¿Sabías que cada vez que metes en la lavadora una prenda sintética estás arrojando plástico al mar? Y es que resulta que fibras como el poliéster o el nylon, cuya esencia es el petróleo, al ser lavadas desprenden micro y nanopartículas de plásticos que (todavía) ningún filtro ha conseguido detener. En los primeros lavados, el desprendimiento de estas partículas es enorme; luego, empieza a descender y, llegado un número determinado de lavados (que varía según las características del tejido y de la prenda) el desprendimiento de microplásticos y nanoplásticos se vuelve a disparar.
Conocer este comportamiento ha llevado al equipo de Zyosh, con Pepe Costa a la cabeza, a desarrollar una solución que, pese a no ser infalible, sí que nos ayuda mucho a minimizar el impacto de nuestro lavado en este sentido. Y además, para qué engañarnos, nos ha fascinado como herramienta de marketing asociada a la sostenibilidad.
Se trata de la incorporación en la etiqueta de la prenda de un código QR oculto que, a medida que la prenda es lavada, va desvelándose. Cuando éste es totalmente visible y puede leerse, significa que ha llegado al tope máximo de “lavados sostenibles”, tras los cuales volverá a dispararse de nuevo el desprendimiento de micro y nanopartículas.
Para conocer cómo actuar a partir de este momento con la prenda, debemos escanear el código y éste nos mostrará una página web con las instrucciones a seguir. Éstas, ya totalmente pertenecientes al ámbito del marketing, pueden ir desde invitar a la persona a devolver la prenda a al tienda para su correcto reciclaje a cambio de un descuento en nuevas compras; indicar los puntos de reciclaje textil según ubicación; o cualquiera otra estrategia que ayude a cerrar el ciclo de vida de esa prenda de la manera más sostenible posible.
¿Qué pasa cuando una micro o nanopartícula de plástico llega al mar?
Pic: blog.richmond.edu Desde que comenzó a mediados de los años 50 la producción en masa de fibras sintéticas, el lavado de la ropa ha provocado la liberación de al menos 5,6 millones de toneladas de microfibras sintéticas, y la mitad de ellas están en el mar.
En la web de Greenpeace leemos que se han encontrado plásticos a 10.000 metros de profundidad en el mar. Ello las convierte en un vehículo de transporte ideal para que virus y bacterias se puedan mover más y mejor (con los riesgos que ya hemos visto que esto supone), o bien acaban engullidas por peces que luego nos comemos o incluso como nuevo componente de la sal marina que tan alegremente utilizamos en la cocina.
Recientemente la revista Environment International publicaba los resultados de una investigación en los que se detectaba, por primera vez, la presencia de nanopartículas y micropartículas de plásticos en el flujo sanguíneo de humanos. En concreto, tres de cada cuatro personas analizadas presentaban estas partículas en sangre. El siguiente paso es estudiar cómo estas partículas pasan a los tejidos del cuerpo y la afectación que supone. En el caso de los peces ya hace tiempo que se ha evidenciado la presencia de nanopartículas de plástico en su cerebro, y también está presente en la leche de las vacas, con lo que seguramente es solo cuestión de tiempo que se extienda en el organismo de los humanos.
Un filtro para nanoparticulas de plásticos
Actualmente son muchas las investigaciones que se están realizando para crear filtros en nuestras lavadoras que eviten que estos residuos lleguen al mar. En el caso de las micropartículas ya se han empezado a encontrar soluciones interesantes para evitar su paso. Pero otra cosa son las nanopartículas, mucho más pequeñas y difíciles de controlar.En este sentido, también desde Zyosh nos proponen una solución -ésta todavía en fase de investigación- que deriva el agua resultante del lavado a un filtro especial en el que se lleva a cabo una serie de procesos (ver la web de Zyosh para més detalle) que acaban convirtiendo estas partículas en un residuo carbonoso sólido que puede tener diferentes utilidades dependiendo de su naturaleza, desde biomasa fertilizante a combustible.
¿Qué puedo hacer yo para reducir los microplásticos?
De planeta Tierra, aunque a menudo actuamos como si no lo supiéramos, solo hay uno. Y ya nos hemos dado cuenta que todo está conectado: lo que pasa en Australia acaba llegando a nuestra casa, y al revés. Por ello desde So Good So Cute te invitamos a tomar conciencia de tu relación con los mircoplásticos y nanoplásticos y te queremos ayudar a tomar las mejores (y más sencillas) decisiones:〉Si eres diseñadora o fabricante de ropa, desde So Good So Cute te invitamos a apostar por los tejidos orgánicos y sostenibles o, si utilizas sintéticos, a que estos sean reciclados. Hoy en día existen soluciones muy interesantes y no mucho más caras. Naturalmente, también te animamos a que apuestes por soluciones como el etiquetado de Zyosh para ayudar a tu clientela a gestionar mejor el uso de las prendas en casa. Además, te ayudará a diferenciarte respecto a tu competencia.
〉Si eres consumidor/a de ropa, la premisa que te invitamos a seguir para evitar el desprendimiento de plásticos en el mar es reducir el consumo de estos en general (comprar a granel, evitar este tipo de envasados, etc.) En el caso concreto de la ropa, te proponemos lavarla lo mínimo posible. Y es que, en general, lo estamos haciendo muchas más veces de lo necesario. ¿Si no huele mal, por qué tienes que lavarla? ¿Se te ha manchado? Pues limpia localmente. No sólo alargarás la vida de tu ropa y la de tu lavadora, si no que, teniendo en cuenta cómo está el precio de la luz, también alargarás la vida de tu nómina.
Más sobre Zyosh
Zyosh es el departamento de I+D de Augusto Bellino, una empresa textil que nace en 1984 como proveedora de tejido de empresas de moda españolas y europeas y que siempre desde un enorme amor por el textil, ha ido evolucionando para ofrecer las soluciones más sostenibles y éticas a sus clientes.
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