Tal vez sonará un poco tonto o quizás obvio porque para tener una vida más sostenible es necesario reducir y reusar, pero la verdad es que cuando lo aplicamos de forma tan rutinaria hasta convertirlo en hábito, creo que llega un punto en que nos olvidamos de qué no siempre actuábamos de esa forma.
La verdad me gustó mucho llegar a esa línea de pensamiento, porque me hizo darme cuenta de todas las cosas que podemos cambiar si nos lo proponemos y actuamos.
Total que hice una lista mental de las cosas que más reuso y terminó siendo algo así:
1. Botellita, la mía es de acero inoxidable y la tengo desde el 2007, es mi fiel compañera… duerme junto a mi cama y va conmigo a todos lados. El año pasado me compré otra que mantiene la temperatura y ¡me encanta! la he usado para llevar batidos de fruta y sopas en invierno ¡incluso puedes almacenar helado!
2. Bolsas de tela, me complace decir que no he gastado ni un céntimo en bolsas de tela (aunque lo veo como una buena inversión), las que tengo han sido hechas por mi, readaptadas (nueva R jeje) de otros usos, recogidas de la calle o regalos.
3. Papel de hornear, reusarlo puede sonar un poco extraño pero no lo es. Para preparar ciertas cosas es necesario o útil, pero lo cierto es que el papel puede aguantar mucho más de un uso. Yo lo voy lavando y lo dejo secar al aire, lo reuso hasta que se quiebra tanto que se rompe en mis manos, y cuando eso pasa: ¡al compostero!
4. Recipientes de vidrio, si compro algo envasado me aseguro de que venga en recipiente de vidrio y luego ¡ninguno se tira! todos los conservamos y los reusamos. Puede parecer exagerado pero toma en cuenta que en esta casa guardamos casi todo en vidrio, desde la pasta dental hasta las sobras de comida. Incluso nuestros amigos y familia suelen darnos algunos recipientes, nosotros les devolvemos el favor regalándoles salsa pesto casera, y claro… ¡almacenada en uno de esos recipientes!
5. Servilletas de tela, cada quien tiene la suya y hay un par extra para visitas. Las lavamos semanalmente.
6. Comida (pieles y cáscaras), con los restos de las verduras hacemos caldo casero, y las pieles de las frutas también las reusamos: los cítricos en general para limpiadores, ambientadores, salsas, como espesante para mermeladas… con la cáscara de la piña hacemos jugo, con la cáscara del plátano hacemos té para abonar las plantas… y así con muchas otras cosas.
7. Paños de muselina, son las telas que David usaba para hacer ciertos tipo de queso, yo los uso para envolver bocadillos.
8. Ropa, nuestra ropa es mayormente de segunda mano y a medida que se va gastando va pasando por el “departamento de remendando” (es decir, ¡yo!)… lo que usualmente significa: coser huequitos, hacerla más pequeña, teñirla, ponerle parches…
9. Discos de algodón, la verdad es que como yo no me pongo naaaaada de maquillaje, no se usan mucho, pero sí que los tenemos para cuando hacen falta. Se usan más que todo para limpiarle los oídos a Nico y luego: ¡a la lavadora! Los hice con una mini toalla vieja que por cierto también recogí hace un par de años.
10. Cepillo de dientes, cuando usábamos cepillos plásticos, terminaban junto con las esponjas para limpiar baños y engrasar las bicis. Desde que usamos cepillos de bambú, guardamos los palitos más que todo para sujetar matitas de nuestro huerto urbano.
Ah, y un adicional que estoy recordando ahora…
+ Tiras depilatorias de algodón, no te sorprenderá saber que es producto de un DIY, ya que antes de recoger mis vellitos encerados cumplían función de pañuelo, hasta que llegué yo con mis tijeras y les asigné nueva labor, la cual cumplen ¡de maravilla! Después de cada uso solo es necesario darles un buen enjuague con agua caliente, dejarlas secar al aire y ¡listas para un nuevo uso!
Y tú, ¿qué cosas reusas? ¿qué te parece mi lista? ¿añadirías algo más?