En este lado del mundo aún estamos en primavera y por lo menos acá en Calahorra ahora es cuando más se siente. Las plantas están floreadas y el aire está cargadísimo de polen: la gran pesadilla de cualquier alérgico. Si eres del tipo de persona que sufre con estas alergias estacionales, sabes a qué me refiero cuando digo pesadilla. Hasta hace poco yo era una de esas personas.
Hace unos meses, cuando nos regresamos a vivir a España, comencé a investigar sobre qué podía hacer para que la alergia estacional de primavera no me pegara tan fuertemente. Para que te hagas una idea… con la primavera del año pasado necesité gotas para los ojos (algunos días apenas podía abrirlos), antihistamínicos, inhalador… además de tener el pecho trancado y me costaba respirar… es una sensación ¡horrible! y en España siempre me ha pegado mucho más que en Reino Unido, por eso mi preocupación.
Investigando, todas las fuentes me llevaban a lo mismo: polen de abejas y miel. Si tanto lo recomendaban, tenía que por lo menos darle la oportunidad y probarlo por mi misma.
La miel es básicamente el nectar de las plantas y contiene polen proveniente de los cuerpecitos de las abejas que lo van transportando de flor en flor.
El polen de abejas es considerado un tesoro alimenticio, proviene de las plantas y es transportado por las abejas en su cestilla de polen (una pequeña cesta con pelitos) ubicada en el tercer par de patas. Es el mismo polen de las plantas pero que ha sido recogido y convertido en forma de granitos por las misma abejas.
El polen causa alergias, ¿también las combate?
Si eres alérgico al polen, te preguntarás cómo es que algo que da alergia también la puede mejorar… La verdad verdad, el polen de las flores y árboles ¡son la pesadilla de una persona alérgica! pero consumirlo directamente tiene un efecto desensibilizador, y es que al ser consumido por largos períodos de tiempo tu cuerpo aprende a controlar la forma en que reacciona ante él y poco a poco tu sistema se va fortaleciendo y va disminuyendo o anulando las reacciones alérgicas que genera.
Al tomar miel o polen de abejas, lo más recomendable es que sean productos locales o tan próximos a ti como sea posible, tengo que hacer mucho énfasis en este punto, por el simple hecho de que ambos están cargados del polen que las abejas recolectan de tu misma zona, lo que significa que tu cuerpo estará absorbiendo el mismo polen local que te causa las alergias, en cierta forma es como ponerse un vacuna. Esto quiere decir que si viajas a otros lugares donde el polen es muy diferente al de tu localidad, puede que sí sufras alergias pero quizás en menor grado.
Yo soy 100% alérgica al polen en el aire, lo sé no sólo por mis reacciones sino por pruebas alérgicas que me han hecho. Según varias fuentes tanto de internet, herbolarios a donde he ido y libros que he sacado de la biblioteca, lo mejor es hacer una prueba rápida de alergia antes de consumirlo de forma oral.
Comprueba si tienes alergia al polen de abejas
Pon unos granitos de polen en el pliegue del brazo. Cubre con una tirita y deja por varias horas. Si durante ese tiempo se genera una reacción alérgica (se pone rojo o te pica) es que eres alérgico y en ese caso es mejor que consultes con tu médico antes de tomar polen. Si no tienes ninguna reacción, significa que todo está bien y que puedes tomarlo.
Lo que yo he hecho…
Tengo ya 3 meses tomando polen de abejas, desde finales del invierno. Comencé con unos pocos granitos para ir aumento la dosis hasta llegar a 3 cucharaditas diarias que fue lo que estuve tomando por más o menos un mes. Ahora, a modo de mantenimiento tomo unas 2 cucharaditas diarias, aunque reconozco que algunos días se me olvida. Me lo tomo cada mañana apenas me levanto, diluido en medio vasito de agua. También se puede tomar con yogurt, mezclado con batidos o con lo que prefieras, lo que sí recomiendan es tomarlo por la mañana.
Para saber más detalles sobre las dosis recomendadas, te recomiendo visitar este link.
Y para complementar, también tomo miel. Tiendo a mezclarla con la avena que me como durante el desayuno. Algunos días que no desayuno avena pues me salto la miel o sino simplemente me como una cucharadita así sola, que igual está ¡muy rica!
Yo tuve la fortuna de conseguir polen casi casi 100% local, y digo casi casi porque si bien no es de Calahorra, es de otro pueblo que está a solo 10 minutos. La miel por su parte, es de Zaragoza (a 150 kms de distancia) que fue lo más cercano que pude conseguir.
Y mi veredicto es…
¡Una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida! Obviamente, cada persona y cada caso es diferente, pero hablando por lo que ha sido mi propia experiencia ¡lo recomiendo al 100%!
Mejorar la salud y la calidad de vida trae un sensación de bienestar que no se puede comparar con ninguna otra. Saber que puedo salir y llevar una vida normal y activa durante esos meses de alergia es algo que para mi, no tiene precio.
Y tú, ¿sufres de alergias? ¿cómo la combates? ¡Hablemos!
La imagen principal es cortesía de Mirko, de Viajando con Mirko.
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