente de la India, fue introducida en Europa hace siglos. Realmente lo que más conocemos y utilizamos de esta planta son sus raíces, que se usan como colorante. Se sabe que entre los años 600 y 300 antes de Cristo, la cúrmuma se utilizaba como colorante para lana. Mas tardes se usaría también para pintar partes del cuerpo, pero sin duda su uso más extendido fue para teñir textil lana, seda, cuero, algodón, cuero, papel… y todo lo que se os ocurra que quedaría mejor de color amarillo dorado.
Poco a poco se fue introduciendo también como colorante alimenticio, es una de las partes esenciales del curry y en occidente tiene hasta nombre comercial, si veis en alguna parte E-100 en los ingredientes, no es otra cosa que cúrcuma. Se añade para dar color a infinidad de alimentos.
Sin embrago la cúrcuma no sólo es famosa por su potente poder colorante, sino quizás más importante, por sus increíbles beneficios para la salud. Se le atribuyen virtudes anti-inflamatorias, antioxidantes, analgésicas, cicatrizantes, favorece la reducción del colesterol en la sangre y la curcomina, protege el hígado del estrés oxidativo.
No obstante todos su beneficios hay que aportarla y consumirla con moderación, ya que un uso prolongado puede ocasionar irritación gástrica.
En cualquier caso, a mi, me parece que la coliflor y la cúrcuma forman muy buena pareja, y este pastel de coliflor sin gluten y vegano es muestra de una excelente unión.
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Pastel de coliflor sin gluten y vegano
Pastel de coliflor sin gluten y vegano, sencilla receta para un delicioso pastel vegetal.
Plato Main Course
Tiempo de preparación 15 minutos
Tiempo de cocción 40 minutos
Tiempo total 55 minutos
Raciones 8
Autor La Era Verdadera
Ingredientes
1 coliflor pequeña
2-3 cebollas
1-2 puerros
1 manojo romero
200 gr harina de garbanzos
1/2 cucharadita bicarbonato
1/2 cucharadita levadura química tipo royal
1/2 cucharadita cúrcuma en polvo
1 yogurt vegetal
150 gr agua
1/2 limón el zumo
15 gr levadura nutricional o queso vegano
20 gr albahaca
sal y pimienta
1 cucharada aceite de oliva
Elaboración paso a paso
Quitamos las hojas de nuestra coliflorCortamos la coliflor en ramilletes, lavamos y cocinamos. Yo la he hecho en un molde de Lekue al microondas, 12 minutos. Pero se puede hacer también cocida o al vapor.
Mientras se cuece nuestra coliflor ponemos a precalentar el horno a 180 ºC y vamos pelando y cortando las cebollas. Dejar unas cuantas rodajas de cebolla separadas para decorar.
Picar bien el resto de las cebollas y puerros
En una sartén con un chorrito de aceite doramos las cebollas y los puerros
Picar bien el romero y agregar a las cebollas y puerros
Cuando ya estén doradas incorporamos la coliflor ya cocida y escurrida, sólo un par de minutos para que se evapore el agua.
En un bol mezclamos la harina de garbanzos, el bicarbonato, la levadura, la sal, la pimienta, la cúrcuma y mezclamos bien.
Formamos un huequito en el centro e incorporamos el yogur, la levadura nutricional, la albahaca, el zumo de limón y el agua. Mezclamos bien.
Debe quedar como una crema espesa pero fluida.
Por último agregamos la coliflor y las cebollas e incorporamos bien.
Vertemos la mezcla en un molde apto para horno engrasado o forrado con papel de hornear. Mejor si es desmoldable para que luego sea más fácil de servir.
Decoramos por encima con las rodajas de cebolla y horneamos a 180ºC con calor arriba y abajo entre 30-40 minutos.
Dejar reposar unos minutos y desmoldar.