¿Es posible celebrar unos Juegos Olímpicos sostenibles?

Los próximos juegos olímpicos tendrán lugar en 2020 y las preparaciones ya han comenzado. Pero, ¿son los juegos olímpicos compatibles con la ecología? Según pasa el tiempo, las ciudades que acogen el evento intentan mejorar en sostenibilidad. ¡Mira! 

Deporte y Medio Ambiente 

Los juegos olímpicos suponen un cúmulo de energía, desde la emoción de los espectadores hasta la de lo deportistas. Pero, sobre todo, supone un impacto energético considerable debido al alto consumo de energía que requieren las olimpiadas. 

En los juegos de 2016, que tuvieron lugar en Río de Janeiro, se emitieron el doble de emisiones de CO2 de lo que genera normalmente la ciudad. Esto se debe a que para abastecer las olimpiadas de energía, se utilizaron cerca de 6 millones de litros de combustible. 

La organización de los juegos olímpicos es consciente del impacto ambiental que genera la competición y para intentar poner remedio a la situación, creó en 1995 la Comisión de Deporte y Medio Ambiente. 

La misión principal de la comisión es vigilar que, en lo posible, se apliquen medidas más respetuosas con el medio ambiente. ¿El problema? Sólo dos deportes de todos los que tienen lugar en las olimpiadas están inscritos en la comisión: béisbol y softbol. 

Un recorrido histórico de los Juegos Olímpicos

Las olimpiadas de 2012 hicieron historia, Londres albergó en los juegos más ecológicos y respetuosos con el medio ambiente de la historia. Se redujo considerablemente la huella de carbono y también el consumo energético, un 20% menos comparado con años anteriores. 

La empresa encargada de generar energía para los juegos olímpicos de Londres 2012, ofreció los datos del consumo de energía en el evento. Destacar que el estadio de ciclismo fue el más eficiente en cuanto a ahorro de energía. 

Decir que hay dos eventos en los juegos que consumen más energía que cualquier otro: las ceremonias de apertura y clausura. En 2012, Inglaterra recurrió a una cara conocida para entretener al público en la apertura de los juegos y ahorrar energía de paso. ¡Atentos/as a esta actuación de Mr.Bean!




Pero, ¿cómo se consiguió disminuir la utilización de energía? Se aprovechó al máximo la ventilación y entrada de luz natural en todos los estadios que forman el complejo olímpico. Se utilizaron sistemas que son un 40% más eficientes de los utilizados con normalidad. 

Para evitar complicaciones y errores se instalaron dispositivos de refuerzo. Aprende más sobre este sistema más eficiente de energía en este vídeo de IOC Media, ¡no tiene pérdida! 




Por otro lado, unas olimpiadas que destacaron en eficiencia energética, a pesar de que las cifras no se comparan a las de Londres 2012, fueron las de Pekín 2008. ¿Por qué? La ciudad china se enfrentaba a un gran reto en cuento a sostenibilidad teniendo en cuenta de que es una de las ciudades con mayor huella ecológica en el mundo. 

Las medidas que se tomaron fueron drásticas: se cerraron fábricas y se prohibió la circulación a más de la mitad de los coches de la ciudad. Las energías renovables fueron las protagonistas, iluminaron el 20% del complejo olímpico. 

Decir que el consumo energético de las olimpiadas supuso la mitad de lo que consume un edificio de las mismas dimensiones en Pekín. Estas medidas y los favorables resultados obtenidos con ellas, lograron que se extendieran al resto de grupos de población del país. El consumo energético en la ciudad ha disminuido un 43%. 

La ceremonia de apertura (uno de los evento que mayor gasto energético requiere), destacó por su creatividad y el uso moderado de luces, efectos y máquinas. Por este motivo, está considerada una de las mejores aperturas de los juegos de verano. ¡Mira! 




Las olimpiadas de Río 2016 constituyen los juegos con más contaminación del aire y que más huella ecológica ha dejado en la historia. Se ha cuestionado desde la calidad del agua hasta los escándalos de la compañía que suministra el consumo de energía. 

Sin embargo, Tokio 2020 se distancia de los últimos juegos olímpicos y resalta por ser más amable con el medio ambiente. La capital de Japón se ha comprometido a aplicar medidas que estén basadas en las 3R, es decir, reciclar,reducir y reutilizar. 

En este sentido, el 60% de las instalaciones del complejo olímpico ya existían con anterioridad y solo serán levemente reformadas. Las nuevas construcciones se están haciendo con madera reutilizada y las medallas son de metales reciclados. 

¿De qué metales están compuestas las medallas? Son componentes de dispositivos electrónicos como móviles. Muchas empresas colaboran con la recolección de dispositivos, la marca NTT Docomo ha ayudado a recoger aproximadamente 4 millones de teléfonos móviles en desuso. 

Se han replantado las zonas verdes que se habían perdido en la ciudad y se ha disminuido el trafico en el centro. Toyota, uno de los mayores patrocinadores de estos juegos, cederá una flota de autobuses que funcionan con hidrógeno para transporte de los visitantes. 

Se ha creado un sistema de reutilización del agua de lluvia que podrá abastecer a todos los estadios que necesiten de agua como aquellos que acogerán las competiciones de natación, etc. Para más información sobre la Villa Olímpica y su situación, puedes ver este vídeo: 




Destacar que una de los estadios que se habilitarán será el de J-Village. ¿Por qué es importante para los japoneses reabrir al público este lugar? En marzo de 2011, J-Village dejó de ser el hogar de atletas y en su lugar, acogió a todas las víctimas del desastre nuclear de Fukushima. 

En julio de 2018 se abrió de nuevo el centro para que los atletas pudieran entrenar, este lugar para los japoneses es un símbolo de coraje y poder para seguir adelante. Muchas de las zonas renovadas y utilizadas en los juegos fueron afectadas por el terremoto y el tsunami. 

El utilizarlas como centros de acogida de los Juegos Olímpicos supone un mensaje de recuperación para la población nipona. ¡Descubre cómo los juegos de 2020 han ayudado a Japón a reabrir las puertas de J-Village!

Los atletas y el Medio Ambiente 

Cada vez es más común que los atletas de élite se pasen a una dieta vegana o vegetariana y, los motivos no son solo relacionados con la salud. La mayoría elige una dieta basada en alimentos de origen vegetal debido a su simpatía y respeto hacia los animales y el planeta. 

Surya Bonaly: la tres veces campeona olímpica, conocida por su voltereta hacia atrás en los juegos de 1998, es una defensora implacable de los animales. Miembro de la organización que lucha por la protección de los animales, PETA, se ha involucrado en numerosas campañas por la causa. 



Lizzy Hawker: esta atleta británica es campeona del mundo 4 veces en carreras de alta resistencia y una conocida activista medioambiental. Es vegetariana desde los 5 años y ha demostrado que su dieta no limita su rendimiento físico. 



Venus Williams: es una de las mejores tenistas del mundo y la primera mujer afroamericana en llegar a ser número 1 en el ranking mundial. La dieta que sigue la tenista es crudivegana. Aunque, comenzó por problemas de salud, en la actualidad es una gran defensora de los animales. 



Serena Williams: en 2012, la hermana pequeña de Venus Williams, cambió su dieta por una vegana y desde entonces ha probado que sigue teniendo un alto rendimiento en el mundo deportivo, ganando tres veces más el US Open de Estados Unidos. 


Fiona Oakes: conocida por ganar el maratón del Polo Norte y por ser la mujer más rápida de los 5 continentes, esta atleta es vegana desde los 6 años y es dueña de Tower Hill Stables Anima Sanctuary, un refugio de animales. 



¿Son los Juegos Olímpicos y el medio ambiente compatibles? Las nuevas tecnologías han hecho posible que un evento tan grande como los Juegos Olímpicos puedan ser respetuosos con el medio ambiente y dejar la menor huella de carbono posible, la preparación para los juegos de Tokio 2020 lo han confirmado. 

¿Es posible que un deportista de élite tenga una dieta de origen vegetal y al mismo tiempo alto rendimiento? Sí, es posible. Las atletas anteriores han demostrado que se puede rendir de igual manera en un deporte con una dieta basada en alimentos vegetales. La profesión que tengamos no debería limitar nuestras decisiones medioambientales.