El pasado mes de junio participé en un curso de la Red Emprendeverde Media Green Startups sobre comunicación con los medios y marca personal que ha sido muy fructífero. Me ha servido, por ejemplo, para pararme a pensar sobre por qué he terminado metiendome en proyecto de esta envergadura. Yo desde que era muy pequeña tenía un sueño que era que la cuadra donde mi abuelo Julián guardaba a sus ovejas se convirtiera en un alojamiento para que la gente pudiera disfrutar de Patones.
Todo surgió en un campamento de verano en Cantabria, estuve en un albergue llamado “El Portalón” (qué felicidad sigue existiendo y tiene web con fotos, qué nostalgia). Allí pensé que podríamos hacer algo parecido en Patones. Seguramente de alguna forma terminé, sin pensarlo, escribiendo el libro de rutas por Patones como un primer paso para conseguir mi objetivo. Durante mucho tiempo hablé con mis padres de la posibilidad de construir un albergue. Hacía fotos de la cuadra, dibujaba planos, pensaba en qué podía ofrecer…
Poco a poco iba acercándome a la zona, primero con algunos trabajos en Torremocha, luego viniéndome a vivir a Torrelaguna. Fue entonces cuando comencé a tomarme más en serio la idea. Pero entre tanto terminé en Ecuador trabajando como profesora universitaria. Fue entonces, a casi 9000Km de distancia cuando me di cuenta de que mi lugar en el mundo estaba aquí, en Patones.
Cuando regresamos nos pusimos de lleno con el proyecto. Tuvimos que modificar la idea inicial: en vez de un albergue construiríamos un ecoalojamiento. El 8 de marzo de 2016 empecé a publicar el blog de Casa rural Melones. Sin darme cuenta que era el Día de la Mujer, pero eso de ser emprendedora verde se lleva en el ADN. Y acabo de darme cuenta de que justo el 9 de marzo de 2018 abrimos las puertas de Casa rural Melones a nuestros primeros huéspedes¡¡¡ El mundo está lleno de coincidencias.
Durante este tiempo he contado muchas cosas: cómo era nuestro proyecto, momentos difíciles para un emprendedor, cómo fue el primer año de nuestro proyecto… Hasta tenemos un video con la obra.
Los primeros pasos una vez que Casa rural Melones es una realidad están siendo emocionantes, llenos de aprendizajes y también un poco estresantes. Me encanta la gente que viene a Casa rural Melones. Las parejitas jóvenes que pasan un fin de semana romántico en Patones, las familias que disfrutan de lo lindo de la casa, los que dejan a los niños con los abuelos y se hacen una escapadita, los que vienen de boda pero aprovechan cada momento de su estancia. Disfruto muchísimo del momento de los desayunos o cuando charlo con la gente en la recepción. Me emociono con las reseñas que dejan nuestros huéspedes en internet sobre la casa rural o con los mensajes del libro de visitas.
Ahora me doy cuenta de que detrás de un emprendimiento siempre hay alguien. Detrás de Casa rural Melones está Iris, bueno y también está Davy, Isabel y Ricardo y la pequeña Julia. Nosotros hacemos este lugar diferente, hay mucho de nosotros en cada rincón. Y también hay mucho de quienes la construyeron y utilizaron, la familia Melones y el abuelo Julián, pero de ellos ya hablaré más adelante. Os dejo con un pequeño resumen a modo de entrevista.