Por un lado, hay quien dice que la miel no es sana debido a su alto contenido de fructosa. Por otro lado, hay quien dice que los componentes beneficiosos de la miel superan a los perjudiciales.
Pero ¿a quién debemos creer?
Todos los detalles te los contamos a continuación.
Por Nutrición Sin Más
La miel es un producto natural que se ha usado durante cientos de años y que destaca por su largo periodo de conservación, el cual puede prolongarse durante años.
Se ha usado como edulcorante, como remedio natural para diversas enfermedades y hasta como pomada para tratar ciertas heridas o lesiones.
Sin embargo, desde que se descubrieron los efectos nocivos de la fructosa, muchos han puesto en tela de juicio el consumo de este delicioso alimento.
Elaboración de la miel
Como todo el mundo sabe, la miel es fabricada por las abejas mediante la recogida del néctar de las flores, un tipo de azúcar líquido presente en las plantas.
En la colmena, las abejas trabajan en equipo para convertir el néctar en miel, un proceso en el que digieren y regurgitan el néctar una y otra vez, pasándose el néctar de boca en boca hasta que este es finalmente transformado en miel.
Después, las abejas depositan las pequeñas cantidades de miel en las celdas de los panales y las sellan con cera para proteger la miel y conservarla durante largos periodos de tiempo.
Las propiedades y la composición de la miel varían en función de la procedencia del néctar recolectado por las abejas, pero generalmente una porción de miel posee:
Un 82 % de azúcar, el 40 % del cual es fructosa.
Vitaminas, minerales y antioxidantes.
Índice glucémico alto.
Beneficios de la miel
Son muchos los estudios que se han centrado en investigar los pros y los contras de este producto natural y han coincidido en varios aspectos.
El consumo de miel afecta de forma positiva el perfil lipídico del organismo, lo que se traduce en una reducción de los niveles de colesterol LDL y triglicéridos y un aumento del colesterol HDL.
Asimismo, en varios estudios, se ha observado que la ingesta de miel disminuye considerablemente el nivel de proteína C reactiva, un marcador de inflamación asociado a enfermedades cardíacas.
El elevado contenido de antioxidantes presentes en las variedades de miel pura, no refinada, también es un indicador saludable.
Los antioxidantes son sustancias que protegen contra el daño oxidativo producido por los radicales libres, el cual puede dañar moléculas importantes como el ADN.
Es importante señalar que las variedades de miel más oscuras son más ricas en antioxidantes que las variedades claras.
Por último, la miel también tiene propiedades terapéuticas cuando se aplica de forma tópica sobre la piel, pues se ha demostrado que es un potente antibacteriano.
¿Tiene efectos negativos en la salud?
Si eres una persona diabética, deberás prestar atención al consumo de miel.
De acuerdo con algunos estudios llevados a cabo en pacientes con diabetes, el consumo regular de miel aumenta los niveles de glucosa en sangre.
No obstante, si se compara con la dextrosa o la sacarosa, el incremento de azúcar en sangre es menor.
Conclusión
Si eres una persona sana y activa, sin problemas de salud aparentes, el consumo de miel no hará otra cosa que beneficiarte y mejorar diversos aspectos de tu salud.
Si, por el contrario, tienes problemas de glucosa o sufres de diabetes, no abuses de la miel y controla tus niveles de glucosa para que puedas conocer hasta qué punto toleras este producto natural.