Hoy vamos a ver todos los pasos y lo fácil que es hacer este fermento y luego veremos cómo hacer bebidas usando este fermento como base y obtener bebidas sabrosas cargadas de probióticos y enzimas hechas en casa, sanas, saludables y por poco dinero.
También nos permite hacer bebidas variadas con frutas y tener sustitutos saludables a los refrescos o venenos que venden en los supers y otros puntos de venta.
Para los adeptos al pan, esto seria como una masa madre que luego usaremos para hacer nuestras bebidas. De hecho este fermento lo podemos hacer y guardar y alimentar si deseamos tener un abastecimiento continuo del mismo.
Ingredientes para elaborar el fermento:
1 o 2 raíces de jengibre orgánicas frescas.
1/2 taza de azúcar blanco.
2 tazas de agua filtrada (importante que no tenga cloro, si no sabemos filtrar y dejarla reposar una hora en un recipiente de boca ancha).
Instrucciones paso a paso:
Primero se corta un trozo de Jengibre (si es orgánico o cultivado en casa mejor que mejor) de mas o menos 3 o 4 centímetros y lo rallamos o picamos muy fino y chico, sin pelar, ya que muchos hongos y levaduras que buscamos despertar estarán en la piel de la raíz.
En un frasco de boca ancha de medio litro o más colocamos el Azúcar y el agua podemos usar azúcar de caña sin refinar o melaza, yo simplemente he obtenido mejores resultados con el azúcar blanco.
Es importante que el agua haya sido filtrada para que no contenga cloro ya que esto puede afectar el proceso de cultivo.
Revolvemos con una cuchara de madera (no metálicas) y cubrimos la boca del frasco con un filtro de café o sedaso y una goma para sujetarlo, la idea es que no dejemos entrar nada como insectos y demás pero que halla intercambio de aire.
Cada día durante los siguientes cinco días, vamos a remover la mezcla al menos una vez y añadir 1 cucharada de raíz de jengibre rallada y 1 cucharada de azúcar.
Dependiendo de la temperatura, puede tomar hasta ocho días de agregar azúcar y jengibre para crear el cultivo deseado.
Se puede saber si el cultivo está activo cuando se comienza a formar burbujas alrededor de la parte superior de la mezcla, además debe empezar a desprender un olor dulce y levemente a levadura.
También se volverá algo turbio y opaco. Si aparece moho en la parte superior, lo vamos quitando. Si esto sucede muy a menudo tendremos que volver a empezar.
Si la mezcla no ha adquirido estas características para el día 7-8, es necesario descartarla y empezar de nuevo.
Si tenemos otros fermentos en casa como kombucha o masa madre para pan, debemos mantener alejados los unos de los otros o se podrian contaminar entre si.
Una vez que tenemos listo nuestro fermento de jengibre, se puede utilizar para crear refrescos y bebidas fermentadas en la proporción de ¼ taza de fermento por cuarto de la mezcla de plantas endulzadas para el ginger ale o cerveza de raíz o jugo de fruta diluido para hacer refrescos con sabor a fruta.
A tener en cuenta:
Para mantener vivo el fermento y continuar con su crecimiento de forma continuada, necesitaremos alimentarlo regularmente.
Para esto debemos agregar 1 cucharadita de jengibre picado y 1 cucharadita de azúcar al día si se mantiene a temperatura ambiente.
También podemos ponerlo a dormir en la nevera y darle 1 cucharada de jengibre y azúcar una vez a la semana.
Para reactivarlo, debemos dejarlo fuera de la nevera, esperar a que se ponga a temperatura ambiente y volver a alimentarlo.
Cualquier duda o consulta como siempre a las ordenes.
Fuente: este post proviene de Blog de ecocosas, donde puedes consultar el contenido original.
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