Ayer fue 20 de Marzo, Día Internacional de la Felicidad y además ¡empezó la primavera!
Un buen momento para empezar a ejercitar la felicidad. Pero, ¿Cómo ejercitar la felicidad?
Según la RAE, felicidad es 1.Estado de grata satisfacción espiritual y física. 2. Persona, situación, objeto o conjunto de ellos que contribuyen a hacer feliz. 3. Ausencia de inconvenientes o tropiezos.
En general, la felicidad no aparece por arte de magia, la felicidad hay que buscarla, todos podemos influir en ella a través de nuestras decisiones, pensamientos, acciones así como la actitud que adoptamos frente a lo que nos sucede.
“La felicidad es un estado mental, una forma de ser y ver la vida, que debe ser trabajada y practicada." Matthieu Ricard - Tuitéalo
10 claves para una vida más feliz
1. Haz cosas por los demás.
Cuidar, ayudar y preocuparse por la gente que nos rodea nos ayuda a reforzar los vínculos y crear una sociedad más feliz. Muchas investigaciones aseguran que ser amable con los demás aumenta nuestros niveles de felicidad. La bondad puede ser tan simple como una sonrisa, un agradecimiento o una palabra de aliento. Es una manera de conectar, aunque sólo sea por un breve momento, con aquellos que pasan por nuestra vida. Por ejemplo, podríamos ceder nuestro asiento en el tren o recoger y devolver el guante de alguien cuando lo dejan caer. Como dice el Dalai Lama: "Sé amable siempre que sea posible, siempre es posible"
2. Conecta con la gente.
Las personas con relaciones sociales fuertes y amplias son más felices, más saludables y viven más tiempo. Las relaciones cercanas con la familia y los amigos proporcionan amor, significando, apoyan y aumentan nuestros sentimientos del valor hacia nosotras mismas.
3. Cuida tu cuerpo.
Nuestro cuerpo y nuestra mente están conectados. Ser activo nos hace más felices, además de ser bueno para nuestra salud. Instantáneamente mejora nuestro estado de ánimo e incluso puede levantarnos de una depresión. ¡También podemos aumentar nuestro bienestar desconectándonos de la tecnología, saliendo y asegurándonos de dormir lo suficiente! Recuerda: “Un cuerpo sano es un cuerpo feliz”.
4. Vive la vida conscientemente.
Baja el ritmo. Únete al movimiento slow, disfruta de los pequeños placeres de la vida, mímate un poco. La clave es el famoso mindfulness o atención plena, es decir, experimentar lo que nos rodea con intensidad, ver, oir, tocar y también sentir todas las sensaciones que vienen de nuestro interior. Muchísimos estudios han demostrado los beneficios de la atención plena en nuestro bienestar físico y mental.
5. Cultiva tu curiosidad.
Aprende cosas nuevas, lee, pregunta aquello que no sabes. Haz algo diferente: prueba un nuevo restaurante, vuelve a casa por otro camino, vive nuevas experiencias, aprende algo nuevo, lee, pídele a algún amigo que te enseñe algo...
6. Márcate unos objetivos definidos y realistas.
El primer paso es pensar en algo que te gustaría alcanzar, escríbelo y visualízalo. Compártelo y márcate una fecha límite para conseguirlo, que te sirva de motivación. No tienen que ser grandes objetivos, puedes empezar con pequeños propósitos como: ir andando todos los días al trabajo, no comer comida basura, leer un libro al mes...
7. Resiliencia. Encuentra maneras de recuperarte.
No puedes controlar lo que te pasa, pero puedes elegir tu reacción. Busca el lado bueno de las cosas, oportunidades en la adversidad. Por ejemplo: que te reduzcan la jornada de trabajo puede ser una oportunidad para invertir el tiempo en tu familia, descansar o aprender algo nuevo.
8. Haz cosas que te hagan sentir bien.
Escucha música, dibuja, baila, llama a un amigo... Investigaciones recientes muestran que experimentarlas regularmente crea una "espiral ascendente", ayudando a construir nuestros recursos. Así que aunque necesitamos ser realistas sobre los altibajos de la vida, ayuda a enfocarnos en los aspectos buenos de cualquier situación - el vaso medio lleno en lugar del vaso medio vacío.
9. No te compares con los demás.
Nadie es perfecto, solemos tener una visión negativa de nosotros mismos e idealizada del resto. Agradece lo que tienes, no esperes a que te falte para darte cuenta de lo que tenías.
10. Sé parte de algo más grande.
El propósito de la vida es una vida con propósito. ¿Cuál es el tuyo?
Espero que os haya gustado y empecéis hoy mismo a ejercitar vuestra ¡felicidad!
- Nahir