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Soy la oveja verde de mi familia
Verde, color con el que nos etiquetan a los que andamos por este camino de la sostenibilidad. Somos la oveja verde de la familia, los hippies, los treehuggers (abraza árboles), los comeflor, y pare usted de contar. Es un halago que me llamen así, porque ven en mí la persona que yo quisiera ser, pero yo todavía no estoy ahí, me falta muuuucho por aprender.
Me importa la naturaleza, los animales y el ser humano
Somos verde porque nos las pasamos hablando de lo que queremos cambiar en nuestra vida para estar más en sintonía con la naturaleza, ya sea comer menos productos animales, reducir nuestra basura, comprar ropa de segunda mano, y pues todo eso lo asocian con el color verde.
El reto de ser “verde” alrededor de tus seres queridos
Pero ¿qué pasa con esas personas que nos rodean? que son nuestra familia, amigos y nuestra pareja, ¿qué pasa cuando ellos no son “verde”? Y no tienen intención de serlo. Esto puede ser un reto para todas las ovejitas verde que habemos en el mundo, y digo reto y no obstáculo porque se trata de mantener abierta la línea de conversación. Hay algo clave que tenemos que asimilar:
Nosotros solo podemos cambiarnos a nosotros mismos
Mientras más rápido entiendas esto, más fácil será el camino, porque ya lidiar con toda la transformación interna para cambiar nuestro mundo externo a uno más verde, es suficiente.
Algunos de los paradigmas, frases o situaciones con las que es común encontrarse de parte de estás personas que están en nuestra vida:
“Han salido estudios que la gente que come menos productos de origen animal (vegetariano/veganos) no tienen una alimentación sana“
“Es imposible reducir la basura, requiere mucha dedicación y ¿qué diferencia hace si yo lo hago y otros no?”
“Comprar ropa sostenible es muy costoso“
“¿Quién tiene tiempo de hacerlo todo uno mismo en casa y natural, y cómo sabes que eso realmente funciona si no esta recomendado por médicos?”
Yo he vivido estas situaciones y otros tantas. Pero no te frustres, ni te enfurezcas, piensa en el proceso que te ha llevado a preguntarte las cosas.
Consejos para llevar una relación saludable con ellos y seguir en tu camino hacia la sostenibilidad
Escúchalos, diles que tu todavía estás aprendiendo, y que aunque sea poco, es la forma de poner tu granito de arena.
Respétalos, porque quizás siempre serán así y nunca van a cambiar, es el proceso de cada quien.
Dejando que otros pinten sus vidas del verde que más les guste
Llevo diez años con mi esposo, y si algo les puedo decir es que es un ser con mucha bondad, el cree en cuidar la naturaleza y es un ser muy consciente. Sin embargo, como todos, el ha aprendido mucho de la sociedad occidental así que hay muchos paradigmas en los que cree, con lo cual le parece que una pasta dental hecha en casa no va a ser tan efectiva con su salud bucal como la que usualmente es recomendada por “expertos”. También es amante de la carne, con lo cuál mi transición hacia una dieta con menos productos animales le ha afectado.
Ustedes creerían que yo me molesto muchísimo con él ¿cierto? Pues se han equivocado, lo que he hecho es lo siguiente:
Darle la opción para elegir, lo que lo haga sentir cómodo y que no se sienta forzado por mí.
Ver con él documentales donde explican todas estás tendencias “verdes”, con ejemplos, hechos y resultados tangibles
Hacérselo más fácil (Le hago comidas veganas deliciosas, satisfactorias y nutritivas, para que vea que puede comer y sentirse bien sin consumir productos animales)
A mí me gusta probar todo lo que se puede hacer en casa, como la pasta dental ó el método no poo para el cabello, pero para él busco marcas con valores sostenibles
Los cambios conscientes se tienen que hacer conscientemente
Los resultados han sido geniales, él mismo ha tomado decisiones conscientes que son “verdes”, ha disminuido el consumo de carne, piensa antes de comprar cualquier cosa que venga en plástico, y está más despierto a las marcas que van en sintonía con esos valores. No se trata de obligar a que alguien sea verde, es involucrarlo, es aceptar sino quiere hacer todo lo que uno, es hacérselo fácil, es hacerlos que se pregunten ¿De donde vino mi ropa, a donde van mis desechos, cuáles son las consecuencias de mis hábitos?
“Considera cuan díficil es cambiarte a ti mismo y entenderás lo poco que puedes hacer en cambiar a otros” – Jacob M. Braude
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