Y para comenzar, voy a empezar por los que para mí son los hábitos más fáciles de modificar y además, los más efectivos. Estoy hablando de los cambios a la hora de comprar.
COMPRAR SIN PLÁSTICO ¡ES FÁCIL! (DE VERDAD, CRÉEME)
Vivas donde vivas y tengas el presupuesto que tengas, eliminar el plástico de tus compras diarias es muy sencillo.
A lo largo de este año hemos vivido en dos lugares totalmente opuestos. La mayor parte del año la pasamos en el centro de Madrid y desde hace unos pocos meses vivimos en un pequeño pueblo de Cantabria. Por eso sabemos que el lugar donde vives no es excusa para reducir tu consumo de plásticos en la compra diaria.
Como tampoco lo es el presupuesto. Tal y como comentaba Irene Recolectora en este post, en nuestro país (y yo añadiría en gran parte de América Latina) es fácil encontrar mercados, tiendas de comestibles de barrio e incluso tiendas a granel donde hacer nuestras compras sin plástico y de manera económica. Porque no es nada nuevo y ya lo hacían nuestros abuelos.
Así que ¡no hay excusas para dejar de comprar sin plástico! Lo único que necesitas es muchas ganas de empezar a implantar estos cambios en tu vida y una poco de planificación.
¿Quieres saber cómo lo hacemos en nuestra casa? ¡Pues sigue leyendo!
EL KIT BÁSICO DE LA DESPENSA SIN PLÁSTICO
Nuestro kit básico para una despensa sin plástico
1. BOLSAS
Las bolsas reutilizables de tela o lona van a ser tus mejores aliadas en esto de empezar a vivir sin plástico. Sólo con este pequeño gesto evitarás un daño enorme al medio ambiente. Según este interesantísimo artículo de Recíclame, sólo en España se consumen cada año 10.500 millones de bolsas de plástico ¿Qué tal si aportamos nuestro granito de arena y restamos las nuestras?
2. táperes
Después de mucho experimentar con diferentes envases, lo que mejor nos ha funcionado es llevar táperes de plástico a la compra. Tanto por su ligereza, como por la facilidad para meter unos dentro de otros (lo que permite llevar varios por si acaso hay más compra de la esperada) los táperes que ya tienes en casa son una muy buena solución para una compra residuo cero. Y sí, puede resultar anecdótico que al intentar evitar el plástico utilicemos recipientes precisamente de este material. Pero si, como nosotros, quieres reducir los plásticos por conciencia medio ambiental, no tiene lógica que tires todas tus posesiones de este material y que te lances a comprar táperes de acero inoxidable, ya que estarías generando residuos a partir de algo que todavía tiene una larga vida útil.
3. MOLINILLO Y MORTERO
Este molinillo (regalo de sus majestades los reyes magos) y este mortero de madera (que llevaba en la casa familiar un porrón de años) nos sirven para no tener que comprar ningún alimento envasado en polvo triturado o mezclado ¡porque ya lo hacemos nosotros!
4. “LA” CUCHARA
Lo reconozco. Esto no es una necesidad. Pero esta cuchara ha resultado ser muy pero que muy útil a la hora de pasar alimentos como legumbres, granos, harinas o azúcar de los táperes de la compra a los tarros de cristal de la despensa. Y no me digáis que no es bonita
5. TARROS DE CRISTAL
Los necesitarás para que los alimentos se conserven en buen estado y sin humedad. Puedes utilizar tarros de cierre hermético como los que se venden en cualquier ferretería o reutilizar tarros grandes de miel o de conservas.
CÓMO COMPRAR SIN PLÁSTICOS – PRODUCTO A PRODUCTO
Antes de que empieces a leer, quiero que sepas que ninguna de las marcas, productos o comercios recomendados ha pagado por aparecer en este post y que las recomiendo porque a mí me han funcionado ¡Feliz lectura!
1. FRUTAS Y VERDURAS
Le dice un tomate a otro…
Para las frutas y las verduras llevamos nuestras propias bolsas de tela y lona a la frutería y pedimos que nos pongan el producto en ellas. Te puedes encontrar con que la balanza sea muy pequeña y no te puedan pesar la fruta sin bolsa de plástico. No problem. Una solución es utilizar una bolsa de plástico para pesar y luego descargar la fruta en la bolsa reutilizable, de manera que la persona encargada de la tienda no tenga problemas para pesar el producto y pueda utilizar esa bolsa para las compras de otro cliente.
Otro asunto a tener en cuenta a la hora de comprar frutas y verduras son las pegatinas, las gomas o el film de plástico. Por ejemplo, los plátanos suelen tener pegatina, los espárragos verdes se venden unidos con una goma de plástico y la calabaza, aunque sea por piezas al corte, suele estar protegida por film. Ante esto, nosotros intentamos seleccionar las piezas sin pegatina (aunque siempre se cuela alguna), reutilizar las gomas para otros usos en casa y, cuando compramos calabaza, insistir en que no le pongan plástico protector y guardarla en una bolsa limpia.
2. CARNE Y PESCADO
A la hora de empezar a comprar sin plásticos nos encontramos con un escollo que nunca habríamos sospechado que estaba allí. La vergüenza. Nos daba mucha vergüenza ir a la carnicería con nuestros propios táper, pensábamos que iban a pensar que éramos unos raros, o que nos iban a echar algún discurso en contra del ecologismo, o váyase usted a saber. Pero un día lo hicimos y nos encontramos con que la mayoría de los carniceros y pescaderos están de acuerdo con nosotros.
Y además, no somos los primeros ni los únicos. El otro día en el pueblo gipuzkoano de mi-señor-esposo nos comentaban que ya en 2011 la Fundación Ekogunea comenzó a repartir táperes para animar a la población a reducir residuos. Y en Navarra lo han empezado a hacer hace nada. ¡Ojalá estas iniciativas se extiendan!
3. PAN
Porque una bolsa de pan también tiene derecho a llevar gafas de pasta
Generalmente, si compras el pan en panadería y no en supermercado, no te encontrarás con el problema de los plásticos, aunque seguramente te pongan el pan en un papel para protegerlo y te ofrezcan una bolsa de plástico para llevarlo. Ante esto en casa hemos encontrado una solución tan práctica como antigua. Destinamos una bolsa de tela sólo para el pan, tal y como lo hacían nuestras abuelas. Y cuando se pone duro, lo pasamos por el molinillo ¡y ya tenemos pan rallado!
4. QUESO
Al igual que con la carne y el pescado, el queso lo compramos en el mercado con nuestro propio táper. Consejo: si te gusta el queso tanto como a mí, lleva un táper grande, porque parece que cabe todo… pero no.
5. LEGUMBRES, ARROCES, PASTAS, HARINAS, AZÚCAR…
Los tarros de nuestra despensa y un ajo con afán de protagonismo
Todos estos productos los compramos a granel y las transportamos en táper o bolsas. Las legumbres son las más fáciles de encontrar, en fruterías, mercados, tiendas de barrio o incluso supermercados ya las están vendiendo al peso. El resto de productos los compramos en tiendas a granel. ¿Que te suena a chino? Pues seguro que tienes una cerca. Y si crees que no, échale un vistazo a este mapa de Vivir Sin Plástico. Nosotros, ahora que vivimos en el pueblo, tenemos una en una ciudad cercana, así que compramos mucha cantidad y aprovechamos para ir cuando tenemos que hacer algún recado por la zona.
6. CHOCOLATE… Y COLA-CAO
Cuando empezamos a reducir el plástico pensamos que el Cola-Cao desaparecería de nuestras vidas. Y así ha sido. Aunque hemos encontrado un buen sustituto para esas tardes de taza humeante y peli: el cacao en polvo a granel. Lo puedes encontrar azucarado o sin azúcar. Nuestro favorito en casa es el que no lleva nada añadido y que endulzamos con una cucharada de miel. Es muy amargo, pero te encantará si eres fan del chocolate negro. Además, también es una muy buena alternativa para la repostería de chocolate.
En cuanto al chocolate en tableta, como os contaba en este post, ya había encontrado varias marcas que lo comercializaban con doble capa de papel en vez de envuelto en papel de aluminio. Sin embargo, y aunque yo me lo comía como si fuera la última tableta que quedaba en el universo conocido, no dejaba de ser chocolate de hacer. Hasta que el otro día en graneles El Montañés descubrí los chocolates ecológicos Solé, que son una auténtica maravilla. Vienen envueltos en una doble capa de papel y están buenísimos. Repito que no me han pagado nada por este testimonio de clienta satisfecha. Aunque hey, señor o señora Solé, acepto pagos en concepto de toneladas de chocolate negro
7. CAFÉ
Sip. Luego lo tuve que recoger yo solita
El café era otro de nuestros dilemas porque hasta el café ecológico de comercio justo habitualmente se vende envasado para que no pierda propiedades. Bueno, pues en este último mes hemos encontrado café en grano en nuestra tienda a granel de la tierruca. Lo compramos en un táper grande y cerrado herméticamente, lo llevamos a casa donde lo cuidamos con mimo y donde lo molemos cada mañana.
8. LECHE Y YOGUR
Cuando vivíamos en Madrid, los tetrabricks eran el mayor residuo de nuestro cubo de plástico. Hasta que empezamos a comprar leche en El Cántaro Blanco, una lechería de Malasaña que no me cansaré de recomendar. Ya en Cantabria tenemos la suerte de tener a nuestra disposición leche fresca de la granja Cudaña en máquinas expendedoras a las que llevamos nuestra propia botella de cristal retornable.
En cuanto al yogur, al principio pensamos en hacernos con un Kefir, pero ninguno de nosotros lo había probado antes y no sabíamos si nos gustaría. Así que mientras nos decidíamos empezamos a consumir yogures en cristal, pero como también generaban el residuo del vidrio y no tenían tapa (con lo que eran inútiles como tarros para conservas) decidimos reducir su consumo. Sin embargo, cuando descubrimos El Cántaro Blanco vimos que también vendían yogures a granel y nos olvidamos del tema. Ahora, en el pueblo, hemos vuelto al punto de partida, pero con la ventaja de que hemos encontrado unos yogures en tarro de cristal riquísimos y además, locales: Yogures La Ermita. Y desde aquí les lanzo una petición: La Ermita, vuestros yogures están de muerte, pero si comercializáis el yogur a granel o a kilo en envase de vidrio os convertís en masters del universo para mí y para otros muchos seguidores del residuo cero. Echadle una pensada
9. MIEL Y SIDRA
Sé que estos productos son un tanto específicos, pero tanto si eres un hobbit como un norteño, estarán muy presentes en tu vida. En nuestro caso, los compramos a productores locales. Y en ambos casos el productor pide que devuelvas el envase para reutilizarlos. Esto es más residuo cero que vida sin plásticos, pero creía interesante mencionarlo porque seguro que tú también tienes alguna alternativa parecida cerca.
10. CONSERVAS
Como buenos cántabros, en mi casa siempre se han hecho anchoas caseras, y este año no ha sido una excepción. Además, mi madre también hace unas conservas de bonito para morir que reparte entre sus polluelos (aka: nosotros) y en casa hemos aprendido a hacer conservas de pimiento rojo. ¡Son adictivas!
11. Y ADEMÁS… LO QUE NOS DA LA NATURALEZA
Cortesía de la madre naturaleza
Este año la señora naturaleza nos ha dado kiwis, naranjas, limones, nueces, manzanas, castañas y peras. Todo sin envases, plásticos ni marketing. Una planta de kiwi que nació de una semilla que no habíamos plantado nos ha dado 14 kg de fruta, el naranjo sigue dándonos material para el zumo mañanero y calculo que ya habremos consumido alrededor de 200 kg de cítricos, y sólo un nogal nos ha dado dos cajas muy grandes hasta arriba de nueces. Si sólo un árbol puede dar todo eso y además limpiar el aire que respiramos ¿a qué esperamos para ponernos a plantar?
P.D. Y tú ¿te animas a comprar sin plásticos? ¿tienes algún truquillo para compartir con nosotros? Si es así, ¡déjalo en comentarios!
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