Para solventar estos inconvenientes y ahorrarnos tiempo que podríamos dedicar a otras cosas, como escardar y podar tomateras, hemos decidido instalar un riego automático. Para ello hemos estado investigando las diferentes opciones que existen hoy en día (riego por goteo, aspersión, inundación, etc) y nos hemos decantado por instalar una manguera porosa.
Nuestra decisión se debe a varios factores que detallaremos en un próximo artículo, pues estamos realizando un pequeño trabajo para colgar en la web y que sirva de ayuda a todos los que tienen las mismas dudas que nosotros.
Hasta entonces os dejamos con un pequeño croquis del primer huerto en el que vamos a instalar este sistema: