¿Sabes por qué a todos nos encantan estos tipos de jabones? Porque puedes dar rienda suelta a tu creatividad. Gracias a su transparencia puedes añadirle el color que quieras (incluso los alimentarios) porque no varían, incluso las fragancias se fijan por mucho más tiempo que con los jabones hechos por saponificación en frío. El refundido es muy sencillo, se puede hacer al baño maría o al microondas, y son ideales para darle forma con cualquier molde de silicona, o ponerle incrustaciones de flores, objetos o incluso de otros jabones. Además se enfrían muy rápido y están listos para usar al poco tiempo.
¿El inconveniente? Están hechos con alcohol y en ocasiones esto produce irritación en la piel a algunas personas con piel sensible, o producir la sensación de tirantez. También se gastan más rápido que los demás y por eso es conveniente dejarlos en un sitio seco una vez utilizados. Pero por lo demás todo genial.
La receta la hemos tomado del blog de una jabonera que seguimos y tiene creaciones impresionantes. Lo puedes ver aquí.
¿Qué necesitamos?
150 g de aceite de coco.
75 g de aceite de semilla de girasol.
75 g de ácido esteárico.
60 g de glicerina líquida.
300 g de alcohol de 96º.
lejía: 47 g de sosa + 115 g de agua destilada.
almíbar: 115 g de azúcar + 95 g de agua destilada.¿Cómo se hace?
Antes de nada advertir que este proceso se debe hacer en vitrocerámicas, ya que al trabajar con alcohol si lo hacemos en hornillos de gas puede provocar que el gas del alcohol al contacto con las llamas pueda prender fuego.
Vamos a trabajar con sosa, así que tomamos todas las medidas de seguridad de siempre (gafas, guantes y mascarilla). Con más razón que nunca debemos usar la mascarilla porque el proceso se hará en caliente y al evaporarse el alcohol junto con la sosa nos podemos intoxicar o marear.
Empezamos haciendo la lejía mezclando la sosa encima del agua. Removemos y dejamos enfriar. Cuando las escamas de sosa estén disueltas y la mezcla esté a temperatura ambiente le añadimos el alcohol. Removemos y lo vertemos en un recipiente para calentarlo en la vitrocerámica. Debe llegar a la temperatura de 70º C.
En otro recipiente calentamos los aceites (coco, girasol y esteárico), hasta diluirse y llegar también a 70ºC.
Cuando los dos líquidos estén a la misma temperatura los mezclamos (la lejía encima de los aceites) y pesamos.
Ponemos a calentar el recipiente hasta llegar a ebullición (85ºC aproximadamente). Cuando haya llegado a esa temperatura removemos y apartamos.
Pesamos otra vez y le añadimos el alcohol que haya perdido por la evaporación. En nuestro caso fueron sólo 10 gramos.
Tapamos la olla y la dejamos enfriar hasta que solidifique (unos 30 minutos).
Preparamos el almíbar mezclando el agua, que habremos calentado en el microondas, con el azúcar y removemos hasta disolver.
Ponemos otra vez la olla en el fuego para fundir el jabón y cuando esté fundido le agregamos el almíbar. Removemos todo para integrar y ya lo tenemos listo.
Nota: Si vemos que la transparencia del jabón no es suficiente lo dejamos hervir más tiempo y le añadimos un poco más de alcohol. Lo podremos comprobar tomando una muestra y echándola en la base de un vaso de cristal.
Apartamos para que se enfríe un poco y lo vertemos en el molde. Si pulverizamos alcohol sobre el molde evitaremos que le salgan burbujas.
Esperamos un poco y comprobaremos que se le forma en la parte superior una capa transparente. La retiramos.
Dejamos reposar un día, o hasta que haya solidificado completamente, y a continuación lo envolvemos en film transparente. Esto hará que la barra no pierda el alcohol y después sea más fácil refundirlo.
Dejamos madurar el jabón unas 2 o 3 semanas para neutralizar el ph y pasado este tiempo ya podemos refundir, con un chorreoncito de alcohol al baño maría o microondas, y una vez fundido añadirle el colorante y aceite esencial o perfume que queramos.
Cuando hayamos creado las pastillas de jabón por el refundido hay que dejarlas secar una semana más o dos aproximadamente, al aire libre, para que se evapore el alcohol que haya quedado.
Una vez que no huelan, y pasado ese tiempo, ya están preparadas para su uso y contacto con la piel.Parece muy complicado pero una vez puestas se hacen muy rápido y el resultado es una transparencia buenísima. Estamos seguras que haremos bastantes bases de éstas para crear jabones chulísimos. Y ahora ¡a jugar!
Fuente: http://comohacerjabones.com
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