Sin embargo, había muy poca información en la red sobre cómo hacer una boda sostenible… y a la vez no dejarte un dineral. Encontramos consejos como hacer invitaciones con papel compostable, alquilar todo el mobiliario, regalar a invitados una semilla-solidaria-megaespecial, contratar un catering de productos ecológicos… Un dineral.
Lo que esos posts no contaban es que con un poco de maña y con la ayuda de vuestros amigos y familiares podéis tener una boda sencilla, sostenible, económica y muy vuestra. ¿Queréis saber cómo? ¡Pues seguid leyendo pareja!
1. INVITACIONES MÁS SOSTENIBLES
En vez de una invitación tradicional nuestros amigos recibieron un enlace URL a una web privada con contraseña. ¿Lo mejor de este sistema? Millones de cosas. No implica talar árboles, ni utilizar tintas tóxicas, ni envíos y transporte; es completamente editable y personalizable, rápido y, por supuesto, es muy barato.
Para nuestra fiesta utilizamos wordpress.com con una plantilla gratuita y en un día nuestra invitación estaba en el aire. Además, lo bueno de esta opción es que puedes crear expectación desde el principio. Por ejemplo, nosotros creamos una sección para que cada invitado propusiera los temas que querría escuchar en la fiesta ¡y fue todo un éxito!
2. TRANSPORTE DE INVITADOS
Lo ideal para evitar el impacto ambiental del transporte en vuestra boda es que la ceremonia y la celebración se produzcan en el mismo lugar (o tan cerca que se pueda ir andando). Si aun así, tus invitados tienen que viajar de un punto a otro para asistir, lo mejor a nivel medio ambiental es proveerles de un autobús para evitar que cada uno coja su coche o incentivar el uso compartido de vehículos.
En nuestro caso, la mayoría de nuestros invitados venían de fuera, por lo que decidimos crear un espacio en la web-invitación para ponerlos en contacto y que compartieran transporte. Así, unos recogían a otros y lo que no se conocían venían a la celebración siendo los mejores amigos.
3. OLVIDAOS DEL RENTING Y ENAMORAOS DEL BORROWING
Está claro que alquilar sillas, mesas o carpas para vuestra boda es mucho mejor que comprarlas, puesto que lo más probable es que no volváis a utilizar esos materiales en vuestra vida, con lo que el gasto inútil de recursos es gigantesco. Sin embargo, una opción mucho más sostenible y barata es el “borrowing”. O el pedir prestado de toda la vida.
Al celebrar nuestra boda en casa y tener pocas sillas y cubiertos a nosotros nos fue muy útil pedir a nuestra familia y amigos que nos dejaran algunos por un día. A ellos no les costó nada, mi chico y yo respiramos aliviados ¡y además la mesa quedó preciosa con tantas sillas diferentes!
Por otro lado, los préstamos familiares añadieron un toque de emoción muy bonito a nuestra celebración. Por ejemplo, los manteles que utilizamos pertenecían a nuestras familias, y sobre ellos, nuestros padres, abuelos, bisabuelos e incluso tatarabuelos han celebrado navidades, cumpleaños, nacimientos y fiestas populares. A lo mejor es que soy una romántica, pero me parece muy emocionante pensar que de alguna manera nuestros antepasados formaron parte de ese día tan especial.
Nuestra boda: “Borrowed” a tutiplén. Foto: Sergio Cuevas
4. REUTILIZANDO VOY, REUTILIZANDO VENGO
Reutilizad todo lo que sea posible. En nuestro caso, las mesas en las que comimos eran tableros de obra sobre caballetes, la decoración estaba hecha con cajas de madera y tarros de conserva y recipientes de cristal reutilizados con flores y velas, los carteles para señalizar la ceremonia eran restos de pallets del saco de la leña… Pensad en qué puede ser reutilizado, inspiraos en la red ¡y a por ello!
Hasta el limonero cumplía un papel fundamental. Foto: Sergio Cuevas
5. VESTIDOS Y TRAJES
Aunque este apartado sirve para ambos miembros de la pareja, por experiencia propia voy a hablar del traje de la novia. Yo, que siempre he sido bastante pasota en esto de vestir (y ahora que hago armarios cápsula muchíiiisimo más), me encontré de repente con una presión enorme para escoger una simple pieza de tela. Y es que la frase “verás las fotos toda tu vida” no es muy tranquilizadora que digamos.
Si a esto le sumas tu preocupación medio ambiental y que tu cuerpo es el de una mujer real y no el de un maniquí de El Corte Inglés, apaga y vámonos. El vestido es un verdadero reto y eso que te parecía tan frívolo de repente hasta te preocupa. Así que, amiga, agárrate a la silla, que allá vamos con cuatro opciones para tu vestido, traje o lo que sea que quieras llevar en tu boda eco:
1ª OPCIÓN: SEGUNDA MANO
Ventajas: Es la opción más sostenible y barata.
Inconvenientes: Encontrar un vestido de segunda mano que te quede bien es toda una aventura.
En mi caso, fui a diferentes tiendas de segunda mano en Madrid y me encontré con verdaderas joyas. Vestidos vintage de los 70 con cuerpo de plumetti (si no sabes qué es el plumetti, te comprendo porque yo he estado ahí. Respira y dale al google), monos que parecían recién salidos de Studio 54, vestidos largos de gasa… ¡Maravillas! El problema era que ninguno me quedaba bien ni tenía posibilidad de arreglo. Pero vale la pena probar.
2ª OPCIÓN: ALQUILER
Ventajas: Puedes tener trajes increíbles por un módico precio y después… ¡no te tienes que preocupar por dónde guardarlos! Además, es una opción sostenible ya que no implica la creación de un vestido nuevo.
Inconvenientes: Es un servicio tirando a caro y si vives lejos de una gran ciudad el alquiler se complica mucho.
Sin duda una opción que vale la pena tener en cuenta si tienes un servicio de alquiler de ropa cerca.
3ª OPCIÓN: A MEDIDA CON TELAS SOSTENIBLES
Ventajas: Puedes tener el traje que quieres ¡y adaptado a tu cuerpo!
Inconvenientes: es más caro y es difícil obtener una tela sostenible, bonita y barata.
No hace falta ir al atelier de un diseñador top para conseguir un buen traje hecho a medida. ¿Tienes una costurera (o costurero) de confianza que te arregla los vaqueros y te cose las cremalleras? Pues tienes un fuerte aliado. Por un precio más que aceptable una buena costurera de toda la vida puede hacer maravillas.
4º OPCIÓN: ROPA DE MARCAS ECOLÓGICAS
Ventajas: Es la opción más fácil. Sabes que tu ropa es 100% sostenible y puedes comprar tu traje desde la pantalla de tu portátil.
Inconvenientes: Es la opción más cara e implica el coste ambiental de la producción y el transporte del producto.
Un montón de marcas sostenibles (puedes encontrar un directorio en los comentarios del post “El low cost sale caro“) producen ropa digna de una novia. Desde los típicos vestidos blancos hasta vestidos de fiesta o trajes de chaqueta.
5. FLORES DE TEMPORADA O PLANTAS PARA DECORAR
Las flores cortadas e importadas tienen una huella ecológica muy grande, por muy preciosas que sean. Si tienes una flor preferida y no quieres renunciar a ella en tu boda, puedes colocarla en tu ramo, pero para la decoración utilizar flores locales de temporada o plantas. Por ejemplo, mi ramo era un regalo de mi madre hecho de rosas cortadas, pero las pocas flores que utilizamos en nuestra decoración eran hortensias de nuestra propia huerta.
Nunca unas hortensias dieron más de sí. Foto: Sergio Cuevas
6. LA COMIDA: LOCAL Y KM0 SI ES POSIBLE
No hace falta contratar un catering ecológico para que vuestra comida sea respetuosa con el medio ambiente, sólo hace falta pensar en local. O qué es más sostenible ¿un tomate ecológico de Almería o un tomate normal de la huerta de al lado si tu boda es en Galicia? Al menos da para un debate
Para celebrar nuestro amor como nuestros estómagos merecían, nosotros servimos productos del mar, anchoas, tablas de quesos típicos y marmitas de pescado, todo producido a tan sólo unos kilómetros de mi pueblo en Cantabria. ¡Ah! Y reducimos la carne a los embutidos de entrante para evitar la huella de los productos cárnicos.
El cantábrico en su mesa. Foto: Sergio Cuevas
7. ¿VASOS DE PLÁSTICO? NOP, GRACIAS
Al ser una boda en casa y contar con poco menaje, teníamos los vasos justos para nuestros invitados. Nos negábamos a utilizar plástico, pero con 40 amigos y muchas ganas de fiesta sabíamos que los vasos perdidos por las mesas o el jardín podían ser un problema. ¿La solución? ¡Personalización! El día antes de nuestra fiesta, nos juntamos cerca de 20 amigos en casa para preparar todo y dos de ellos fueron los encargados de poner nombre (y dibujito, que son así de creativos) al vaso de cada invitado.
Eso y una pizarra en la que recordábamos que nadie perdiera su vaso hizo que no necesitáramos utilizar ni un gramo de plástico y que todo el mundo cuidara de su bebida como si fuera su propio hijo.
Dame un gin-tonic en vaso personalizado y te prometo hasta que la muerte nos separe y más allá. Foto: Sergio Cuevas
8. Y LA PREGUNTA FINAL ¿REALMENTE LO NECESITAMOS?
Las bodas, como prácticamente todo, son una gran industria. Así que antes de decidir acerca de esos detalles que últimamente parecen indispensables como las minutas, el regalo de los invitados o el photocall, pensad en el mantra del minimalismo: ¿realmente lo necesitamos?
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P.D. Y tú ¿qué te parecen estos consejos para una boda eco? Si ya te has casado, ¿tuviste en cuenta la sostenibilidad en tu propia celebración? Y si estás a punto, ¿hay algo con lo que te estés peleando en el aspecto ambiental?
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