Hay múltiples razones para adoptar un estilo de vida vegano, pero hacerlo por el planeta es uno de los motivos de más peso.
Cuando las Naciones Unidas publicó en 2007 su estudio medioambiental, muchos se sorprendieron al averiguar que la industria ganadera era responsable de más contaminación por gases de efecto invernadero que las emisiones de todos los vehículos y medios de transporte del mundo. Y es que, por increíble que parezca, con el simple hecho de eliminar carne y lácteos de tu dieta, ya estás haciendo más por el medio ambiente que si te pasaras a conducir un híbrido ecológico hasta el final de tus días.
Desgraciadamente, las granjas no solo son responsables de la contaminación ambiental. Según las N.U, son uno de los contribuidores más significantes a los problemas ecológicos más serios de hoy, incluyendo el calentamiento global, la destrucción de los bosques amazónicos, el esparcimiento de desiertos, la lluvia ácida, la erosión del suelo, y la pérdida de hábitats. También suponen el 8% del gasto global de agua, además del 37% de la producción de metano.
Cada vez más personas se preocupan por reducir su huella ecológica, y deciden adoptar una dieta herbívora. ¡Y es que 15 de 24 ecosistemas están en declive solamente por la industria ganadera! Solo con ser vegana, ha descubierto este estudio, una persona puede reducir su impacto medioambiental hasta la mitad.
Así pues, pasarse a una dieta vegetal es la decisión más efectiva que puede tomar un individuo para combatir el cambio climático y otros problemas medioambientales.
Cuando consideras que el 64% del planeta va a experimentar limitaciones en sus recursos hídricos en el 2025, hacerse vegano tiene sentido.
Cuando sabes que la industria ganadera es responsable de más gases de efecto invernadero que todos los trenes, aviones, y automóviles del mundo juntos, hacerse vegano tiene sentido.
Cuando descubres que con una hamburguesa vegetal puedes ahorrar tanta agua como la que usarías en la ducha durante dos meses, hacerse vegano tiene sentido.
Cuando te das cuenta de que cada segundo de cada día, un área del tamaño de un campo de fútbol es destruida en la selva tropical para producir 257 hamburguesas, hacerse vegano tiene sentido.
Para el carro. Sé lo que estás pensando; todo esto son solo números. Y los números no suelen emocionarnos o inspirarnos, ¿verdad? Es poco probable que cambies radicalmente tu dieta si te digo que se necesita 27 veces más petróleo para producir una hamburguesa animal que para hacer una hamburguesa de soja. No pasa nada; mi objetivo, y el de estos estudios, no es el de convencerte, sino el de hacerte pensar. Al contrario de lo que muchos pueden pensar, la decisión de adoptar un estilo vegano se toma muchas veces no por asuntos del corazón, sino por tener cabeza.
Solemos mirar al cielo después de escuchar malas noticias, y exclamar: ¡Ojala pudiésemos cambiar las cosas!. Pues resulta que ésta es una buena y efectiva manera de empezar. Y ahora que tienes la información y el poder en tus manos, te pregunto: ¿qué vas a hacer al respecto?