Vamos a realizar un aceite de caléndula en casa, totalmente biológico y que nos va a agradecer nuestra piel y nuestro bolsillo, puesto que los aceites de caléndula para uso tópico son muy caros, y más si tienen la calidad y seguridad de estar libre de químicos tóxicos como el aceite que vamos a realizar. Y antes de ponernos manos a la obra, recordemos los principales usos que le vamos a poder dar a nuestro aceite de caléndula biológico, natural y casero.
Beneficios del aceite de caléndula en nuestra piel (uso tópico)
Después de tomar el sol va a ayudarnos a reducir la inflamación, picazón que puede producir una exposición prolongada al sol y, además, va a favorecer la regeneración e hidratación de la piel. Para aliviar escaldaduras y rojeces, el aceite de caléndula es de los aceites más efectivos. También en días fríos nos va a ayudar a contrarrestar los efectos nocivos del frío y los cambios de temperatura en nuestra piel debido a su poder humectante.
Va a ayudar en los problemas con el acné debido a su acción antibacteriana y antiinflamatoria. También lo podemos aplicar sobre forúnculos y granos infectados.
En casos de dermatitis atópica, dermatitis severas del pañal, urticarias, dermatitis seborreica con decamación, psoriasis y para tratar la costra láctea, que debido a los componentes de muchos champús se puede prolongar años en los niños y niñas pequeños, usaremos diariamente aceite de caléndula sobre las zonas afectadas y la mejoría no tardará en llegar. Sus propiedades emolientes ayudan a suavizar la piel.
Si te ha picado un insecto, como avispa, mosquito, araña, la caléndula actúa como antiinflamatoria y va a ayudarnos ante posibles infecciones. Es ideal para la picadura del mosquito tigre actuando sobre la inflamación y el picor y previniendo posibles infecciones.
En hematomas y golpes, rebaja la hinchazón y alivia el dolor. Es un excelente callicida. Frente a las verrugas plantares en pies y manos causadas por virus, el aceite de caléndula va a ser uno de nuestros mejores aliados para acabar con ellas.
Únicamente su uso tópico está contraindicado en pacientes sensibles a las asteráceas. Ver más información en la wiki pinchando aquí (Caléndula officinalis)
Manos a la obra! Vamos a comenzar a elaborar nuestro aceite de caléndula casero
Hay tres formas diferentes de elaborarlo. En primer lugar deberemos optar si queremos un aceite elaborado en frío o en caliente. La verdad es que es mucho mejor el proceso en frío para conservar todos los principios activos que la caléndula nos va a aportar, pero también se puede elaborar un aceite de caléndula excelente mediante el proceso en caliente.
Proceso en frío
Para realizar nuestro oleato de caléndula, vamos a infusionar hojas de caléndula seca. Es muy fácil secar estas hojas, y será objeto de un post, pero si nos encontramos con que no tenemos hojas secas, podemos recurrir a nuestro herbolario y pedirle un paquete de caléndula seca bio para hacer infusiones. Yo compré un paquete que contenía 30 gramos y me sobraron 10 gramos de caléndula seca, y esto me viene fenomenal porque podré hacerme una buena infusión para beberme una taza calentita y como aún me sobra, por la noche disfrutaré de un baño en los pies con agua de caléndula.
Los ingredientes y materiales que vamos a utilizar son 20 gramos de flores de caléndula secas, agua de manantial, aceite de oliva bio virgen extra (se puede sustituir por aceite de almendras, aceite de pepitas de uva o aceite de coco), vitamina E (opcional), un colador de cocina, un bote con tapa hermética y esterilizado donde se realizará la maceración y botes para envasar nuestro aceite.
En un bote de 250 ml pondremos las hojas de caléndula y lo llenaremos hasta arriba con el aceite elegido. Cerraremos muy bien el bote y lo dejaremos infusiones durante 40 días en un lugar con poca humedad y sin que le dé la luz solar. Hay que moverlo una vez a la semana el bote, sin abrir la tapa, como si de una maraca se tratara y después de unos 20 segundos, dejarlo en reposo. Nos aseguraremos de que el aceite cubre la totalidad de nuestras flores para evitar la aparición de moho(el gran desastre que nos puede pasar si no tomamos esta precaución cuando realizamos oleatos). Pasados los 40 días, filtramos nuestro aceite con un colador sobre los botes que hayamos elegido para envasar nuestro aceite ( recuerda que tienen que estar esterilizados). Podemos añadirle vitamina E después de haber colado el aceite, pues ayudará a conservar por más tiempo nuestro aceite de caléndula. La proporción es de 0,2 gramos para estas cantidades.
Proceso en caliente
Podemos elaborarlo de dos maneras diferentes
Por exposición solar. De esta manera serán los rayos solares los que calentarán nuestro aceite durante el día. Aquí no moveremos el bote que contiene el aceite, dejándolo a la intemperie durante 15 días. Las cantidades y materiales son los mismos que en el proceso en frío. No lo dejes macerar en un horno solar porque puede sobrecalentar en exceso el aceite.
El segundo método consiste en poner al fuego el aceite y las hojas secas de caléndula en una cacerola, en las mismas cantidades que hemos indicado antes,controlando con un termómetro que la temperatura no exceda de 60 grados( si tienes un robot de cocina que caliente y puedas controlar su temperatura, es una solución para asegurarnos que la temperatura no excederá de 60 grados). Lo calentaremos durante 40 minutos. Esta última forma de obtener nuestro aceite de caléndula es la que menos principios activos va a concentrar, pero es la más rápida.
Después de filtrar nuestros aceite es normal que adquieran un color levemente anaranjado, es normal, su intensidad dependerá de si nuestras flores eran de color naranja y del tipo de aceite que hayamos elegido. El olor de caléndula es intenso, si quieres puedes añadir a tu aceite unas gotas del aceite esencial cuyo olor más te guste. Y ya podemos disfrutar de los beneficios que esta maravillosa planta nos brinda para cuidar nuestra piel.
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