El turismo slow intenta que los viajes sirvan a la gente para desconectar de la rutina conectándose con el lugar que se visita. Yo que llevo un tiempo en la oficina de turismo de Patones de Arriba a veces me pregunto si la gente no se da cuenta de que está en su tiempo de ocio y puede hacer las cosas despacio y sin estrés. A muchos les cuesta cambiar el chip y quieren todo lo más rápido posible (algunas veces con codazo incluido). Siempre recuerdo el turista que hizo una foto de uno de mis folletos para decir a sus amigos que había estado ahí y solo había llegado hasta la oficina de turismo .
Pero no todo es así. Carl Honore escribió El Elogio a la lentitud y contribuyó al lanzamiento del movimiento slow. Se trata de una alternativa para contrarrestar la vida agitada de las personas, sobre todo las que viven en ciudades. “Vivir con prisa no es vivir, es sobrevivir” “el trabajo no es lo más importante en tu vida” “escucha los sueños de la gente que amas”. Son algunas de las reflexiones de su decálogo.
Hace unos años escuché hablar del slow food, muy vinculado a la agroecología y a restaurantes que utilizan productos locales. Y ahora cada vez se habla más del slow travel o el turismo lento. O el turismo slow, al más puro estilo spanglish. La esencia del turismo slow la explican muy bien en este blog. Sus autores nos cuenta que en lugar de “acumular lugares, decidieron acumular experiencias”.
La idea de este movimiento es visitar menos sitios pero mejor. Sólo así puedes huir de las prisas y disfrutar de los lugares. Yo, que algunas veces soy de las de llevar la agenda llena de planes he disfrutado de experiencias maravillosas de turismo slow charlando con la gente del lugar, comiendo en el típico puesto callejero, escuchando los sonidos del paisaje. Ahora que lo pienso me vienen miles de recuerdos.
Hace un año un periodista escribió un artículo diciendo que Patones parece una maqueta y se veía en una hora (yo le respondí, claro). Debe ser que no había oído hablar del turismo lento. Estas son algunas ideas para nuestros futuros visitantes.
Queremos que nuestros desayunos sean al más puro estilo slow food. Es más, se podrán recolectar los tomates en nuestro huerto o recoger los huevos en el gallinero para el desayuno.
Macetas para cactus de casa rural melones
Ofreceremos la posibilidad de aprender cerámica en nuestro taller El Cocedero. Tocar la arcilla, pintar y decorar, esperar con entusiasmo el momento de abrir el horno y ver el resultado
Antigua cuadra
Nuestra casa rural se ubica en la cuadra de una de las primeras viviendas de Patones de Abajo. Cada rincón esconde la historia del abandono de Patones de Arriba y de sus usos y oficios tradicionales. Adoramos Patones y además tenemos la suerte de ser “patoneros”.
Dehesa de la oliva
Conocemos cada rincón de nuestro pueblo, por eso podremos enseñaros los mejores lugares para detenerse a observar el paisaje y sentirlo. Os propondremos lugares para ver las estrellas, senderos para caminar entre almendros en flor, ríos para refrescaros
porche en el corral
Y qué mejor que disfrutar de una tarde sentado en el jardín charlando con los amigos o familiares. Nosotros llevamos unos años haciéndolo, son las “tardes del corral”, escuchamos música, charlamos, nos tomamos un té a la menta. Y todo sin salir de nuestra casa.
Algunos pensarán que estamos locos pero una de las cosas que pensamos hacer es no poner televisión en las habitaciones. Habrá una televisión para uso colectivo en nuestras zonas comunes pero pretendemos que la gente no se “encierre” en la habitación para hacer lo mismo que hace en casa. No hay que olvidar la célebre frase ¡¡Apaga la tele, enciende tu mente!!
Para terminar nos quedamos con unas reflexiones del blog Pie y Pata que nos parecen muy reveladoras
Esa sensación de vivir, y no sólo de ver y estar.
Esa sensación de interactuar con el lugar y no ser un mero espectador.
Más información sobre el turismo lento en los siguientes enlaces:
http://www.eumed.net/rev/turydes/18/turismo-slow.html
http://www.mrturismo.com/slow-travel-nueva-forma-turismo/
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