¿Cómo ha ido la entrada al 2017? ¡Espero que muy bien! Yo, la verdad, con sus más y con sus menos…, pero en general, muy contenta (¡cómo no voy a estar contenta con el panzote que llevo!). Y precisamente sobre el panzote que llevo va este post… Y es que el otro día mi amiga Mónica, de la plataforma de moda sostenible Moves To Slow Fashion, me comentaba que en el blog no estoy hablando mucho de mi embarazo ni de moda para embarazadas.
La verdad es que tiene razón. Al principio no lo hice por prudencia, y ahora que la cosa es más que evidente pues pensaba que quizás no te interesaba el tema (no quiero convertirme en esas mujeres que se quedan embarazadas y que de golpe solo hablan de la maternidad), pero me convenció de que las personas que me seguís en el blog, como ella, estáis deseando saber un poco más acerca de mi embarazo y, en particular, de cómo llevo lo de la moda sostenible con el barrigote.
Porque quizás sí te interesa el tema o simplemente tienes curiosidad, te contaré que aunque sí es cierto que vestir a la moda y de manera sostenible con una barriga (y de paso un trasero y unos muslos) que no paran de crecer, no es fácil, como te avanzaba en el post de ¿Te atreves a vestir más sostenible este 2017?, tampoco he necesitado buscar (y mucho menos comprar) demasiadas prendas específicas de premamá. Por ello seguramente tampoco he tratado mucho el tema… Aún así, a continuación te detallo los 5 puntos para mí básicos que estoy necesitando seguir para vestirme cada mañana y no alejarme (al menos demasiado) de la sostenibilidad y del buen gusto. Disculpa la ausencia de imágenes para ilustrar a veces lo que comento, pero no he hecho sesión de fotos específica para hablar de este tema y estoy rescatando de las redes lo que tengo…
1. Libera el armario de prendas imposibles
Lo primero que hice cuando el embarazo empezó a ser evidente y yo ya no entraba en la mayoría de mis prendas habituales, fue meter en cajas toda la ropa inservible. El momento me pilló en medio del cambio de armario, de manera que aunque había ropa de invierno que en el momento de hacer el cambio me iba bien, me anticipé y la guardé (en realidad no la saqué directamente de las cajas de invierno) porque sabía que cuando tocara llevarla ya no me iría bien. Ahí fueron a parar camisas entalladas, vestidos con cinturilla de abeja y, básicamente, casi todos mis pantalones. Con el armario libre conseguí ver de qué ropa iba a disponer los próximos meses y me di cuenta que la cosa tampoco era tan grave, la clave estaba en saber combinar.
2. Da la bienvenida a los looks por capas y superposiciones
De esta manera, el siguiente paso fue empezar a hacer looks con prendas que ya tenía en el armario pero combinándolas de manera distinta, que básicamente se centran en llevar una camiseta debajo (cuanto más larga mejor) y por encima colocar un jersey o camisa abotonada sólo por la parte superior. Es una solución que funciona muy bien y permite aprovechar la mayoría de camisas y jerséis abiertos. La misma solución se puede aplicar a jerséis cortos, a los que sólo es necesario añadirles una camiseta larga debajo para que puedan seguir formando parte de nuestros looks diarios.
El truco en definitiva es aprender a vestir por capas. Eso sí, que sean finitas, ya que si el invento se aplica a looks más gorditos (ver posado de Navidad con Cesc), puedes llegar a parecer una bola.
3. Pregunta a amistades que hayan sido mamás
Esta temporada a mi armario, a parte de los pantalones (de los que hablaré después), sólo se han incorporado tres camisetas de manga corta específicas de premamá (tienen una especie de acordeón a al altura de la barriga que se va estirando a medida que la panza crece) que conseguí gracias a una amiga que recientemente fue mamá y me las dio. Aún así, y aunque me van genial como básicas de debajo de, tengo que decirte que estoy aprovechando muchísimas camisetas de mi armario habitual. Lo único que debes tener en cuenta es evitar las más cortas, porque se suben y quedan fatal.
4. Los pantalones de embarazada sí son necesarios
Lo que sí he necesitado comprarme sí o sí, han sido los pantalones de premamá, y es que pasadas las primeras semanas que aguanté como pude una goma de pollo atada al botón de algún pantalón estilo boyfriend, al cabo de nada ya no entraba en ninguno de ellos. Aún así sólo he necesitado comprarme dos jeans (unos grises y otros azules) que, tras una pequeña búsqueda, he acabado adquiriendo en H&M. No me siento orgullosa de ello, pero fue la única marca que encontré con tejanos de diseño específicos para embarazadas. También de allí son los leggings que utilizo para hacer yoga para embarazadas y para los días que quiero ir realmente cómoda. Estos últimos son de algodón orgánico, aunque el algodón orgánico de H&M, cuya calidad deja bastante que desear… Pero menos da una piedra… En este sentido, ¿conoces marcas de moda sostenible con jeans y pantalones para embarazadas? Me encantaría conocerlas.
Imagen: Micamama
5. El dilema del sujetador de embarazada
Otro tema interesante a la hora de introducirte en el mundo de “la ropa de premamá y de mamá” es el de los sujetadores. Y es que llega un momento del embarazo que descubre que tus sujetadores habituales ya no te sirven. A mí, básicamente, me cortaban la respiración. En ese momento piensas en comprarte sujetadores de lactancia (que son los que encuentras en las tiendas habituales), pero tras preguntar a mujeres que han sido madres, me dijeron que me esperara a comprarme este tipo de sujetador porque todavía no sé qué talla me va a quedar. Yo finalmente he optado por adquirir, en una tienda de barrio, un par de sujetadores deportivos tipo camiseta que son más permisivos en cuestión de talas (S-M-L-XL) y que creo me van a funcionar también para la lactancia e incluso la postlactancia. Además, son comodísimos.
6. La ropa para la época de la lactancia
Y hablando de lactancia… de este tipo de ropa sí que he encontrado varias marcas de ropa sostenible que trabajan patrones específicos. Ayer, sin ir más lejos, me hice con mi camisón y mi kimono para el hospital, específicos para dar el pecho al peque. Si te parece, haré un poco más de investigación sobre la oferta al respecto y en breve le dedicaré un post al tema, ¿vale? Y es que aunque creo que tampoco voy a necesitar demasiada ropa específica al respecto, sí quiero ir cómoda (y lo más sostenible y más mona posible) mientras doy el pecho (crucemos todos los dedos para que no tenga demasiados problemas para hacerlo), al peque. Si conoces propuestas interesantes de ropa de lactancia sostenible, no dejes de comentarlas aquí abajo y así las podré tener en cuenta para incluirlas en el listado.
Muchas gracias y… ¡feliz semana!
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