Es increíble la cantidad de basura que cada uno de nosotros puede llegar a producir en un solo día y, en la mayoría de los casos, no somos ni conscientes de ello ya que nos vamos desprendiendo de ella poco a poco. Pero ¿qué pasaría si nos pidiesen que guardásemos la basura de toda una semana? El fotógrafo Gregg Segal decidió llevar a cabo este experimento y pidió a sus vecinos y amigos que, durante una semana, guardasen los residuos que iban generando y este fue el resultado:
Muchos de los fotografiados afirmaron que no eran conscientes de la cantidad de basura que generaban hasta que no asumieron el reto de conservar todos los residuos de una semana. Incluso algunos decidieron salir con menos basura por pura vergüenza.
¿Has oído hablar del “zero waste” o “ residuo cero”?
La filosofía “zero waste” o “residuo zero” va más allá de la cultura del reciclaje y nace como una alternativa al consumo desmesurado de productos y bienes de usar y tirar. Se basa en cinco pilares fundamentales:
Reducir la cantidad de residuos que generamos.
Rechazar todo aquello que no necesitamos.
Reciclar lo que no sea posible descomponer de forma orgánica.
Reparar en vez de usar y tirar.
Reutilizar todo aquello que esté en buen estado.
Y para muestra un botón. Esta es Bea Johnson, autora del libro “Zero Waste Home” y una de las gurúes del movimiento “zero waste” a nivel mundial. En la mano lleva un bote con los residuos que ella, su marido y sus dos hijos han generado durante un año.
Llegar al bote de basura de Bea resulta un poco complicado pero no imposible. Lo importante es que vayamos poco a poco cambiado nuestros hábitos y reduciendo, en la medida de lo posible, la cantidad de basura que generamos. Y es que si nos paramos a analizar nuestra basura descubriremos que la mayoría de cosas que llenan nuestras bolsas son innecesarias.
Lo primero que debemos pensar a la hora de comprar cualquier cosa es si existe una alternativa más sostenible y que nos ayude a generar menos residuos. Si la hay tenemos que hacer todo lo posible por elegirla. Y si no tenemos ninguna otra opción, y seguimos necesitando ese producto, lo compraremos pero siendo conscientes en todo momento de la decisión que hemos tomado.
Consejos para reducir tu basura
1. Compra a granel
La venta a granel es muy positiva porque está libre de envases y embalajes, por lo que solo te llevarás a casa el producto en sí. La clave está en utilizar tus propias bolsas reutilizables o recipientes para que el dependiente pueda servirte la cantidad de producto que necesites.
Todo, o casi todo, puede ser comprado a granel: fruta, verduras, legumbres, pastas, leche, embutidos, jabones, cereales, frutos secos… Hace algunos años era prácticamente imposible encontrar comercios que vendieran sus productos al peso y libre de embalajes. Pero, por suerte, cada vez se ven más tiendas y grandes superficies que apuestan por este tipo de venta. Haz clic aquí para comprobar cual es tu tienda más cercana.
También es importante que compres los productos frescos como carnes, pescados, frutas y embutidos en el mercado o tiendas de barrio en los que el producto se corta en el momento y se sirve fresco. Lleva tus propios envases y, aunque al principio notes que te miran raro, pronto descubrirás que aplaudirán tu iniciativa.
2. Menos es más
Hay muchas cosas que tenemos en casa o que compramos que realmente no necesitamos y terminamos tirándolas o abandonándolas en un armario porque no las utilizamos. Tenemos que aplicar la teoría del “menos es más” en todo lo que hagamos y recitarla como si se tratase de un mantra cada vez que dudemos. Menos muebles y más espacio. Menos ropa y de más calidad. Menos compras y más momentos para disfrutar. Menos comida precocinada y más alimentos saludables. Menos “tengo” y más “comparto”.
En definitiva se trata de simplificar nuestros hábitos de consumo para poder diferenciar con claridad lo necesario de lo que no lo es.
3. Reutiliza
Otro de los puntos importantes es comprar cosas que podamos reutilizar muchas veces y rechazar aquellas que sean de usar y tirar.
Usa bolsas de telas para hacer tus compras y di no a las de plástico.
Llévate un taza a la oficina y utilízala cada vez que vayas a la cafetería a por un café. Evitarás usar un montón de vasos desechables.
No te olvides de meter en la mochila o bolso tu botella de agua de cristal o acero inoxidable para evitar comprar agua embotellada.
Cambia las servilletas de papel por las de tela.
No tires los botes de cristal de las salsas de tomate, aceitunas… y úsalos para guardar tus compras a granel.
4. Compra de segunda mano
Esta es sin duda la compra más sostenible que existe ya que no se invierten nuevos recursos sino que aprovechamos los que ya existen. Antes de la crisis el mercado de la segunda mano estaba relegado a gente con pocos recursos o incluso a coleccionistas. Con la llegada de la crisis tuvimos que exprimir al máximo nuestro ingenio y recursos y empezaron a aflorar un gran número de tiendas y aplicaciones destinadas al comercio de productos de segunda mano. Ropa, muebles, bicicletas, coches, elementos de decoración, cosas para bebes, equipación de deporte, aparatos electrónicos… el abanico ahora es amplísimo.
Vivimos en una era en la que la gente se cansa muy pronto de lo que compra y lo venden prácticamente nuevo. Algunas de las tiendas online más conocidas son Ebay, wallyboo, wallapop, vibbo, chicfy.
5. Convierte tu basura en compost
La mayor parte de los residuos domésticos que generamos proceden de la alimentación. El compost es una técnica que nos ayuda a convertir los residuos orgánicos en abono para que vuelva a ser utilizada por la tierra como nutrientes. Si tienes un huerto o jardín puedes fabricar tu propia compostera para utilizarla luego como abono para las plantas. Si vives en Madrid o Barcelona puedes usar el contenedor marrón para deshacerte de los desechos orgánicos. Además, en algunas ciudades también existen huertos comunitarios donde la gente puede llevar sus restos orgánicos para que sean convertidos en compost. Y si no tendremos que esperar a que el contenedor marrón llegue a nuestra ciudad…
Os dejo un video de una charla de Bea Johnson en los TEDx, donde explica por qué tomo la decisión de no generar residuos, cómo lo hacen ella y su familia, y cuáles son sus principales consejos.