Hoy es un día diferente. Hoy somos portadores de regalos que se esperan con ilusión. Regalos que nuestros niños desean pero que desconocen su fecha de entrega, ya que pocas veces la hacemos coincidir con fiestas cristianas al tener varias comunidades religiosas. Hoy es un gran día.
Cada año, las donaciones de los padrinos por navidades se destinan a cubrir diferentes necesidades en la escuela de Bodouakro. El trabajo, para que engañarnos, no es el más sencillo del mundo, la planificación y decisión sobre necesidades en función de las cantidades donadas es un poquito compleja, pero sus sonrisas al recibir los regalos de sus padrinos nos resarcen de todo el tiempo empleado. Os cuento como lo hacemos para que os hagáis una idea y tengáis una opinión sobre esta actividad.
Primer paso: Hablo con François para que vaya detectando, al mismo tiempo que hace la actualización anual de alumnos en la escuela, las necesidades de ésta y de los niños. Él se encarga de preguntar al director del cole, a los profesores, a los padres y a los propios niños, elaborando un listado con todo lo que comprueba que es necesario y con la debiente justificación del por qué de cada uno de ellos. De no ser por estas donaciones estas carencias no quedarían cubiertas, ya que los padres no disponen del dinero suficiente para ello.
Segundo paso: A finales de octubre, principios de noviembre, me pongo en contacto con todos los padrinos y madrinas de Bodouakro, y aquellos que lo desean me avisan de las cantidades que quieren donar. Son días y días recibiendo e-mails con donaciones, hasta casi mediados de diciembre. Registrando cada una de ellas y pasándolas a Global Humanitaria para que las registren y procedan a su cobro en recibo aparte. De esta manera, cada padrino lo tiene diferenciado de su recibo mensual.
Tercer paso: Una vez que sabemos el dinero del cual disponemos, Cristina y yo nos reunimos con un café por medio y mucha paciencia y analizamos lo que podremos adquirir y lo que tendremos que dejar aparcado para mejor momento. Y no siempre estamos de acuerdo, jajajaja. Queramos o no, y teniendo en cuenta que hacemos beneficiaros a TODOS los niños, hay que seleccionar.
Cuarto paso: Mientras nosotras decidimos, François se lanza a la calle (no literalmente, pobrecito mío) y trata de negociar con algunos comerciantes el precio final, a ver si con suerte nos lo pueden dejar más barato. Algunas veces hasta lo consigue y todo, y doy fe que eso para él representa un esfuerzo extremo, menos mal que también contamos con Daniel Kone que es más combativo y sabe negociar con quien se ponga por delante.
Quinto paso: Cuadramos necesidades de cada clase con donaciones multiplicado por alumnos y ya llegamos a la recta final. ¡Por fin! Ahora sí que puedo dar la orden de compra. François adquiere los materiales y los prepara junto a Dan para llevarlos en nuestro destartalado coche al campamento.
Último paso: El mejor de todos, ¡¡¡el reparto!!! Día de risas, nervios, apretujones, sorpresas, fotos… Las donaciones de los padrinos se han convertido en libros de lectura y escritura para los más pequeños, juguetes educativos, balones, cuentos, mochilas, ropa, libros para los mayores (que no creo yo que reciban entusiasmados libros de matemáticas, pero falta, lo que se dice falta, les hace).
No sé si los Reyes Magos existieron de verdad, pero sí sé que hay personas con un gran corazón que se preocupan de verdad por estos niños, que están pendientes de ellos y que se implican de manera sorprendente. Y es un orgullo llamarlos PADRINOS.
Aidén Calvo de Miguel
Apadrinamiento
acalvo@globalhumanitaria.org