Es una práctica común que el aceite sobrante sea descartado en el fregadero o en un desagüe. No obstante, esta práctica es desaconsejable. Estos aceites tienden a acumularse progresivamente en las paredes de las tuberías formando un compuesto gelatinoso que va acumulando otros residuos orgánicos hasta atascar las tuberías. Adicionalmente, encarece el proceso de depuración de las aguas servidas.
El efecto contaminante del aceite sobre el ambiente puede ser considerable si tomamos en cuenta las estimaciones que ha hecho el Ministerio para la Transición Ecológica, según la cual de las 850 mil toneladas de litros de aceite vegetal que se consumen, se pueden generar unos 150 millones de litros usados al año.
Se calcula que un litro de aceite usado contiene una carga contaminante que puede llegar a ser 5 000 veces mayor que el agua residual que se descarga en cañerías y redes de saneamiento, lo que significa que este simple litro de aceite puede llegar a contaminar 40 000 litros de agua limpia; lo que representa el consumo promedio de una persona al año.
Acciones que podemos ejecutar desde nuestros hogares
Acumular el aceite para destinarlo al reciclaje: Deja que el aceite usado se enfríe y viértelo, usando un embudo, en un envase plástico con tapa. No lo mezcles con agua o aceite mineral. Reúne cantidad suficiente de aceite hasta completar la capacidad del envase y ciérralo bien. A partir de este punto tienes las siguientes opciones a elegir:
1) Enviarlo a un centro de reciclaje: Puedes destinar el aceite a un centro que trabaje con este tipo de residuos, como los fabricantes de biodiésel, siempre y cuando en tu localidad existan centros específicos para la recogida de aceites.
2) Elaboración de jabón casero: Puedes filtrar el aceite para eliminar los residuos y mezcla con agua y sosa cáustica (te recomendamos que este proceso lo hagas con cuidado para evitar salpicaduras, usa guantes de hule y gafas protectoras). Vierte el contenido en un molde y espera por espacio de mes a que fragüe. Tendrás un jabón para usos múltiples.
3) Velas o lámparas de aceite: El aceite previamente filtrado, lo aromatizamos con gotas de un aceite esencial de sándalo u otra fragancia que sea de tu gusto. Luego lo viertes en el recipiente adecuado al cual le vas a incorporar un hilo grueso de algodón en el centro. Un procedimiento bien detallado lo vas a encontrar en nuestro enlace: https://ecologia.facilisimo.com/velas-de-aceite-paso-a-paso-para-elaborarlas_2356143.html.
4) Engrase de moldes para hornear: Siempre y cuando este aceite no haya sido muy reusado o con olores intensos, lo puedes untar en moldes para repostería.
5) Engrase de bisagras: Mediante una jeringa usada puedes tomar pequeñas porciones de este aceite y engrasar las bisagras chirriantes como pernos, cerraduras, charnelas entre otros. Eso sí, tienes que tener en cuenta que su efecto es de menor duración que el de los aceites minerales.
6) Protector de superficies de muebles: Para aquellos muebles de madera no barnizada, le puedes aplicar estos aceites, especialmente si el aceite usado es de oliva. Ayuda a cerrar los poros de la madera y mantener el brillo natural. Recomendado hacerlo con la frecuencia mínima de seis meses, especialmente si estos muebles están expuestos a la intemperie.
7) Exfoliante para la piel o una crema hidratante: Puedes hacer una pasta semisólida con la mezcla del aceite filtrado y café molido para el caso del exfoliante. Para la elaboración de la crema deberás mezclar el aceite con cera de abejas.
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Pedro Churion l Redactor Especialista