Esta fue la receta que a mí me más me convenció y la verdad es que está ¡muy buena! Incluso a David -que no es vegano- le gustó mucho.
Por si tienes duda, te cuento que:
• Sí se derrite.
• Sí, se puede usar para repostería.
• Sí, sabe a mantequilla.
Acá te dejo el video, y más abajo la receta en sí…
Ingredientes:
• 5 CDAS de leche de almendras u otra leche vegetal (sin endulzar y que no sea de soja porque se cuaja con el vinagre)
• 4 CDAS de harina de almendra o almendras super-bien molidas (tienen que ser sin piel)
• ¾ taza de aceite de coco desodorizado
• 2 CDAS de aceite de oliva
• 1 CDA de levadura nutricional
• 1/2 cdta de sal
• 1/2 cdta de vinagre (yo usé vinagre de arroz, pero de manzana también queda bien)
• Una pizca de cúrcuma en polvo
Nota: la receta original pone 1/2 taza o 120ml de aceite de coco, yo lo pesé, y 120ml son ¾ taza, y eso fue lo que usé (medí los ¾ taza estando ya líquido).
Instrucciones:
1. Una vez que tengas la harina de almendras, procesa junto con el resto de los ingredientes, menos los aceites.
2. Derrite el aceite de coco en baño de maría o a fuego bajito. La idea es quede líquido, no queremos que se queme.
3. Agrega los aceites a la otra mezcla y vuelve a procesar bien, bien, bien… esto es muy importante para lograr una mantequilla suavecita, cremosa y sin grumos.
4. Transfiere a un recipiente o molde de tu preferencia y refrigera en la nevera. Deja reposar por un par de horas para que endurezca y tome la consistencia de mantequilla.
Te recomiendo sacarla de nevera un ratito antes de consumir para que esté más cremosita, en el punto ¡perfecto!