El confort olfativo no es solo que nuestra casa huela bien, sino que tengamos una buena calidad del aire, y eso repercuta en nuestro bienestar y en nuestra salud.
Hemos oído hablar de muchos tipos de confort dentro de la vivienda: lumínico, ambiental, acústico, térmico… pero el concepto de confort olfativo parece más novedoso de lo que en realidad es. No solo nos referimos a que nuestro ambiente en casa tenga buen olor, o que a no haya olores fuertes o desagradables, sino a que el aire que respiramos sea también de calidad.
Según los expertos el confort olfativo tiene dos vertientes de análisis, la primera se refiere a la utilización de olores agradables con el fin de producir una cierta sensación psicológica (de bienestar) en el individuo. Y, en segundo lugar, el manejo que se debe dar a los olores desagradables, aspecto directamente relacionado con la contaminación ambiental.
Atención a los elementos contaminantes
Aunque la solución pueda parecer obvia en el segundo de los casos: eliminar la fuente contaminante (desechos sólidos, líquidos, químicos, naturales, cualquier aparato de combustión o productor de gases contaminantes…) es muy difícil de llevarse a cabo, principalmente en las grandes concentraciones urbanas. Por otro lado, en el ámbito doméstico se encuentran una gran cantidad de productos y elementos de uso cotidiano que también son contaminantes, tales como estufas, hornos, calentadores, productos químicos de limpieza, insecticidas, disolventes, detergentes, medicamentos, cigarros, etc. que contaminan el interior de los espacios.Todos estos productos deben ser manejados de manera especial, almacenándolos en lugares adecuados y controlados, además es necesario proveer la ventilación suficiente a todas las habitaciones en las que se encuentran.
Aunque lo cierto es que el campo de los olores es muy subjetivo, varía mucho entre diferentes culturas y experiencias personales, cuando son excesivamente fuertes, pueden perturbar el bienestar físico y psicológico e incluso causar irritación en los ojos, nariz y garganta, náuseas y dolores de cabeza. Si su efecto es prolongado en el tiempo, puede afectar el estado de ánimo, la ansiedad y los niveles de estrés.
Los olores pueden provenir de fuentes externas o internas. Las fuentes externas son, por supuesto, más complicadas de controlar: actividades industriales, tráfico, un vecino desagradable, etc. Sin embargo, tener un buen aislamiento en nuestra vivienda (puertas y ventanas herméticas) es clave para evitar que penetren. Las fuentes internas se refieren a los propios materiales de construcción, revestimientos y pinturas, muebles, o los propios usuarios y sus objetos.
¿Cómo es posible mejorar la calidad del aire interior?
Aunque los productos de limpieza pueden cubrir los malos olores, la mejor forma de mejorar la calidad del aire interior es trabajar para detener la contaminación desde su fuente. Hay que prestar especial atención a las alcantarillas y los desagües sin sifón, ya que pueden ser fuentes de malos olores.Ventilar correctamente es la mejor manera de renovar el aire que tenemos dentro de casa. También es importante prestar especial atención a la aparición de humedades y/o condensaciones, ya que este tipo de problemas afecta directamente a la calidad del aire, pudiendo llegar a provocar problemas respiratorios. ¿La mejor forma de evitarlo? Contar con paredes bien aisladas e instalar ventanas de altas prestaciones que nos aseguren un buen nivel de aislamiento y hermeticidad.
Otro elemento a tener en cuenta de cara a mantener una buena calidad del aire en casa, es el uso de purificadores de aire y/o instalar sistemas de ventilación mecánica, que controlan automáticamente los niveles de CO2 en el espacio, la humedad… y filtran el aire que entra desde el exterior.
Otro elemento que puede mejorar la calidad del aire interior, además de muchos otros beneficios, es la incorporación de plantas. Producen oxígeno, eliminan toxinas del aire y aportan valor estético a un espacio. Según un informe de la NASA, los crisantemos absorben gases contaminantes, como el monóxido de carbono y el formaldehído, además de eliminar elementos nocivos como el benceno. Otras plantas que absorben contaminantes son el lirio y la palma.
Desde Vivienda Saludable confiamos en que, con estos consejos, el concepto de confort olfativo sea más accesible y nos ayude a tener mayor bienestar en nuestra casa.