Por otro lado tenemos al árbol de plástico que tiende a ser mucho más económico y si se cuida correctamente, dura un montón de años, pero… ¡es de plástico!
La fabricación del árbol de plástico consume muchos recursos, se necesitan grandes cantidades de petróleo, obviamente es un proceso contaminante, además de la huella de carbono proveniente del transporte (la mayoría son fabricados en China). Para que no sea en vano, un arbolito de plástico debe ser usado por al menos unos 10 años para que su huella de carbono sea comparable con la de un árbol natural.
Por su parte, el árbol natural, para que sea sostenible, debe ser cultivado en plantaciones específicas para este uso y así evitar más deforestación y procurar, una vez finalizadas las fiestas, devolverlo a la tierra. La mejor opción siempre sería sembrarlo pero la mayoría de las veces no es posible a menos que sea comprado en maceta, en caso de que el pino no sobreviva, siempre podemos transformarlo en compost.
¿Por qué es importante recordar estas 2 opciones?
Es importante “deshacerse” del árbol de forma correcta, de lo contrario, acabaría en un vertedero lo cual tendría una huella de carbono de 16kg de CO2, mientras que al convertirlo en leña o en astillas, estaríamos hablando de unos 3,5kg de CO2, y estas opciones representan una huella de carbono mucho más alta que las mencionadas anteriormente.
Por su parte, el árbol de plástico tiene una huella de carbono de unos 40kg de CO2.
Pero para la siembra de árboles de Navidad se usan pesticidas, herbicidas y fertilizantes para estimular el crecimiento acelerado, no solo eso, sino la cantidad de terrenos fértiles que podrían aprovecharse para la siembra de algo más sostenible, como alimentos para el consumo humano. Estamos hablando de que cada año 795 millones de personas pasan hambre, mientras que en Occidente estamos gastando miles de hectáreas en sembrar millones de árboles decorativos para darnos un capricho totalmente superfluo.
Según un estudio, sería más sostenible el árbol de plástico que el natural, siempre y cuando se usara por al menos unos 10 años y uno de los motivos es que, al comprar un árbol natural, tendríamos que trasladarnos a las granjas y eso aumentaría drásticamente nuestra huella de carbono generada por el uso de más combustibles.
Muchas ciudades cuentan con servicios de recogida, reciclaje o trasplante de árboles naturales una vez finalizada la Navidad. Ten en cuenta también que si tu opción predilecta es el árbol de plástico, también debe ser reciclado correctamente, infórmate con las autoridades de tu localidad.
¿Cuál me parece la mejor opción?
Me niego rotundamente a comprar un pino a menos que tenga intenciones de sembrarlo. En cuanto al árbol artificial, dudo enormemente que sea la mejor elección, tomando en cuenta que están hechos de PVC y por lo tanto no son biodegradables.
Así que sin duda me iría por la tercera opción, ¿la tercera? sí, y es que existen muchas opciones DIY, solo es cuestión de ponerse creativo
Considera que casi con cualquier cosa que tengamos a mano podemos crear cosas nuevas. No solo me parece la opción más sostenible sino que me encanta por el hecho de ponerme creativa, hacer algo con mis manos, algo totalmente a mi gusto y único.
Y tú, ¿qué árbol elegirás para estas navidades?
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La imagen de los arbolitos artificiales la saqué de aquí. Y la de los árboles naturales, de aquí.