Es hora de hablar de plátanos, y no precisamente de plátanos normales y corrientes. Después de ver como varios países invertían en más y más productos de comercio justo, normalizando así este sistema económico e involucrando a los ciudadanos en opciones de consumo más éticas, ¡en España por fin tenemos bananas fairtrade!
Esta novedad es más interesante de lo que podría parecer en un primer momento, y es que la banana es la fruta más consumida en el mundo entero. Así pues, asegurarse de que su producción implique salarios justos y condiciones laborales dignas resulta en un gran impacto positivo sobre todo en América Latina y en las poblaciones del Caribe.
De hecho, casi el 90% de las bananas de comercio justo vienen de Colombia, Ecuador, Perú, y la República Dominicana. Casi 12.000 pequeños productores escapan de un sistema de negocio injusto para ellos gracias a la colaboración con las organizaciones de comercio justo.
La industria bananera precisamente se caracteriza por las malas condiciones de sus trabajadores; con salarios muy bajos, horarios excesivos de hasta 15 horas de trabajo por día, y falta de derechos sindicales. Además, esta fruta también tiene un impacto ambiental notable, ya que las plantaciones suelen utilizar grandes cantidades de pesticidas que afectan tanto a los trabajadores como al planeta.
La bananera no es la única industria que presenta estas características, ni mucho menos, pero tiene la gran ventaja de contar con la alternativa fairtrade. Como ya te he contado en alguna ocasión, el comercio justo no solo apuesta por una economía circular y más digna con todos los trabajadores, sino también por el respeto al medio ambiente y el uso de técnicas sostenibles y poco o nada agresivas con la tierra a la hora de producir alimento. Y eso también incluye el combatir el uso de pesticidas tóxicos en las bananas.
Así pues, elegir una banana que tenga el sello Fairtrade en vez de una banana o plátano corriente implica proteger al medio ambiente, apoyar a los trabajadores de las plantaciones bananeras y a los pequeños productores, fortalecer las cooperativas locales, mejorar las condiciones de trabajo y los salarios, aplicar derechos sindicales, y apostar por la educación y formación en cuanto a técnicas sostenibles, consejos financieros, independencia de las grandes empresas, etc.
¿Qué opción prefieres tú?
En 2014 se vendieron unas 460.000 toneladas métricas de bananas fairtrade, algo que benefició mucho a los pequeños productores. Aun así, en España nos queda mucho camino para normalizar el comercio justo - tanto en frutas como en chocolates, cafés, arroces y prendas de vestir.
Si todavía no lo has hecho, te recomiendo que localices tu tienda más cercana (puedes buscar una Oxfam Intermón o alguna de las tiendas que te recomiendo aquí) y que te des una vuelta, descubriendo la gran cantidad de alternativas justas que tienen. Hoy en día, no obstante, también puedes encontrar productos de comercio justo en tus supermercados habituales. Las bananas fairtrade, por ejemplo, estarán en Carrefour, Alcampo, y el Corte Inglés : )
Para darte un poquito más de inspiración, puedes ver mi receta vegana de pan de plátano que he compartido en la página de Fairtrade Ibérica para celebrar que ya tenemos bananas de comercio justo en España.
Si hay algo en lo que creo firmemente, gracias a todos los datos e informes que he leído, y a las conversaciones que he tenido con varias organizaciones, es en el sistema de comercio justo. Realmente tiene las herramientas necesarias para cambiar el mundo a mejor y combatir la pobreza y la dependencia de los países del Sur desde dentro. Desde las personas.