Enero es un mes de comienzos, de propósitos y de retos. Es una nueva oportunidad para mejorar nuestras vidas, probar cosas nuevas y acercarnos un poquito más a la clase de personas que queremos ser.
Además de los clásicos propósitos de perder peso y hacer más deporte, cada vez son más las personas que quieren hacer su vida un poquito más sostenible. Algo que no resulta extraño, si tenemos en cuenta los efectos cada vez más visibles del cambio climático (en España lo vemos en grandes sequías, el aumento del precio de la luz y las cosechas afectadas), la enorme cantidad de residuos y de plástico que inunda los océanos, las enfermedades que se extienden a causa de los tóxicos en nuestros alimentos y productos caseros, etc.
¡Por supuesto, llevar un estilo de vida sostenible es una decisión muy personal! No hay reglas en cuanto a los pasos que hay que tomar, el ritmo al que tienes que cambiar, o la manera en que tienes que actuar. Cada persona es distinta, y eso hace que nuestros propios viajes hacia la sostenibilidad sean únicos.
Dicho esto, me gustaría empezar el año compartiendo contigo algunas ideas que puedes poner en práctica si quieres llevar una vida más ética y eco-friendly este 2018.
Propósitos para una Vida Sostenible
Pasarte a una dieta vegetal (puedes empezar este mes probando el reto Veganuary)
Dejar la fast fashion y pasarte a la moda sostenible
Comprar más productos de comercio justo
Plantar árboles sin moverte de casa
Evitar en lo posible el consumo de aceite de palma
Reducir tus residuos más habituales
Ayudar a las abejas (cada vez más en peligro)
Ser un turista más responsable y consciente con los animales
Ser más consciente del consumo y ahorro de agua
Proteger la selva amazónica en tu día a día
Pasarte a las energías renovables
Reducir o eliminar tu consumo de carne en contra del cambio climático y la deforestación
Reducir tu consumo de pescado en contra de la sobrepesca
Ser un consumidor local más consciente
Pasarte a la cosmética cruelty free
Apostar por la tecnología sostenible y justa
Apostar por la conservación ambiental y animal como ciudadanos
Darle una segunda oportunidad a los animales que lo necesitan
Dejar de una vez por todas bolígrafos desechables
Viajar de manera más sostenible
Reflexiona sobre qué es lo que más te motiva a nivel personal. ¿La pobreza en el mundo? ¿La destrucción medioambiental? ¿La explotación y el sufrimiento animal? ¿La polución y la absurda generación de residuos moderna? Todo esto te ayudará a identificar pequeños objetivos para avanzar en tu proyecto.
Muchas veces recibo mensajes de lectores que me dicen que pasarse a un estilo de vida sostenible es muy difícil. Normalmente, lo que me suelen decir es que no tienen tiempo, no tienen tiendas específicas cerca, que ciertas cosas son mucho más caras, o que no saben por dónde empezar.
Lo que les suelo decir es que no se apresuren en encontrar dificultades. Lo mejor es realizar un análisis de tu situación actual: ¿Qué quiero conseguir? ¿En qué posición estoy ahora mismo? Por ejemplo, si quieres reducir tus residuos, puedes ponerte una meta u objetivo realista (ej. Reducir a la mitad los envases de comida, hacer tus propios productos de limpieza, o llevar tus propios táperes/termos para el café y cuando comes fuera). A continuación, analiza qué estilo de vida llevas actualmente. ¿Cuántas de tus compras diarias/semanales llevan plástico o envases? ¿Qué residuos puedes encontrar en tu basura? ¿Cuántas comidas tomas fuera? Sabiendo esto, podrás identificar más fácilmente qué cambios quieres hacer, qué alternativas quieres buscar, y qué productos puedes substituir o dejar de comprar.
Recuerda que no todos siguen el mismo camino. Por ejemplo, si quieres pasarte a una dieta vegetal, no tienes porque cocinar platos complicados, exóticos o gourmets. Ni siquiera tienes porque comprar alimentos más caros como aguacate, frambuesas, coco, o cremas de queso vegetal que no logras encontrar en ninguna parte. Muchos básicos como el arroz con alubias, los revueltos de verduras, los potajes de garbanzos, lentejas, acelgas, cereales con leche vegetal, tostadas con mermelada, pasta con salsa de tomate o verduras… Son platos muy sencillos y económicos, además de saludables, que puedes comer sin demasiadas complicaciones.
O si, por ejemplo, quieres unirte al movimiento Zero Waste, no tienes porque comprar un kit de reutilizables; puedes usar un bote vacío de garbanzos para comprar a granel o para beber tus smoothies, una botella de zumo como cantimplora, telas viejas para confeccionar tus bolsas a granel o como pañuelos de tela, una toalla vieja para hacer discos desmaquillantes… ¡Trabaja con lo que tengas!
A medida que vayas avanzando con tus objetivos, irás descubriendo nueva información, distintas maneras de hacer las cosas, cuentas en las redes sociales que te sirvan de inspiración… E irás formando tu opinión sobre los temas más complicados (ej. ¿tengo que boicotear estos productos?, ¿puedo permitirme hacer esto?).
Para mejorar las cosas y proteger el planeta, necesitamos un cambio de actitudes y de hábitos de consumo. Y sin duda, ese es un cambio ENORME. Pero todo gran cambio empieza con pequeños pero decididos pasos, con un avance constante del que estemos plenamente convencidos.