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Creía que estaba ayudando al planeta porque reciclaba¡Qué equivocada estaba!
Quiero que seas muy cuidadoso con el previo enunciado, no estoy diciendo que reciclar es un mal hábito, sólo te digo que pienses fuera de lo convencional.
DE ACUMULADORA A ASPIRANTE DEL MINIMALISMO
Intentaré resumir lo que me trajo a este sitio en el que ahora me encuentro, donde estoy intentando tener una relación más saludable con el planeta Tierra.
Desde que era pequeña siempre quise saber cómo es que la naturaleza resulto siendo lo que es, específicamente, ¿De dónde viene todo esto? No me voy a poner filosófica aquí, aunque podría, pero el propósito de esta publicación no es ese. Luego también me interesé en saber ¿A dónde va todo? y mientas intentaba definir todo eso, me convertí en una acumuladora, quería guardarlo todo, de tarjetas de cumpleaños a lápices a pequeños envases, creía que tenía que guardar todo y usarlo todo porque eran mis cosas, y por lo tanto mi responsabilidad.
No sabía nada de las R´sya saben: Reducir, Reutilizar, Reciclar y cualquier otra R que puedan imaginarHasta que un día en el colegio nos enseñaron como reciclar papel del periódico. Ese día, mi Mamá debió pensar que me volví loca, porque llegue a casa a arrancar las páginas de mis cuadernos viejos y a hacer montañas con ellos, y le dije ¡Tenemos que llevarlos a reciclar! Y así, empecé por el final. Muchos años después, encontré una comunidad genial en mi país que estaba creciendo, un grupo de personas que se estaban juntando para reciclar. De verdad creía que estaba ayudando el planeta porque reciclaba.
Me mudé tres veces en mi vida antes de venir al Reino Unido, primero de casa de mi Mamá a casa de mi abuela para ir a estudiar a la universidad, luego con mi esposo a un departamento y finalmente a Londres. Las primeras dos veces no podía creer la cantidad de cosas que tenía, y estaba impresionada cuando la última vez pude meter mi vida entera en ¡dos maletas! Me hizo pensar en que realmente nunca necesité tantas cosas. Y aunque desde mi llegada a este país he acumulado muchas cosas, ese pensamiento se quedó conmigo, ¡Me mudé a otro país y realmente no necesitaba todo aquello que tenía!
Luego de mudarme a Londres, empecé a ver como nuestras sociedades manejan el problema de los desechos de formas muy distintas. Un mundo nuevo se estaba revelando ante mis ojos, y de repente lo que creía que eran sólo ideas en mi cabeza ó sueños, empezaron a tomar nombres como el movimiento Zero Waste, Economía Circular y de Cuna a Cuna. ¡Estaba impresionada! Finalmente estaba escuchando algo que resonaba conmigo, quería tener menos cosas, quería viajar ligera por el mundo y disfrutar de la vida.
EL SISTEMA
El manejo de residuos es diferente en cada país, puede que notes incluso que es distinto en cada región. En Venezuela lo que vi, fue a mucha gente como yo, preocupada a donde iba a parar su basura, y que se juntaron para contactar con compañías y así poder reciclarla, pero el sistema per se, solo se encarga de llevar tu basura al vertedero.
En Europa, al menos de lo que he aprendido de un curso que tome con un instituto español, es que si el sistema trabaja como corresponde, que la basura vaya al vertedero es la última de las opciones. Ellos colectan, separan (mecánicamente ó manualmente), distribuyen a los sitios de reciclados (al menos la parte que puede ser reciclada), y también llevan a centros donde hacen el compostaje de la materia orgánica, ya cuando no existe otra opción pues la llevan al vertedero ó en algunos casos podrían quemarla.
Imaginemos que el sistema funciona perfectamente. Ahora solo piensa por un instante en algo, ¿Cuál es el factor clave acá? Hay un número de cosas que podrían resultar mal en el proceso, pero hay algo o alguien que hace falta para que esto sea posible. ¿Lo adivinaste? ¡Eres tú! La participación de la comunidad es vital, porque si tú no separas tu basura y pones todo en desechos generales, es mucho más dinero que el gobierno (que en realidad eres tú con tus impuestos) tiene que pagar a alguien más para que haga lo primero que debe hacerse en la cadena. Si tu desecho no es manejado correctamente, puede terminar en el bosque, el parque, volando en el aire o en algún sitio muy lejano (que debería ser virgen) como la Isla de Basura del Pacífico.
Sin embargo, muchas otras cosas pueden salir mal, cabe acotar además que el sistema no es perfecto. La ley no es tan estricta en algunos sitios como en otros, por ejemplo en Alemania es obligatorio que separes tus desechos y los lleves a los contenedores que corresponden, de otra forma te ponen una multa. En algunos sitios no tienen la tecnología para reciclar todo tipo de plástico, entonces es más barato llevarlo al vertedero que transportarlo a otro sitio para reciclar. Además, ¿Dónde crees que están estos vertederos? No puede ser cerca de la ciudad, por razones de higiene y medio ambiente, ya sabes; ratas, pestilencias, metales pesados en el suelo, así que es mejor usar un espacio lejos, como a las afueras, el campo. Incluso si construyen el vertedero correctamente, porque lo sellan para que no pasen los contaminantes al suelo ó no emita gases tóxicos, sí por cualquier razón los llamados desastres naturales llegan a ocurrir cerca de esos vertederos, tendríamos un problema. Al final en realidad estamos escondiendo el desecho debajo de la alfombra.
¿DEBEMOS DEJAR DE RECICLAR?
¡No, para nada! Sólo tienes que ser consciente al respecto. Un par de consejos:
¡REDUCE! Es por ello que me gusta tanto el movimiento Zero Waste, porque si te propones a reducir tus desechos, no tienes que preocuparte por seguir los siguientes pasos. De paso, ayudas a conservar recursos naturales e influencias el mercado para que busque alternativas para ti.
Cuando compres algo que viene empaquetado, asegúrate que el paquete sea fácil de reciclar y/o compostable, como el vidrio o papel compostable. Y por favor, PARA de comprar cosas que no son reciclables, como esa bolsa plástica donde viene el pan (revisa el pequeño símbolo que dice este envoltorio no es reciclable actualmente). Cuando compras algo, estas invirtiendo en la compañía, invierte sabiamente.
Infórmate de cómo se manejan los residuos donde tú vives. Esto significa que debes saber qué es lo que reciclan, y cuando lo colectan de tu casa.
Una vez que sabes que reciclan, vas a tener que: comprar solo lo que reciclan (esto es un poco fastidioso cuando hablamos de tipos de plástico) ó guarda lo que no reciclan para llevarlo a un sitio donde manejen ese desecho.
COMPOSTA. Donde vivo hay un sistema donde recogen los residuos de los alimentos que comemos, pero si no lo hacen donde tu vives, llévalos a un sitio donde puedan tratar esos desechos ó dale de comer a las plantas. Aunque es mejor que leas al respecto, de otra forma, puede que atraigas a moscas o roedores.
LEE. ¡El conocimiento es poder! Al final, si queremos generar un cambio positivo debemos estar informados. Al momento que escribo esta publicación me estoy leyendo Cradle to Cradle, hasta ahora lo he disfrutado, ya que explica cómo podemos tener un ciclo de las cosas que producimos, así como el ciclo de vida de la Naturaleza, pero aplicado a carros, zapatos, etc.
Imagina un mundo donde estás realmente despierto y consciente de lo que compras, como la naturaleza, entiendes los ciclos, sabes de que están hechas las cosas y a donde van a parar, imagina que realmente eres parte del ecosistema.
Estaré publicando más información y consejos de cómo tener una vida más sostenible aquí y también en mi instagram, yo estoy aprendiendo también, así que te compartiré los retos que se me presentan, cómo y sí logré superarlos.
Llena tu vida de experiencias, no de cosas. Colecciona historias que contar, no cosas que mostrar.
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