El comedor lo hemos construido recientemente con ayuda de la población local, amueblado con bancos y sillas y equipado con lo necesario para distribuir las raciones: platos vasos, bandejas...etc y menaje de cocina. Todo preparado para que aproximadamente 50 niños y niñas puedan comer en cada turno.
Desnutrición infantil
Situada en el departamento de Daloa, Dema tiene una población de unos 4500 habitantes, dispone de electricidad pero no de agua potable. La pobreza, la escasez de recursos de las familias, hacen que los niveles de desnutrición infantil sean elevados: Según datos de Unicef, en Costa de Marfil, uno de cada tres niños menores de cinco años tiene desnutrición crónica, una tasa que asciende al 40% en las zonas más pobres. Los comedores escolares, además de contribuir a mejorar la nutrición y alimentación de los niños, constituyen una poderosa herramienta para mantenerlos en la escuela.
Una gran mayoría de las mujeres en las zonas rurales se asocian en cooperativas para cultivar campos comunitarios. El excedente de arroz, berenjenas, coles, inyame, lo venden lo que les permite obtener unos ingresos adicionales. Muchas de ellas son analfabetas (sobre el 53%, Indexmundi). de ahi que Global Humanitaria lleve a cabo también en Dema un proyecto de alfabetización de mujeres.
Imagen: Los menus del comedor los preparan las madres de los escolares, aportando productos de la cooperativa agrícola a la que pertenecen. (Global Humanitaria/Sapharm)