Si vives en una gran ciudad creo que es imprescindible para tu bienestar físico y mental escaparte al campo todo lo a menudo que te sea posible y respirar muy, muy profundo. Esto es lo que he hecho este fin de semana y no puedes imaginar lo bien que me ha sentado. Regreso a la ciudad y al trabajo diario con las pilas a tope y con mil ideas dando vueltas en mis neuronas (¡preparaos para el septiembre lectores de sogood!) ¿Pero sabes qué es lo mejor? Que gracias a las alpargatas que luzco en el post de hoy –y que te presento en él- creo que esta conexión con la naturaleza me durará mucho más que en otras ocasiones. ¿Quieres saber por qué? Pues sigue leyendo.
Las alpargatas son de Factor Tree, una marca de calzado que apuesta por la sostenibilidad. Y es que, además del yute (la fibra natural que caracteriza a cualquier alpargata), Factor Tree se sirve del caucho natural, del corcho y del algodón orgánico para confeccionar sus zapatos. Éste último, además, procede de Organic Cotton Colours, una de las firmas de algodón orgánico que más admiro por el proyecto que hay detrás y por el buen hacer de su creador. Te hable de él aquí y aquí. Ya ves, un calzado natural, parcialmente ecológico, además, apto para veganos.
Como puedes imaginar por el tipo de materiales que componen las alpargatas, calzarlas es un verdadero placer. Además, el hecho de que estén confeccionadas, totalmente a mano, en pequeños talleres de Murcia de la mano de grandes maestros alpargateros, hace que el acabado de estas sea impecable, no dando lugar a ningún pliegue ni nada que condiciones su comodidad. Ni una rozadura, ¡lo prometo!
Por lo que respecta al diseño, que es made in Barcelona, es creación de Isabel, la alma máter de la firma y diseñadora industrial del sector automovilístico reconvertida a maestra alpargatera tras una intensa formación. La colección –de espíritu atemporal- cuenta con diseños lisos, pero creo que lo que de da un enorme valor añadido a la firma son los estampados. ¿Cuál es tu preferido? Los tienes todos aquí.
Según me cuenta Isabel, la tela está teñida con tintes al agua que minimizan todo lo posible la contaminación. Todavía no he tenido que lavarlas, pero en la etiqueta se recomienda hacerlo con un paño húmedo y jabón neutro, y procurar no meterlas en la lavadora ni secadora. El secado al aire libre y sin sol directo. Así lo haré.
En el look de este fin de semana las he combinado con un mono corto estampado color verde botella de Gorni Kramer, una firma de Barcelona también muy good y muy cute de la que hace tiempo tengo ganas de hablarte. El capazo, un incondicional de mis posts de verano, lo compré en Mallorca hace ya varios años a un artesano.
Utilicé el outfit para escaparme al monte con Adam y Cesc a ver un espectáculo del Circ Cric, un circo muy peculiar que se encuentra ubicado en medio de la montaña del Montseny y que, además de hacernos pasar un buen rato y ridiculizar la mayoría de nuestras preocupaciones diarias, nos invita a reflexionar acerca de nuestra relación con la naturaleza. Yo, al menos a través de mis pies, me puedo sentir un pelín más conectada a pesar de encontrarme, ya hoy, en medio del asfalto. Y tú, ¿conectas con la naturaleza ni que sea de vez en cuando? ¿Cómo lo consigues? Me encantará leerte
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