– Laura, ¿qué conexión tiene La moda es revolución con tu primer libro Armario sostenible?
El nexo más directo es la moda. A mí me gusta hablar de moda. En un momento quise hablar de moda sostenible porque me costó entender las implicaciones que suponía vestir de manera respetuosa con el planeta y las personas, y por ello escribí Armario sostenible.
Con La moda es revolución creo que voy un paso más allá, y es que la moda sostenible tiene que ser, por definición, feminista. La industria de la moda se dirige principalmente a nosotras, marcándonos unos cánones que muchas veces nos someten. Piensa que no hace tantos años el atuendo de una mujer pesaba de media 11 kilos. 11 kilos que nos mantenía paralizadas, encorsetadas y, literalmente, sin libertad de movimientos. Hoy todavía en algunas culturas la ropa paraliza a la mujer. Por otra parte, las mujeres somos las principales responsables de la producción textil en el mundo, muchas veces con salarios y condiciones laborales indignas. Con todo, si queremos que realmente la moda sea más sostenible, debemos utilizarla como elemento revolucionario.
La moda sostenible tiene que ser, por definición, feminista.
– En La moda es revolución precisamente muestras la historia de vida de 40 mujeres que han utilizado la moda con este fin.
Sí. Y podrían haber sido muchísimas más, pero no cabían en un libro. En realidad yo quería empezar con Cleopatra, pero con la editorial al final decidimos empezar en el siglo XX. Son 40 mujeres muy distintas pero con este nexo en común, el uso de la moda como palanca de cambio.
– ¿Alguna de ellas es tu preferida?
No, porque todas ellas tienen algo que las hace únicas y especiales. Gracias al libro sí que he descubierto algunas historias interesantes que me han hecho cambiar la percepción de algunas mujeres y de cómo se lucha por el feminismo. Por ejemplo Aeene Burda, la de los patrones que quizás muchas recordamos haber visto en casa de nuestras madres o abuelas. Para mí Burda era sinónimo de “labores del hogar”, pero en realidad tuvo un papel muy importante en la democratización de la moda, en que todas las mujeres pudieran vestir prendas que solo veían en las revistas, y además confeccionarlas a su gusto.
– Ahora la moda es mucho más plural. ¿Crees que hemos ganado la batalla a esos cánones que comentabas que se nos imponían?
Hemos avanzado mucho, claro, pero todavía queda mucho por caminar. A las mujeres se nos sigue exigiendo una belleza estandarizada imposible, ya no solo a través de la ropa que vestimos si no de cómo lucimos físicamente. Y aunque quieras ir a contracorriente, las microtendencias te siguen encorsetando. Eso en Occidente, porque obviamente en muchos países del mundo estamos todavía a años luz.
A las mujeres se nos sigue exigiendo una belleza estandarizada imposible.
– En el libro también haces mención especial al edadismo.
Sí, es un tema en el que creo que todavía queda mucho por hacer. Es cierto que por ejemplo ahora se ha puesto de moda la cana, pero tenemos que ir con cuidado de no ir al otro extremo y señalar a las mujeres que se quieren teñir. La verdadera revolución pasa por la libertad de que cada una, cada uno pueda hacer lo que quiera con su cuerpo sin sentirse juzgado.
Vestir debería servirnos para crear discurso y expresarnos.
– ¿Cómo podemos seguir mejorando el mundo a través de la moda?
Para mí la clave está en pasar de las tendencias. Las tendencias son ganchos para vender, que nos alienan. Vestir debería servirnos para crear discurso y expresarnos.
En segundo lugar, está en escoger bien qué tipo de moda consumimos. Es importante prestar atención en los modelos productivos y decantarse por aquellos que respetan el medio ambiente y las personas. Nos definimos todas como feministas, pero luego vestimos ropa hecha por mujeres que han sido explotadas.
Podemos pensar que el mundo no va a ser mejor porque 1 o 10.000 mujeres cambiemos la manera de vestirnos, y obviamente la administración pública y las empresas tienen muchísima responsabilidad. Pero en el libro sí se muestran 40 historias de vida de mujeres que han hecho auténticas revoluciones a través de la moda. Y creo que la lectora y el lector puede aprender mucho de ellas y encontrar muchísimas inspiración.
Muchas gracias Laura. Un libro delicioso que además se acompaña de una introducción que contextualiza muy bien el tema, gran cantidad de frase célebres y citas muy inspiradoras, y una playlist de mujeres que nos empoderan.
+ info sobre el libro La moda es revolución.
Créditos de las fotos: @windrosestudios.