Después de los posts navideños y de año nuevo retomamos la sección Una Boda Simple con uno de los posts más necesarios si te estás embarcando en la aventura de organizar tu propia boda: el capítulo de planificación sin estrés.
Para empezar, te diré que aunque sé que eres tú el/la que me estás leyendo, en este post voy a dirigirme a vosotros como pareja, por dos cosas:
Como el amor, la responsabilidad de planificar una boda debería ser cosa de dos.
Cuando organicé mi propia boda me mosqueaba que se dirigieran sólo a mí, como si el evento fuera cosa mía sólo por ser la mujer de la pareja y la opinión de mi ahora señor esposo/entonces prometido, no contara.
Una vez hecha la aclaración, os voy a contar brevemente cómo fue la organización de nuestra boda. O, ejem, de nuestras bodas. Teníamos claro que queríamos algo sencillo y pequeño, y nos hacía ilusión celebrar una boda en casa, pero nuestra familia más íntima es muy grande con lo cual no era posible hacer una sola fiesta junto con nuestros amigos. Después de mucho pensarlo, decidimos hacer dos celebraciones diferentes. Una, un jueves con nuestra familia más cercana. Nos casamos por lo civil en un faro mirando al cantábrico y celebramos una comida en un restaurante local. Ese mismo sábado, celebramos una fiesta para nuestros amigos más íntimos en casa.
Os cuento esto no por afán de contar mi vida (irónico para alguien que escribe un blog ), sino para que tengáis en cuenta que, a la hora de planificar, es vuestra boda la que está a vuestro servicio y no al revés. Esa es la primera lección valiosa para organizar una boda sin estrés: vuestras necesidades y deseos (y no las de los demás) son las que organizan vuestra boda.
VUESTRAS NECESIDADES Y DESEOS ORGANIZAN VUESTRA BODA
Desde mi experiencia, este es el punto más importante a la hora de organizar una boda sin estrés. Olvidaos de lo que se supone que se debe de hacer y de lo que los demás esperan de vuestra boda y centraos en lo que vosotros necesitáis y queréis. Y además os digo una cosa, si tenéis la mala suerte de que vuestra familia/amigos no están muy de acuerdo con cómo planteáis vuestro enlace recordad:
A) No es su boda y no tienen ningún derecho a influir en la vuestra.
B) Luego lo van a disfrutar como enanos.
En nuestro caso no tuvimos ningún problema con nuestra familia, pero sí que les teníamos un poco descolocados porque no dimos muchas explicaciones de lo que íbamos a hacer. Y ¿sabéis qué? Se lo pasaron de muerte. Porque aunque no fuera su estilo o aunque ellos lo hubieran hecho de otra manera, nos quieren y saben que nuestra boda fue un reflejo al 100% de nosotros. Además, al fin y al cabo una boda es una fiesta en la que se celebra el amor, y a todo el mundo le gusta ser partícipe de algo así.
NO SUBESTIMÉIS EL PODER DE UN BUEN EXCEL
Ahora que ya tenéis claro que vosotros sois los que mandáis a la hora de organizar vuestra fiesta, coged teclado y ordenador y poneos a hacer excels. Sé que no suena como una diversión loca, pero os aseguro que es muy útil y mejor plan para un domingo por la tarde que ver las películas de Antena3.
Pero ¿por dónde empezar? Pues precisamente por vuestras necesidades y deseos. O mejor dicho, por vuestros deseos y necesidades.
LOS CUATRO DOCUMENTOS QUE NECESITÁIS PARA ORGANIZAR VUESTRA BODA SIN ESTRÉS
1. LISTA DE DESEOS
Esta es la lista más extensa que haréis porque es aquí donde vais a reflejar todo lo que queréis (y no queréis) en vuestra boda. Es importante que en este apartado seáis completamente honestos con vosotros mismos, y evitéis comparaciones o ideales inalcanzables. Lo más bonito de una boda es que refleje vuestra personalidad y ningún tablero de pinterest hará eso mejor que vosotros.
Y para ello, imaginaos vuestra boda ideal de principio a fin y escribidlo absolutamente todo:
¿cómo es vuestra ceremonia?
¿es al aire libre o bajo techo?
¿es en primavera o bajo la nieve?
¿asisten vuestra familia y amigos más cercanos o sólo vosotros dos y los testigos?
¿cómo vais vestidos?
¿coméis en una mesa larga, en varias o en mantas en el suelo como en un pic-nic?
¿utilizáis copas de vino o bebéis directamente de botellas de cerveza?
¿tenéis fotógrafo o cada invitado sube sus fotos con un hashtag?
¿tenéis un grupo tocando en directo, un dj o una lista de spotify?
Y un largo etcétera de preguntas que os harán debatir sobre cómo es vuestra boda ideal.
El objetivo de hacer esta lista no es conseguir todo lo que queráis a toda costa, sino crear una guía sobre la que trabajar en los siguientes meses y generar un debate entre vosotros para conseguir una fiesta que os represente a ambos.
2. LISTA DE NECESIDADES
Ahora que sabéis cómo es vuestra boda ideal podéis partir de esa idea para conocer vuestras necesidades. Empezad por las más generales. Por ejemplo:
Si sois veganos o alérgicos al marisco, necesitáis crear un menú que podáis comer sin renunciar a vuestros principios o sin morir lentamente el día de vuestra propia boda.
Si tenéis una familia grande y muchos amigos pero queréis que sea una boda íntima, quizá necesitáis hacer dos celebraciones.
Y poco a poco id avanzando hacia las más concretas:
Si queréis una boda al aire libre probablemente tendréis que alquilar, pedir prestadas o crear con vuestras propias manitas sillas, mesas, sombrillas, carpas…
Si queréis un grupo de música en directo necesitaréis potencia (a no ser que sea acústico), si es de noche iluminación y un sitio para que carguen y descarguen los instrumentos.
3. PRESUPUESTO
Ahora que sabéis lo que queréis y lo que necesitáis, hay que bajar toda esa información a tierra para averiguar cómo cuadrarla con nuestras posibilidades.
Para empezar, para elaborar el presupuesto de boda tenemos que tener en cuenta dos cosas:
cuánto dinero nos gustaría gastarnos
cuánto dinero podemos gastarnos
Y ahora, a aplicar el sentido común. Si lo que queréis gastar es menor cantidad de lo que podéis gastar ¡Genial! Vuestras cuentas cuadran perfectamente. Si lo que queréis gastar es más dinero de lo que podéis gastar, comenzad a priorizar vuestros deseos.
Quizá queréis unos buenos trajes y el mejor fotógrafo de la ciudad, pero por presupuesto no es posible. ¡Pues a establecer prioridades! ¿Qué es más importante para vosotros, tener buenas fotos o ir impecablemente vestidos? Y recuerda que en muchos casos hay soluciones alternativas. Por ejemplo, podéis tener ambos si alquiláis vuestros trajes en vez de comprarlos.
En definitiva, es fácil ilusionarse con un día tan bonito pero recordad siempre que, a pesar de todo, sólo es una celebración y lo más valioso de ella no se puede comprar con dinero. Al fin y al cabo, no merece la pena entrar en deuda por una fiesta.
4. CALENDARIO
Ya conocéis qué tipo de boda queréis, qué os hace falta para conseguirla y el presupuesto con el que contáis. Ahora lo único que falta es organizar toda esa información para llevar todas esas tareas a la práctica sin estrés ni preocupaciones. Para ello, dividid las tareas en meses y semanas en un documento calendarizado.
Empezad por las más grandes (buscar el sitio de la ceremonia, reservar la comida, hablar con la persona que os casará, etc.) y dejar las tareas más pequeñas, las que se centran en los pequeños detalles, para los meses próximos al enlace. Pasados los primeros meses ya tendréis organizada vuestra boda a rasgos generales y así podréis centraros en esas pequeñas cosas sin estrés ni preocupación ya que la estructura de vuestro evento estará cerrada. Además, otras ventajas de este sistema es que:
Si algo falla, al tener todo preparado de antemano y dejar los últimos meses para los detalles, tendréis tiempo suficiente para solucionarlo.
Si os pilla el toro y no os da tiempo a finalizar alguna tarea, será algo pequeño en lo que los invitados ni repararán. Porque, como me dijo mi amiga Maite cuando estaba organizando mi boda, sólo vosotros sabéis lo que teníais planificado y al final no salió.
¿Y LA LISTA DE INVITADOS?
Fijaos en que no he hablado aquí de la lista de invitados. Por dos razones. La primera, es un tema complejo que necesita un post propio y la segunda, no me parece esencial para comenzar a organizar una boda. Ya está, ya lo he dicho.
Como habréis visto, sí he hablado de cantidad aproximada de invitados en vuestra lista de deseos, y creo que con eso ya os podéis hacer una idea del número aproximado de invitados que queréis que asistan, que es justo lo que necesitáis a estas alturas del proceso. Es decir, creo que a la hora de comenzar con los preparativos de una boda es mejor saber que queréis que asista vuestra familia cercana y amigos íntimos, que no Paquita Pérez y Manolito Gutiérrez.
Y aquí está el por qué. Al final, crear una lista de invitados es un proceso estresante, que a veces requiere tomar decisiones que no nos gustan, y que suele atascar todo el proceso, por eso es mejor avanzar en esas cuatro direcciones (deseos, necesidades, presupuesto y calendario) y cuando las tengamos claras nos será más fácil hacer la lista de invitados definitiva, con nombres y apellidos.
P.D. Y tú ¿cómo llevas la planificación de tu boda simple? Y si ya te has casado ¿tienes algún truco para lidiar con el estrés?