Olvídate por un momento del cambio climático. Olvídate de la sobreproducción de productos, de la distribución injusta de alimentos, de los fósiles y del plástico. Olvídate de lo que no va bien, e imagínate en su lugar un mundo que funciona a base de energías renovables y que coopera con la naturaleza. Imagina una sociedad autosuficiente, comunitaria e inclusiva, personas que tengan las manos manchadas de tierra en vez de sangre.
De eso trata el Solarpunk, un movimiento que pretende convertir la utopía sostenible de muchos en una realidad de lo más tangible.
Boceto de cómo podría ser una ciudad asiática Solarpunk
Podríamos decir que el Solarpunk es una corriente eco-futurista, una respuesta bastante creativa al Antropoceno, basada en una visión donde tanto la humanidad como la tecnología están completamente integradas y en harmonía con la naturaleza. Y no con fines egoístas, sino con el objetivo de salvar el planeta que tan maltratado está hoy.
Empezó como un género literario, pero se ha convertido en toda una revolución. Su visión no se basa en una mera utopía, sino en una sociedad con valores de respeto, igualdad, libertad y cooperación – tanto entre humanos como con animales y naturaleza. Algo así como una contra-narrativa a los caóticos mundos que solemos ver en televisión.
Estamos tan familiarizados con futuros distópicos, escenarios apocalípticos e incluso planetas algo cyberpunk – llenos de alta tecnología, rebeldía y robótica – que parece que nuestra suerte ya está echada. Ante esta resignación y pesimismo, hoy mucha gente se manifiesta con protestas y llevando vidas lo más sostenibles que pueden. Este blog y la comunidad eco a la que pertenece es un claro ejemplo. Sin embargo, ¿por qué no ir más allá? Porque, sin duda, necesitamos algo más que comprar a granel y ahorrar luz en casa.
El Solarpunk ofrece una visión extraordinariamente optimista y activa, en la que no solo no terminamos en caos, sino en la que, además, recuperamos nuestra humanidad. Con recursos ya disponibles, tecnología ya inventada, y una predisposición que muchos estarían dispuestos a dar, descubre un escenario sin escasez de recursos y daños irreversibles.
Para que te hagas una idea, algunas de sus propuestas son la permacultura y la acuaponía, crear edificios y casas energéticamente eficaces y auto-suficientes, generalizar el uso de paneles solares, cultivar algas luminosas, incorporar bibliotecas de semillas, aprobar jardines y huertos comunitarios, crear láminas solares a través de las que se pueda ver (y usar en las ventanas), facilitar cementerios de árboles, carreteras solares, invernaderos en los tejados de los edificios, ropatecas, árboles con turbinas de aire incorporadas, cafeterías de reparación, etc. En definitiva, crear muchos espacios verdes e imitar a la naturaleza, integrándola en vez de destruyéndola, para fomentar una convivencia pacífica.
El término Solarpunk se compone de las dos bases del mismo movimiento. Ese Solar hace referencia a la luz del Sol, tanto en optimismo y esperanza como en energías verdes y renovables. Recuerda que nuestro futuro puede brillar con el día, y no hundirse en la oscuridad de la noche; que un mañana mejor puede ser accesible a todos, y no solo a unos pocos, y que la convergencia entre naturaleza y tecnología no tiene por qué ser agresiva, sino beneficiosa y natural.
Y para que todo esto no se quede en meros castillos de humo, tenemos también la parte más Punk del movimiento, aquella que procura hacer de las ideas una realidad. El punk hace referencia al entusiasmo y la determinación por conseguir el cambio, a la revolución y a la rebeldía para enfrentarse a las multinacionales, al individualismo que resalta la libertad de expresión, y a una nueva cultura hecha a partir de valores como el respeto y la esperanza.
Puede parecer algo quijótico, pero el Solarpunk tiene muchas características que hacen de él un movimiento crucial y realista, más completo que unas simples ideas para ahorrar energía, más asequible que ciertas estructuras económicas actuales, más inclusivo que otras ideologías (puesto que tiene en cuenta a minorías sociales, personas con discapacidades, limitaciones culturales y económicas, etc.), y más meta-consciente que otras corrientes ecologistas, ya que cuestiona cada progreso y decisión.
Aunque no existe mucha información oficial sobre este movimiento, sí que hay muchas personas que, entusiasmadas por la oportunidad que ofrece, comparten información, perspectivas y sugerencias sobre cómo acercarnos más a este eco-futuro. Una bloggera en particular compartió en 2015 algunas razones por las que el Solarpunk es el movimiento más importante de los últimos 20 años.
En esta lista, afirmaba que su importancia se basaba en que es un movimiento increíblemente diverso, donde el individualismo recupera su importancia y los científicos vuelven a ser los héroes de la historia, sin suponer esto un conflicto entre espiritualidad y ciencia.
Integrarse con la naturaleza, no imponerse a ella.
Destacaba especialmente que todo se debía a que era un movimiento optimista – algo que necesitamos más de lo que creemos – y que era asequible, realista, realizable. Nos muestra un mundo, dice, “en que los humanos no nos hemos destruido a nosotros mismos y al medio ambiente, dónde nos hemos retirado justo a tiempo para detener la destrucción del planeta. Hemos aprendido a usar la ciencia sabiamente para nuestro beneficio y el de la Tierra. Ya no somos los jefes supremos; somos los guardianes, somos los jardineros”.
Solo hace falta leer el periódico o ver las noticias para ver que “el gran futuro apocalíptico” está teniendo lugar ahora mismo. Los científicos no se cansan de repetir que el planeta está en una situación crítica y que hace falta actuar al respecto ahora mismo; ni el lunes que viene ni en un par de meses. Ahora.
Edificios integrados en el entorno y haciendo uso de las energías renovables y los recursos naturales.
Creo que es importante difundir la idea de este movimiento para aquellos que no quieren esperar a que otros actúen para salvar el planeta. Da muchas ideas y proporciona información completa y realizable para emprender proyectos, para optimizar viviendas, para mejorar la comunidad... ¡Y creo que es vital para aquellos que se trabajan o quieren trabajar para la sociedad, como arquitectos, diseñadores, ingenieros, biólogos, electricistas, políticos, policias, etc.!
El Solarpunk ofrece la oportunidad de actuar ya, antes de que aparezcan más daños irreversibles. Si bien es un movimiento que debe asumirse en sociedad, uniendo a toda una comunidad, a toda una ciudad, e incluso a todo un país, no deja de ser una semilla que empieza en nuestras casas. El primer rayo de sol y las primeras gotas de agua fresca que reciba para crecer, debemos proporcionárselo nosotros mismos como individuos.
Hasta ahora he podido leer verdaderos ensayos, artículos y sugerencias de lo más completas para hacer del movimiento una realidad. Estoy deseando compartir lo que voy descubriendo en La Vida Uve, y poner en marcha algunas de las acciones individuales que inspiren un cambio en comunidad.